Respuesta a ciberataques desde China

Por Ricardo López Göttig

El bloque de las democracias, liderado por el gobierno de los Estados Unidos y acompañado por la Unión Europea, la OTAN, Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda, han formulado una severa advertencia al gobierno de la República Popular China por la ola de ciberataques a empresas y organismos gubernamentales de esos países. Responsabilizan directamente al gobierno de Xi Jinping de fomentar a un grupo de hackers para producir daños multimillonarios a varias empresas y organismos, por los reiterados ataques a la seguridad de Microsoft.

El presidente Biden, de los Estados Unidos, recientemente ha señalado en sus intervenciones en la OTAN, el G7 y sus encuentros con mandatarios europeos, que la prioridad de la defensa del país norteamericano pasa a ser la República Popular China, en esta segunda guerra fría en la que nos estamos adentrando rápidamente. Es un conflicto en el que las partes, tal como ocurrió durante la primera guerra fría de 1947 a 1991 entre Occidente y la URSS, no se enfrentarán directamente con las armas en un combate abierto, sino a través de posicionamientos estratégicos y con terceros actores, y que se libraba a en todos los campos, desde el deporte a la ciencia. Por supuesto que los esquemas clásicos de la defensa siguen presentes, y ello es evidente en los ejercicios navales conjuntos que desarrolla Estados Unidos junto a las Armadas de Australia, India y Japón en la región del Indo-Pacífico, en el sistema Quad.

En esta nueva guerra fría, se ha incorporado la dimensión de los ciberataques dadas las innovaciones tecnológicas de los últimos treinta años y nuestra creciente dependencia de la informática. Lo llamativo y novedoso de lo que ha expresado el secretario de Estado Anthony Blinken, es el involucramiento de los gobiernos europeos en esta advertencia, en general cautelosos en el momento de referirse al régimen chino. Aún falta por conocerse las sanciones que aplicarán, o si sólo se trata –por ahora- de un elocuente llamado de atención.

En este nuevo escenario mundial, las piezas se van ubicando en el tablero, y resultará cada más difícil evadirse del gran juego planetario del siglo XXI.