Una startup de Israel quiere que las donaciones de sangre sean cosa del pasado
Si RedC Biotech tiene éxito los hospitales podrán comprar el suministro a pedido como un producto farmacéutico. El cambio de reglas podría tardar una década.
Imaginemos un dramático episodio con cientos víctimas y decenas de heridos, muchos de los cuales necesitan transfusiones de sangre. Los bancos de sangre locales no pueden hacer frente a la repentina demanda y algunos de los que están en riesgo tienen tipos de sangre no tan comunes que no están bien cubiertos en los inventarios.
Ante una situación tan compleja, la startup RedC Biotech de Israel tiene una solución radical: generar un suministro ilimitado de glóbulos rojos universales a partir de una sola donación de células madre humanas.
“Nuestro objetivo es permitir que los bancos de donación de sangre sean independientes de la necesidad de donantes”, explicó Ari Gargir, director ejecutivo de la empresa emergente.
Para ello, la sangre será producida y vendida como cualquier otro producto farmacéutico.
La realidad es que la necesidad es grande. Cada año se realizan alrededor de 120 millones de donaciones de sangre en todo el mundo pero así y todo la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay una escasez de hasta 100 millones de unidades, principalmente en países y regiones menos desarrollados.
La pandemia de COVID-19 agravó ese déficit ya que muchas personas tenían miedo de donar sangre durante la crisis.
Una de las razones por las que los hospitales tuvieron que cancelar cirugías electivas fue porque debían reservar el suministro de sangre para partos, accidentes y enfermedades crónicas.
Por otra parte, la sangre donada también es cara y los trasplantes de hígado requieren hasta 100 transfusiones.
Algunas personas necesitan transfusiones de glóbulos rojos con regularidad, por ejemplo, para la enfermedad de células falciformes o la talasemia.
Los datos de la OMS revelan que hasta dos millones de personas mueren cada año como resultado de la pérdida de sangre por violencia o lesiones mientras que unas 200.000 mujeres mueren en el parto por esta causa y 300.000 bebés nacen cada año con trastornos sanguíneos que requieren transfusiones.
Crear sangre en el laboratorio
Para Gargir, la necesidad de glóbulos rojos no es teórica: en 1990 mientras volaba en parapente en los Altos del Golán se estrelló contra el suelo.
“Me desperté en un helicóptero recibiendo una transfusión de sangre. Eso ocurrió cuando el HIV aún era una novedad. Por eso estaba bastante asustado de que la sangre no se analizara”, recordó el empresario.
Gargir es un experimentado miembro del sector biotecnológico. Con 20 años de experiencia y un doctorado en microbiología e inmunología, ya ocupó puestos de liderazgo en las firmas locales Neuroderm, Nucleix, Life Technologies y Glycominds.
Hoy, el desafío es RedC Biotech, que de acuerdo con sus palabras, “tiene como objetivo producir sangre universal, de muy alta calidad y muy limpia, que pueda competir con los costos de los bancos de donación de sangre”.
El proceso de RedC es similar a la tecnología utilizada por las nuevas startups de carne cultivada para convertir células animales individuales en bistec y pollo.
La solución de la empresa comenzaría con una donación de células madre de un solo “donante universal” que tuviera una variante especial del tipo de sangre 0 negativo adecuada para la mayoría de las personas.
Ya que las células madre pueden multiplicarse de forma continua y diferenciarse en cualquier tipo de célula, se pueden reprogramar para crear un banco de unidades maestras.
Las muestras del banco de células maestras se usan para cultivar en un biorreactor durante aproximadamente un mes sendos lotes de glóbulos rojos universales.
A su vez, las células maduras recolectadas y limpias se enviarían a los hospitales, los clientes objetivo de la empresa.
Crear células sanguíneas en un laboratorio representa una calidad uniforme sin patógenos, virus y otros elementos indeseables, y la sangre se puede producir según la demanda y el pronóstico del paciente.
