Centro Magdala: retrocede a los tiempos de Jesús en el norte de Israel
Se trata de un sitio donde los turistas pueden alojarse en el nuevo Hotel Magdala, nadar en la piscina, pasear por los hermosos jardines y tener una experiencia espiritual significativa.
El hotel está situado junto a la Piedra de Magdala, uno de los descubrimientos arqueológicos más significativos de los últimos 50 años.
En 2009, cuando los trabajadores comenzaron a excavar los cimientos del hotel cerca del cruce de Migdal en los alrededores de Tiberíades, hallaron las ruinas de una sinagoga que data del siglo I.
Se trata de la sinagoga más antigua excavada en Galilea y una de las siete de la primera centuria descubiertas en Israel.
Luego de excavar más en una pequeña habitación al costado de la sinagoga, encontraron la Piedra de Magdala.
Sus tallas incluyen una menorá (candelabro de siete brazos) similar a la del Templo de Jerusalén, jarras de aceite o vino, un carro y un diseño de roseta de seis pétalos en la parte superior.
¿Esto fue algo totalmente accidental? La gente del Centro Magdala lo llama “algo enviado del cielo”.
Cuando el reverendo Juan María Solana, designado por el Papa a cargo del Centro de Notre Dame de Jerusalén -una casa de huéspedes de peregrinación- decidió construir un centro de retiro en Galilea, imaginó un lugar donde los turistas y peregrinos pudieran disfrutar de un alojamiento cómodo en un ambiente espiritual. .
Sin embargo, no sabía que su concepto inicial de turismo espiritual provocaría un descubrimiento arqueológico a unas pocas capas bajo tierra.
“Creo que el hecho de que Solana quisiera construir el Centro Magdala aquí antes del descubrimiento es algo providencial. El descubrimiento de las ruinas permite que el proyecto gane mucho más valor en un sentido histórico, cultural y espiritual”, afirmó David Delgado, director de marketing y desarrollo del centro.
Desde los tiempos de Alejandro Magno
Durante un recorrido por el sitio arqueológico, el guía del Centro Magdala, el padre Eamon Kelly, pintó un retrato de la vida en la antigua ciudad.
Los eruditos creen que la urbe costera se estableció en el período helenístico, a partir del 332 antes de Cristo, cuando Alejandro Magno conquistó Tierra Santa.
Así, se convirtió en una ciudad próspera.
“Es posible imaginarnos a los comerciantes, pescadores y gente del pueblo”, dijo Kelly.
El parque arqueológico contiene las ruinas de un gran mercado con más de 20 salas donde se vendían productos agrícolas, pescado fresco, cerámica y tejidos. Aunque hasta ahora los arqueólogos sólo descubrieron el diez por ciento de Magdala, también hallaron mikves (baños rituales judíos) alimentados por manantiales subterráneos que continúan funcionando en la actualidad.
Además hay un conjunto de casas dispuestas en cuadrícula como si fuera un diseño de un urbanista moderno, y un área de trabajo de pescadores donde se encontraron anzuelos y pesos para redes de pesca.
A orillas del mar hay un muelle con una piedra de amarre que indica el nivel del agua desde hace siglos.
Magdala estaba ubicada en una importante ruta comercial, la Vía Maris. Dado que el sitio se llama la “cruce de caminos de la historia judía y cristiana”, Kelly también reflexionó: “¿Quién más podría haber caminado por el camino?”
Algunos eruditos especulan que esta fue la ciudad natal de María Magdalena, una mujer judía a veces llamada María de Magdala.
Según los evangelios cristianos, ella viajó con Jesús como una de sus seguidoras.
Otros investigadores creen que “Magdalena” podría haber sido un título honorífico de palabras hebreas y arameas que significan “torre” o “magnificada”.
El objetivo del Centro Magdala es simular en el siglo XXI una experiencia de la Galilea del primer siglo.
Para los peregrinos cristianos, este es un lugar auténtico para caminar por donde Jesús pudo haber estado y enseñado.
Allí, los feligreses se conectan con la vida de Jesús y sus seguidores.
Los fundadores del Centro Magdala esperan que el sitio construya relaciones positivas con diversos creyentes cristianos y ayude a fomentar la reconciliación entre cristianos y judíos, algo que el Papa Francisco llama “la cultura del encuentro”.
“Es un desafío vivir en el mundo real. Estamos tratando de curar los prejuicios”, afirmó Kelly.
El sitio arqueológico atrae a visitantes de todo el mundo, y el personal del hotel incluye a judíos, cristianos, musulmanes y drusos.
Recientemente, Kelly le dio la bienvenida a un grupo de monjes franciscanos del extranjero.
Un significado más profundo
La impresionante capilla en los terrenos del centro se llama Duc in Altum, que en latín significa “remar mar adentro”.
Kelly explicó que esas fueron las palabras que Jesús le dijo a Pedro, incitándolo a sumergirse en aguas profundas. También es un llamado para que las personas busquen un significado más profundo en sus vidas.
La capilla transmite transmisiones en vivo de servicios cristianos. Su atrio está dedicado a las mujeres, con siete pilares que representan a aquellas que siguieron a Jesús y un octavo pilar para honrar a las “mujeres de toda fe”.
También hay un bote grande en una amplia ventana arqueada con vistas a un puerto del primer siglo para replicar donde predicó Jesús.
“Es increíble la cantidad de personas que han tenido aquí experiencias espirituales increíbles. Es un cambio de vida”, dijo Kelly.
Clic aquí para más información sobre cómo visitar el Centro Magdala y el hotel.
Por Diana Richter
Fuente: Israel21C
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