Israel y la “Cúpula de Hierro”. Estrategias frente al terrorismo
Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro
El grupo terrorista Yihad Islámica Palestina, en este mes de mayo de 2023, volvió atacar territorio israelí con cohetes contra objetivos civiles. Esto desencadenó una escalada, donde hubo intentos de mediación egipcia, que resultaron infructuosas, hasta que finalmente hubo un acuerdo de cese del fuego. En medio de una severa crisis política, el gobierno israelí tuvo que lidiar con una nueva escalada terrorista. Nuevamente la “estrella” de la defensa israelí, fue el célebre sistema de defensa conocido como “Cúpula de Hierro” que una vez más mostró su probada eficacia.
En el Próximo Oriente hay señales de cambios geopolíticos, que sin ninguna duda deben ser un llamado de atención para la seguridad israelí. El restablecimiento de las relaciones entre Irán y Arabia Saudita, abrieron las puertas para que el régimen de al Assad y sus “pecados” fueran perdonados, permitiendo que regresara a la Liga Árabe (por ende, lo que queda de resistencia armada en Siria tiene sus días contados). En el marco del avispero palestino, el presidente Abbas, su poder es solo virtual, dado que los sectores extremistas han ganado la “calle” entre los palestinos. Los grupos terroristas Hamas y Yihad Islámica Palestina o YIP, hicieron una lectura de los hechos, desde su perspectiva, y seguramente bajo el amparo de Teherán, pasaron a la acción. En el caso de Yihad Islámica Palestina, su rama militar, las Brigadas al Quds, mostraron con orgullo, el desarrollo de un cohete de 85 km de alcance, que puede batir blancos ubicados en Jerusalén y Tel Aviv. El objetivo es poner en entredicho el sistema de defensa “Cúpula de Hierro” y mostrar que Israel, es vulnerable, pero la realidad mostró lo contrario, desde el punto de vista eminentemente militar.
La crisis se desató con la muerte, luego de una huelga de hambre de 86 días, protagonizada por Jader Adnan, importante cuadro de la Yihad Islámica Palestina, detenido en una prisión israelí. Las brigadas al Quds, lanzaron nada menos que unos cien cohetes, que llevó a que las fuerzas armadas israelíes, decretaran el estado de emergencia en un radio de 40 km alrededor de la Franja de Gaza. La respuesta ante la agresión armada de la YIP, no se hizo esperar. Un ataque de alta precisión, terminó con vida de varios altos mandos de la rama militar de la Yihad: Jalil Bahitini, Tareq Az Aldin, Ali Ghali, Ahmed Abu Deka y Jahed Ahnam. El caso del primero, era el comandante de la región Norte de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, por lo tanto, tenía un rol táctico, ya que era responsable de las acciones directas contra objetivos civiles en Israel. Alí Ghali era el comandante de la Fuerza de Cohetes, por lo que surge de los medios de comunicación y lo informado por el gobierno israelí, el lanzamiento de cohetes está en manos de una organización centralizada, responsable del entrenamiento, alistamiento de las unidades de artillería de cohetes. En el caso de Deka, tenía un rol similar al jefe de estado mayor de la fuerza de cohetes que comandaba Ali Ghali. Tareq Az Aldin, era responsable de las acciones terroristas en Cisjordania. En el caso de Jahed Ahnam, antiguo secretario del Consejo Militar de la YIP tenia responsabilidades logísticas, dado que era responsable de las áreas de financiamiento y abastecimiento de equipo militar. El 13 de mayo, una prueba del alto nivel de la inteligencia israelí, permitió ubicar con precisión los puestos de mando de la organización terrorista. Esto le costó la vida al comandante Iyad Al-Hassad, miembro del consejo militar, equivalente al estado mayor de la rama armada del grupo.
La eliminación de responsables de las áreas operativas, planeamiento y logística, impactaron en la organización. Tardaron 24 horas en reaccionar y lanzaron unos 300 cohetes. Según el Ministerio de Defensa israelí, más de doscientos cohetes cruzaron el espacio aéreo israelí, siendo una amenaza real para Tel Aviv y localidades linderas. Los sistemas Cúpula de Hierro, respondieron con eficacia. En medio de la crisis, Hamas, ordenó la movilización de sus milicias y actuar de manera coordinada por medio de la llamada “Cámara de Operaciones Conjuntas” una suerte de comando operacional que coordina los esfuerzos militares de los citados grupos terroristas con base en Gaza.
