Menajem Beguin, uno de los próceres del Estado de Israel
Menájem Beguín nació en Brest-Litovsk, Polonia, 16 de agosto de 1913
Estudió derecho en la Universidad de Varsovia y se unió, en 1929, al movimiento sionista Betar a cuya jefatura llegó en 1939. Durante la Segunda Guerra Mundial fue detenido por los rusos y encerrado en un campo de concentración en Siberia entre 1940 y 1941; año en el que se unió voluntariamente a las Fuerzas Armadas polacas libres que se habían establecido en la URSS, junto con muchos otros soldados judíos. En 1942 llegó a Palestina como soldado y contactó con la organización paramilitar Irgún Tzevaí Leumí, conocida como Etzel, la cual pasaba en esos momentos por un período de letargo. A finales de 1942 fue licenciado del ejército y comenzó la reactivación del Etzel, pasando a ser un dirigente de peso. En 1943 Beguín se convirtió en el líder del Irgún y en 1944 declaró formalmente el inicio de la rebelión contra las autoridades del Mandato Británico. En 1948, ya establecido el Estado de Israel, Beguín ordenó un embarque clandestino de armas para el Etzel, que acabó con el hundimiento a tiros del Altalena, ordenado por el primer ministro David Ben-Gurión quien exigía que todas las facciones militares se unieran bajo el Ejército de Defensa de Israel y que todas las armas cayeran bajo su jurisdicción. En septiembre de 1948 las últimas unidades del Irgún fueron disueltas en Jerusalén y todos sus miembros se incorporaron al Tzahal, el ejército regular del joven estado.
Pero volvamos en el tiempo. Tras ser liberado, en 1942, escapó a Palestina y allí participó en la lucha de la población judía contra el protectorado británico, y asumió el mando del Irgún, que se que oponía no sólo al ocupante británico de Palestina sino también a los habitantes árabes, e incluso a otra organización de resistencia judía, la Haganá, de objetivos más limitados. En 1947 rechazó el plan de partición de Palestina aprobado por las Naciones Unidas, que preconizaba el establecimiento de dos Estados, uno árabe y otro judío. Beguín abogaba por un Estado israelí sobre ambas orillas del Jordán. Tras la creación de Israel, Beguín fundó el partido político Herut, que luego sería el partido dominante de la coalición Likud, que en 1977 el Likud ganó las elecciones en Israel, y el 21 de junio de ese año se convirtió en Primer Ministro de Israel.
Su llegada al poder despertó serias alarmas, pues parecía dificultar cualquier intento de solución pacífica en el Medio Oriente. Defensor a ultranza de los asentamientos judíos en Cisjordania y en Gaza. Beguín había llegado a abandonar el Gobierno de unión nacional porque se oponía a la menor retirada en el Sinaí.
Sin embargo, estos temores se vieron desmentidos seis meses más tarde con la llegada de Sadat a Jerusalén. A finales de ese año firmó los acuerdos de paz de Camp David con el presidente de Egipto Anwar el Sadat, para la retirada de las tropas israelíes del Sinaí y la creación de una autonomía palestina, por los cual ambos dirigentes fueron galardonados con el premio Nobel de la paz. Bajo su mandato se llevaron a cabo resonantes operaciones militares como la Operación Opera, ya descripta en una nota anterior, en la que se bombardeó del reactor nuclear de Osirak, próximo a Bagdad; y la Operación Litani en el Líbano. En 1982 su gobierno, con Ariel Sharón como ministro de Defensa, invadió el Líbano con el objetivo de desmantelar las bases de la OLP e intentar evitar así los sucesivos ataques a las localidades del norte de Israel. Esta invasión, llamada “Paz para Galilea”, (ya descripta en una nota anterior) duró seis meses y si bien no llegó a cumplir totalmente con sus objetivos, logró expulsar a los miembros de la OLP del Líbano. Además, sumió a la opinión pública israelí en profundas divergencias, tras la masacre de Sabra y Chatila y la renuncia de Sharón como Ministro de Defensa, que precipitó el fin del mandato de Beguín. La presencia militar israelí en el Líbano continuó hasta el año 2000. En agosto de 1983 Beguín dimitió de su cargo, deprimido por la muerte de su esposa Aliza, decepcionado por las consecuencias de la guerra del Líbano y aquejado de una serie de dolencias Durante sus últimos años se sometió a un ostracismo voluntario, recluyéndose en su casita, en Jerusalén y no se le vio en público salvo en raras ocasiones. En su reclusión voluntaria escribió el libro “Rebelión en Tierra Santa”. Nunca se avino a saciar la curiosidad de la opinión pública acerca de sus últimos meses de gobierno, ni de la verdad acerca de cómo se tomó la decisión de invadir el Líbano.
Murió en Tel Aviv el 9 de marzo de 1992. A su expreso pedido, fue enterrado en unas exequias sencillas y populares en el cementerio del Monte de los Olivos de Jerusalén, junto a su esposa y lejos del panteón oficial de los “Grandes de la Patria”, en el Monte Herzl.
Dr. Mario Burman Z´L
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