Juan, Aníbal y los representantes de nuestra comunidad
*Columna Exclusiva para Radio Jai*
La llegada de Juan Manzur a la jefatura de Gabinete de la Nación *es una buena noticia* para la comunidad judía Argentina.
Juan es un amigo incondicional de la Comunidad Judía. Tucumana, primero. Argentina, después. Ha sabido cultivar la amistad del Rabino Tzvi Grunblatt, entre otras personalidades de la Comunidad Judía de Buenos Aires.
Incluso ha traspasado las fronteras, haciendo excelentes relaciones con la judería del Oeste Americano (Rabino Abraham Cooper de Los Ángeles, California, a la cabeza) y con importantes personalidades de Israel, entre las que se destacan el Gran Rabino David Lau y Las máximas autoridades de la Organización Sionista Mundial (OMS), encabezadas por su presidente, Abraham Duvdevani.
Un afecto e integración a la Comunidad judía tucumana, que provienen desde la adolescencia de Juan Manzur, se manifestaron apenas se inició en política en Tucumán en el año 2003, y se intensificaron cuando asumió su primer mandato como gobernador de Tucumán a finales de 2015.
Como Ministro de Salud de la Provincia, en el período 2003-2007, entre otros logros, Juan supo disminuir la mortalidad infantil que nos había llevado a los diarios nacionales en los años 2000 y 2001, en un momento doloroso para los tucumanos.
En 2016, en ocasión del bicentenario de la Independencia, Manzur organizó sendas actividades en Tucumán, invitando a referentes de todos los credos que llegaron a nuestra Provincia desde distintas latitudes del país y también desde el exterior.
En lo concerniente a la Colectividad Judía, invitó a las entonces autoridades de la DAIA en mayo de 2016. Luego subió la apuesta con Torá Federal, un evento que reunió a miles de judíos argentinos en nuestra provincia. En 2018 invitó a la Filarmónica de Jerusalem a tocar en Tucumán., y meses después concretó su varias veces postergado primer viaje a Israel, con una nutrida delegación.
En 2019, cuando se inauguró la nueva sede del Beit Jabad en Tucumán, organizó festejos que se recordarán por años, con la memorable visita a Tucumán del gran Rabino de Israel, David Lau.
Juan siempre estuvo atento a los pedidos de todas las comunidades y religiones que conviven en Tucumán. Muy especialmente los que provienen de la Comunidad Judía.
Personalmente le tengo un gran afecto a Juan Manzur, a quien conozco desde que tengo 14 años cuando él, a sus 19, ya estudiante de Medicina, comenzaba a acercarse a la Comunidad Judía Tucumana con el carisma que le conocemos.
*Aníbal*
La llegada de Aníbal Fernández al Ministerio de Seguridad de la Nación *NO es una buena noticia* para la Comunidad Judía Argentina.
El nuevo/viejo ministro, de idéntico apellido que la vicepresidenta, es recordado por su defensa de dos momentos de quiebre de la comunidad judía con el Kirchnerismo:
- El Pacto con Irán de enero 2013
- El asesinato del Fiscal Alberto Nisman de enero 2015
Recordemos que, a pesar de los múltiples pedidos de la dirigencia judía de ese momento, en enero de 2013 quien ejercía la Presidencia de la Nación se obstinó en el pacto con la República Islámica, misógina, homofóbica y judeófoba de Irán, que aún era presidida por Mahmoud Ahmadinejad.
En aquella ocasión el rol de Aníbal Fernández fue central, defendiendo a diestra y siniestra el recordado Memorándum de la vergüenza, a pesar de que la Comunidad Judía Organizada les señalaba una y otra vez lo inmenso del error, que no traería a declarar a los autores del atentado a la AMIA de 1994, y que provocaría una inmensa herida en la Comunidad Judía Argentina. Tanto Guillermo Borger como Julio Schlosser les advirtieron que Irán, un país negacionista del Holocausto, no podía traerse nada bueno detrás del pedido de constituir conjuntamente “Una Comisión de la Verdad”. Tanto Cristina como Aníbal Fernández se obstinaron en ir a fondo, *infligiendo una herida que, hasta el día de hoy, no sana.*
Una cosa llevó a la otra. El Memorándum habrá hecho creer a algunos que la única salida al embrollo en el que se metieron era asesinar al Fiscal que había descubierto la Cancillería paralela de Esteche, D´elía, Khalil y Larroque destinada a liberar de culpa y cargo a Mohsen Rabbani y a los Jerarcas iraníes que se negaban a comparecer ante nuestra Justicia.
El rol de Aníbal Fernández fue nuevamente clave. Y, además, nefasto. Desde el primer día intentó imponer la idea de un suicidio que jamás ocurrió, y de ensuciar la memoria del Fiscal que había esclarecido para todos los argentinos la causa AMIA con su memorable Dictamen de 802 páginas de octubre del año 2006. *Hizo foco en la vida privada del Fiscal, ocupándose de viralizar fotos* privadas que seguramente robaron de su propio teléfono en las mismas horas de su asesinato, o en las horas inmediatas posteriores.
Los insultos obscenos de Aníbal hacia Alberto Nisman, tratándolo de “turro” y “sinvergüenza” entre otros epítetos, pintan al Ministro como una persona incapaz de hacer un planteo intelectualmente honesto.