“Si se acercan las fechas de viajes, hay una predicción de mal tiempo o incluso una pandemia, es posible planificar la cantidad de sangre que se necesitará sin depender de los donantes”, explicó Gargir.
Pero, ¿los bancos de sangre aceptarán un cambio tan grande?
Gargir indicó que ya habló con más de 25 directores de bancos de todo el mundo, desde la Cruz Roja en EEUU hasta entidades en África e Israel.
“Tienen dos preocupaciones principales: la seguridad y calidad de la sangre, y el costo. Si podemos cumplir con la calidad y el costo es competitivo, estarán felices de hacer el cambio porque correr detrás de los donantes todo el día es un dolor de cabeza. La mayor parte de su presupuesto y logística se destina a encontrar donantes, inscribirlos, analizar cada unidad de sangre en busca de patógenos y luego determinar el tipo”, enumeró el directivo.
Sin embargo, Gargir reveló que la sangre de la empresa como producto farmacéutico no estará lista para el marketing masivo hasta la segunda mitad de esta década..
Los ensayos clínicos, que comenzarán dentro de unos tres años, durarán uno o dos más. Para entonces, el proceso de aprobación regulatoria puede llevar cierto tiempo.
Por el momento, la compañía lleva adelante una prueba de concepto y amplía la producción para trabajar con biorreactores de diferentes tamaños ya que el objetivo para fines de 2022 es expandirse a reactores de diez litros.
En otro orden, Gargir sabe que llegar a la comercialización requerirá de mucho dinero. Es por eso que la compañía se encuentra en una nueva ronda de recaudación de fondos.
Gran parte de lo recaudado se destinará a la construcción de instalaciones de producción cerca de sus mercados.
“Queremos acortar la cadena de suministro, por lo que necesitaremos producir sangre en decenas de fábricas en todo el mundo”, explicó.
La logística entre los diferentes sitios de fabricación asegurará que, si hay un excedente en un área y un déficit en otra, se podrá mover la producción de un lugar a otro con facilidad. “En la actualidad, la sangre no se puede transferir entre países, pero eso cambiará cuando se convierta en un producto farmacéutico”, destacó el ejecutivo.
¿Quién construirá y será propietario de las fábricas? Puede ser RedC Biotech o un socio. “Es demasiado pronto para determinar el modelo exacto del negocio porque hoy no hay instalaciones capaces de hacer esto”, dijo Gargir.
RedC Biotech solo tiene un competidor principal, EryPharm de París.
Gargir describió a ese emprendimiento como “un poco más avanzado que nosotros”.
La historia indica que muchos intentos de crear sangre sintética fracasaron en el pasado, probablemente porque hasta hace poco no existía la tecnología para producir células madre en masa.
Pero RedC Biotech obtuvo la licencia de la tecnología para producirlas exclusivamente para glóbulos rojos de otra empresa emergente israelí, Accellta, que también trabaja como subcontratista de RedC Biotech para ampliar el proceso antes de los ensayos clínicos.
Hoy en día, a RedC Biotech le cuesta unos 5.000 dólares producir una unidad de sangre. Gargir cree que el costo bajará a 50 dólares por unidad en diez años.
Si RedC Biotech puede vender esas unidades incluso al precio de mercado actual de 200 dólares por unidad, eso es una gran ganancia.
El empresario afirmó que cree que las células sanguíneas de RedC serán adecuadas para el 99 por ciento de la humanidad. “Siempre habrá algunas personas únicas que necesitan una donación de sangre especial”, definió.
Las posibilidades futuras incluyen el uso de glóbulos rojos creados en laboratorio como plataforma para administrar medicamentos. “Este es un proyecto muy grande y disparatado pero puede hacerse. El potencial de mercado es muy alto”, concluyó Gargir.
Para más información sobre la tecnología revolucionaria de RedC Biotech, clic aquí.
Israel21
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