Hemos naturalizado la muerte por criminalidad

Diana Cohen Agrest, es filósofa,  Magister en Bioética, y tiene una extensísima trayectoria nacional e internacional.

A raíz de una tragedia personal, la docente y escritora fundó la Asociación Civil Usina de Justicia, a través de la cual despliega un importante trabajo de defensa de los derechos de los ciudadanos, especialmente las víctimas en una realidad que tantas veces los abandona desde lo jurídico.

Consultada por la relación existente entre la pandemia de Coronavirus y el aumento de inseguridad y de criminalidad en Argentina, la académica refirió a. que se produjo un importante aumento de episodios delictivos debido a la permisividad de la justicia que liberó delincuentes.

“Lo que ocurrió el año pasado fue muy grave, tratamos de frenarlo con amparos desde Usina de Justicia, se liberaron miles de presos, nadie sabe exactamente cuántos, pero fueron miles. Salieron a la calle potenciados para delinquir, en una sociedad que tiene naturalizada la muerte por la criminalidad, tanto como ahora naturaliza la muerte en los hospitales de gente que debió haber sido vacunada”.

“He dicho en otra oportunidad, – y lo vuelvo a repetir-, la Argentina es Cronos, el Dios que devora a sus hijos”.

En este sentido la referente, expresó su preocupación respecto de la degradación social a la que asistimos en la actualidad ya que “existe un afán  delincuencial en funcionarios, en la justicia, en legisladores que se niegan a cambiar las leyes…”

Si bien es muy intenso el trabajo que se lleva adelante en Usina de Justicia, para poner tope a excesos e injusticias “siento que gritamos solos”.

Como ejemplo del desamparo al que la sociedad actual está expuesta, se refirió a un proyecto de modificación de la ley 24660, en el que se propone, bajo la forma de una Comisión en los penales, permitir la liberación de convictos. Es decir, se propone continuar con este empuje a soltar delincuentes, pero ahora desde un marco legal.

Ante el interrogante acerca de los motivos de este movimiento, la especialista en temas éticos respondió que existe una intencionalidad ideológica y política, y, – para dar cuenta de esto-, aludió a la agrupación Batayón Militante, así como al ejército chavista de Venezuela conformado por reclusos. De este, modo explicó que podría existir una intención de crear un sistema de adictos al régimen,- tal como ocurre con el gobierno de Nicolás Maduro-, que asegure los votos convenientes.

La doctora Cohen Agrest se ocupó de separar pobreza de delincuencia, ya que, -sostuvo-, la delincuencia responde a una desintegración de lazos familiares, disgregación de la familia entendida como grupo afectivo dónde se inscriba la ley y la autoridad.

La más grave consecuencia de la mencionada disolución, es que los chicos terminan en las calles, y son captados por los cada vez más crecientes grupos de narcotraficantes, instalados desde hace años en nuestro país.

Para concluir, se refirió a un llamativo Posgrado en Cannabis creado en la Universidad de Quilmes, explicando que lo que refiere a las propiedades curativas y terapéuticas de la planta deben atravesar la discusión y el examen  en el ámbito científico y académico, y no ser una manifestación de políticas públicas en una realidad de pobreza y desamparo. Comentó la experiencia de Holanda donde a partir de una inmigración que no tenía la madurez y desarrollo de la cultura de un país de primer mundo se tuvo que ir atrás y hoy el consumo en lo que eran cafés especialmente habilitados para ello han sido cerrados y el barrio  rojo ha prácticamente desaparecido de Amsterdam.

Redacción gentileza de Lic. Diana Antebi