La reciente crisis, puso en evidencia que la Yihad Islámica Palestina, mantiene un elevado nivel operativo de su rama militar. En la Franja de Gaza, tanto Hamas como la Yihad, han logrado desarrollar una importante infraestructura industrial y logística, que les permite obtener los recursos para la producción de cientos de cohetes, con alcances cada vez mayores. Estos ataques por saturación, tienen como objetivo elevar el costo del empleo de las contramedidas utilizadas por los israelíes, obligarlos a llevar a cabo acciones de represalia sobre el territorio de Gaza, y dado que los puestos de mando, unidades operativas y logísticas, están entre instalaciones civiles, los ataques militares, tienen siempre consecuencia entre la población local, que son en el fondo, escudos humanos de estas organizaciones. Estas muertes, son una poderosa arma de propaganda, que ha permitido, mantener la base social en la Franja de Gaza y ahora en los territorios de Cisjordania. Sectores de la opinión pública palestina, ven a estos grupos, como verdaderas organizaciones de resistencia contra la presencia israelí. Los ataques, a pesar que, desde el punto de vista militar, carecen de valor, dado que no tienen capacidad de daño a la infraestructura militar israelí, si tienen un alto valor psicológico y político. Las acciones de represalia israelíes, son mostradas como actos de agresión gratuita contra objetivos civiles, y la destrucción de la capacidad de comando y control de la rama militar de la YIP, como “asesinatos selectivos”. Pocos señalan que este grupo, utiliza la infraestructura civil, para garantizar la seguridad de sus unidades militares. La propaganda de estos grupos extremistas, muestran la lluvia de cohetes sobre territorio israelí, como un ejemplo de limitaciones en la defensa israelí. Asimismo, la capacidad de recuperación en la producción de estas armas, también es mostrada como otro “éxito” a pesar de los ataques israelíes sobre las bases de lanzamiento y elementos de apoyo.
El gobierno de al Fatah, está completamente desprestigiado, y con el objetivo de no seguir perdiendo la poca legitimidad que aún le queda, lleva a ser funcional con los grupos extremistas, como se pudo observar con el discurso del presidente Abbas en la ONU. El pasado 16 de mayo de 2023, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, solicitó la expulsión del Estado de Israel en Naciones Unidas, y en un encendido discurso señaló: Las falsedades sionistas e israelíes continúan, afirmando que Israel ha convertido el desierto en un floreciente jardín. Palestina era un desierto y ellos lo convirtieron en algo resplandeciente, un paraíso en la Tierra. Se comportan como Goebbels: miente, miente, miente y, al final, la gente te creerá. A pesar de la polémica desatada, Abbas preside un gobierno que solo existe en el papel. Los extremistas han logrado ganar terreno, y ello impide convocar elecciones, dado que los votantes palestinos apoyaran sin tapujos la rama política de Hamas, algo que no aceptaría ni la Unión Europea, Estados Unidos, y posiblemente para de los estados árabes, dado que, en gran parte de ellos, los “Hermanos Musulmanes”, organización a la cual está vinculada Hamas, están prohibidos.
El presidente palestino exigió que el estado palestino tenga las fronteras, previo a la guerra de 1967. Esto es rechazado de plano por Hamas y la YIP, que tienen como objetivo el establecimiento de un estado islámico palestino, previa destrucción del estado de Israel. La creciente influencia política de los terroristas, genera serias dudas sobre la factibilidad de las exigencias de Abbas. La guerra de Ucrania, abrieron un abismo entre Estados Unidos y la Unión Europea, respecto a Rusia, un actor clave en el Próximo Oriente. Esto limita cualquier proceso de paz en la región, debido que la competencia geopolítica se acentuó aún más. Moscú sube la apuesta, y busca integrar en el bloque BRIC, a los saudíes e iraníes. Estos cambios geopolíticos, son bien conocidos por los extremistas, que consideran, que están en una situación adecuada para escalar el conflicto, que se inserta en el marco de una importante crisis interna israelí.
La decisión de Hamas de actuar de manera conjunta con la YIP, pone en evidencia, que ambos grupos, no solo coexisten, sino que están alcanzando acuerdos de tipo político. Los expertos hacen hincapié en la existencia de diferencias. Hamas ha mostrado cierto grado de capacidad de diálogo con Israel, con el objetivo de ganar tiempo, y consolidar mayor poder territorial y político. En cambio, la YIP, tiene una estructura eminentemente militar, es una organización más opaca y cerrada. Ambos grupos tienen el mismo objetivo: destruir a Israel. Su estrategia ha permitido ganar terreno en la opinión pública palestina, erosionar a la Autoridad Nacional Palestina, ganar más adeptos, dado que son vistos como la verdadera resistencia contra Israel. La existencia de canales de cooperación entre ambas organizaciones, que incluso cuentan con un mando operacional conjunto, tiene que ver con la larga sombra de Teherán, quién los financia. Su estrategia, para nuestra opinión, sin ninguna duda está marcada por el patrocinador iraní, que busca convertirlos en proxys, para desestabilizar a Israel. Los actos terroristas de 2022 y este 2023, pone en evidencia, que dichos grupos buscan un mayor grado de implantación en Cisjordania. Tarde o temprano buscarán barrer del mapa al Fatah, aprovechando el clima político israelí, especialmente explotar a su favor el discurso de determinados sectores nacionalistas y religiosos de la actual coalición gobernante liderada por Netanyahu, para exacerbar los ánimos del lado palestino.
