Hay muchas teorías -algunas aparecen ya en el Talmud- que explican por qué leemos la historia de Ruth en esta festividad. La más citada, señala el rabino Ronald Isaacs, es que “la llegada de Ruth a Israel tuvo lugar en la época de Shavuot”.
Y, además, porque “su aceptación en la fe judía fue análoga a la aceptación de la Torá de Dios por parte del pueblo judío”.
El libro trata sobre esta mujer moabita que, después de la muerte de su esposo, sigue a su suegra israelita, Noemí, al pueblo judío con las famosas palabras “adonde tú vayas, yo iré, dondequiera que te alojes, yo me hospedaré, tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios”.
Noemí (y variantes como Naomi) es, precisamente, otro bello nombre inspirado por Shavuot. En su origen hebreo significa “dulzura”, mientras que, para muchos estudiosos, Ruth se puede traducir por “amistad” o “amiga”.