Luego de 4 años de idas y vueltas, la CSJN, Corte Suprema de Justicia de la Nación, autorizó la apertura de teléfonos y computadoras de Lagomarsino. Los equipos informáticos de Lagomarsino están en un depósito de Gendarmería. Gendarmería depende, desde la jura del pasado 20 de Septiembre, del nuevo Ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. ¿Casualidad? ¿O Causalidad?
Aníbal Fernández y Juan Manzur son buenos amigos. Supieron cultivar la amistad durante los 6 años que el actual Gobernador de Tucumán, ahora en uso de Licencia, ejerció el Ministerio de Salud de la Nación entre 2009 y 2015. Aníbal fue uno de los invitados a la asunción de Juan en su primer período como Gobernador, a finales de 2015.
*Juan y Héctor*
El terremoto político que sucedió a las PASO del 12 de septiembre es de conocimiento público.
Varios ministros renunciaron, la vicepresidente desafió (una vez más) al Presidente de la Nación, y se renovó fuertemente el Gabinete Nacional.
El centro de la cuestión, en todo caso, no es si ha llegado a la Jefatura de Gabinete un sincero amigo de la Comunidad Judía como Juan Manzur, o un ambivalente Aníbal Fernández que, si bien asistió durante años a cada acto conmemorativo del 18 de Julio, su rol en el Memorándum y en el Asesinato del Fiscal hacen que sea percibido por muchos en la Comunidad Judía Argentina como alguien hostil y peligroso para la comunidad.
Por arriba de ambos Ministros está la Vicepresidenta de la Nación, ejerciendo el poder con mano firme, del modo en que lo hizo siempre.
Un colaborador muy estrecho de Juan Manzur, cuando asumió a fines de 2015 en el comienzo de la primera Gobernación de Juan, dijo a dirigentes judíos: “Nosotros necesitamos despegarnos del Kirchnerismo proiraní”. Coincidía con nosotros que el Memorándum fue una vergüenza, pero insistía en el supuesto suicidio de Nisman.
A partir de allí, la Comunidad recibió innumerables gestos de amistad. Ya hemos mencionado Torá Federal, la Filarmónica y visitas que nunca olvidaremos. *Pero nadie del Gobierno Provincial vino a escuchar a Sandra Arroyo Salgado cuando fue invitada por la Filial Tucumán de la DAIA allá por Abril de 2017.*
Esa herida sigue abierta.
Si la Vicepresidente de la Nación cree que encontrará en Juan Manzur un nuevo Timerman, se equivoca.
A diferencia del excanciller, Manzur conoce profundamente a la Comunidad.
Cuentan que Timerman en algún momento le dijo a la actual Vice “A la comunidad judía la manejo yo”. Se equivocó. *A la comunidad judía no la maneja nadie.* Su Memorándum fue rechazado unánimemente desde el minuto uno.
El peronismo es una estructura política dinámica pero bastante verticalista.
La comunidad judía argentina, leída, viajada, heterogénea y variopinta ideológicamente, es básicamente anárquica. No sigue a un líder en particular. Está llena de librepensadores que no pueden ser sometidos por más que se lo intente. Juan nos conoce. Nos conoce mucho. Nos quiere. Y lo sabe.
No podemos hacer futurología. Pero si la Vicepresidente, enterada del vínculo de Juan con la comunidad, le pidiera que gestione el indulto comunitario por el Memorándum con Irán y el olvido del asesinato del Fiscal, Juan no accedería. Porque sabe que no es posible lograr eso. Y que iría en desmedro de su propia imagen ante la judería porteña a la que tanto conquistó desde 2016 en adelante.
*Los dirigentes comunitarios*
Es rol de la dirigencia comunitaria, en todo caso, y especialmente de la DAIA, definir en qué lugar de la agenda se pone la Causa AMIA y sus causas derivadas.
¿Vamos a cerrar la discusión del Memorándum con la inconstitucionalidad, sin siquiera un pedido de disculpas de una mujer poco habituada a disculparse, como la Vicepresidente? ¿Sin siquiera la sanción de una Ley de Juicio en Ausencia?
¿Vamos a honrar la memoria del Fiscal que dio su vida por la causa, o preferimos dejarlo atrás, olvidar, no mencionarlo, no incomodar al poder?
¿Nos alcanza tener como Jefe de Gabinete un Ministro que es un amigo incondicional, y vamos a simular que no pasó nada o, por el contrario, le vamos a plantear con sinceridad y frontalidad como se hace con los buenos amigos los dolores del Memorándum y la Herida Nisman que aún no cierra?
Por lo pronto, al actual Presidente de DAIA y aspirante a ser reelegido, estos desafíos parecen quedarle muy grandes. Posiblemente lo asustan, lo incomodan, lo invitan a salir de una mediocridad y un silencio que le resultan cómodos. Privilegia supuestas buenas relaciones con el gobierno, al planteo y reclamo de la reparación de Justicia que nuestro país le adeuda a la Comunidad Judía. Este último párrafo, es tema para otra columna.
*Ing. Fabián Neiman – Presidente DAIA Filial Tucumán – expresidente Consejo Federa de DAIA*
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