La recaudación de fondos para el banco ensangrentado de Hamás
Por José I. Rodríguez*
El mundo se ha vuelto loco recaudando fondos para que Hamás en Gaza vuelva a construir túneles, depósitos de municiones y cohetes.
Las últimas amenazas de Hamás contra Israel, después del reciente enfrentamiento, ya están otra vez extendidas por las redes sociales y por las cancillerías de medio mundo sin que esto suponga el más mínimo rechazo a nivel internacional. Con la nueva política defensiva de Israel las amenazas de Hamás no caen en saco roto. Los mecanismos de todo tipo para impedir que se traduzcan en ataques contra la población civil de Israel ya están en marcha. Toda amenaza es evaluada para determinar si exige una respuesta preventiva o si se la considera una bravuconada de cara a la galería de las organizaciones de apoyo y países que subvencionan a Hamás.
La mencionada nueva política defensiva de Israel es eminentemente preventiva por medio de la cual se da el golpe primero y se pregunta después. Lo de preguntar es una forma de hablar ya que los servicios de inteligencia de Israel saben exactamente cuando un exabrupto de Hamás es una amenaza creíble. Con todo, los terroristas deberían andarse con mucho cuidado ya que Israel no va a permitir ni un lanzamiento más, por parte de Hamás, de cohetes contra su población civil o militar. En cualquier momento a los terroristas se les viene la casa encima sin aviso previo como Israel acostumbra a hacer.
Lo más probable es que no veamos otra vez material impreso lanzado por Israel desde los aires avisando de un ataque inminente. Tal vez no volveremos a escuchar los avisos telefónicos para desalojar edificios ocupados por Hamás y sus medios afines. La prioridad de Israel será defenderse de forma preventiva y atacar de forma destructiva. Todos sabemos que hay tiempo de paz y tiempo de guerra. Tiempo de sembrar y tiempo de arrancar lo sembrado. Tiempo de construir y tiempo de destruir lo construido.
Las afirmaciones de Hamás de que su material bélico ya está siendo repuesto por Irán es una amenaza en toda regla que puede ser el fin de la dictadura de Hamás en Gaza y de la dictadura de los ayatolas en Irán. La amenaza existencial a Israel por parte de Irán, también del yihadismo de Hamás, amerita una respuesta certeramente definitiva.
Los materiales de construcción que Hamás dice necesitar no deben ser cemento ya que ellos mismos publican que Israel apenas ha destruido un tres por ciento de su red de túneles ¿Para qué necesitan cemento, hierro y otros materiales de construcción si sus túneles siguen intactos? Los millones de dólares que Hamás pretende que lleguen directamente a sus ensangrentadas manos no son para construir nada, sino para destruirlo todo.
Cada dólar o euro que llega a Hamás supone la posibilidad de asesinar a niños, ancianos, mujeres y hombres ciudadanos de Israel. La otra cara de la moneda es que con esos fondos también asesinan a los residentes de Gaza que no están a favor del terrorismo de Hamás. Pocos o muchos los habitantes de Gaza están siendo asesinados con la misma crueldad y saña que los israelíes del otro lado de la frontera. La recaudación de fondos para el banco ensangrentado de Hamás les permitirá seguir destruyendo vidas y construyendo túneles de muerte. Toma conciencia y hazlo saber.
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