La respuesta militar israelí ante la escalada terrorista
En el marco de esta nueva crisis, observamos como Israel, ha centrado su esfuerzo en limitar la capacidad militar de la YIP, evitando atacar las bases militares de Hamas. Esto posiblemente obedezca a impedir que ambos grupos hagan causa común. Las acciones de las Fuerzas de Defensa, permitieron atacar puntualmente las estructuras de comando y control de la fuerza de cohetes de la YIP. Existen limitaciones políticas, destacándose un sólido apoyo internacional, para intervenir directamente en Gaza, con el objetivo de actuar directamente sobre el terreno y destruir la infraestructura industrial que permite que los grupos terroristas que controlan la Franja, pueda seguir produciendo cohetes. Un escenario de elevado número de bajas civiles palestinas, puedan acarrear mayores antipatías en la región respecto a Israel, que sin ninguna duda explotará con habilidad, Irán.
Los ataques con cohetes llevaron a Israel al diseño de una serie de contramedidas, destacándose el sistema Iron Dome. Está especialmente diseñado para la interceptación y destrucción de cohetes y municiones de artillería en un alcance máximo de 70 km. El desarrollo estuvo en manos de las empresas Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries, firmas de reconocida fama mundial. Desde la década del 90, dado los ataques con cohetes y municiones de artillería por parte del grupo terrorista Hezbollah sobre poblaciones del norte de Israel, llevó a las autoridades de defensa israelíes a buscar una solución. El general Gold, responsable del área de investigación y desarrollo de las Fuerzas de Defensa, impulsó decididamente un sistema antimisiles a partir de 2004. Dicho general también trabajó para persuadir a los políticos de financiar el programa. Estados Unidos participó activamente en el apoyo presupuestario, aportando US$ 1600 millones, dado que dicho país, está interesado en el desarrollo de estos sistemas para la seguridad de sus despliegues y bases en el exterior. En mayor de 2023, el Ejército de Estados Unidos, reconoció formalmente que contaba con una batería plenamente operativa. Israel vendió sistemas a la India y Azerbaiyán. Existe un creciente número de países con interés en este sistema, dado su eficacia.
La Segunda Guerra del Líbano en 2006, puso en evidencia ante la muerte de casi medio centenar de civiles y la evacuación de 250.000 ciudadanos ante la amenaza de los cohetes y misiles lanzados por los terroristas de Hezbollah, la vulnerabilidad del país ante este tipo de riesgos. Esto llevó a considerar en serio la necesidad de desarrollar un sistema de defensa multicapa. Las trayectorias parabólicas, asociadas al corto intervalo de tiempo para activar un sistema de contramedidas fueron serios desafíos a la hora de diseñar el Iron Dome. La amenaza que significó el uso de las mismas armas por parte de los terroristas con base en Gaza, aceleró los tiempos de desarrollo. En 2007 el proyecto estaba en marcha y en tiempo record fue puesto en servicio. Prueba de las capacidad y talento israelí para dar respuestas a los desafíos para la seguridad nacional. El resultado fue un sistema móvil, destinado a contrarrestar ataques con cohetes y misiles de corto alcance, munición de artillería y granadas de mortero. Es un sistema de corto y muy corto alcance o V- SHORAD, como se denominan en su acrónimo en inglés, con un alcance máximo de 70 km. Ha sido diseñado para operar todo tiempo y en condiciones climáticas muy adversas. En 2011, el ministro de Defensa, Ehud Barak, declaró operativo el sistema, ordenando su despliegue.
El sistema Iron Dome, está destinado a la protección de ciudades israelíes y puntos sensibles, consistente en un sistema de detección y seguimiento, mediante radar, sistemas de comando y control, para la gestión del campo de batalla, con la capacidad de poder interoperar con otros sistemas. El radar especialmente diseñado por la casa Elbit, envía los datos al sistema, que determina la trayectoria, velocidad, para ejecutar la interceptación mediante misiles disparados desde un contendor móvil. La computadora, evita lanzar los misiles, si no hay probabilidad de éxito de destruir los proyectiles lanzados. Por eso el alto grado de eficacia, estimado en sus primeras pruebas operativas reales de un 90% de los ataques. La batería Iron Dome, puede ser fija o móvil, cuenta con un contenedor de 20 misiles. El sistema es operado de forma remota, lo que facilita su empleo disperso y le da gran flexibilidad, como seguridad a quienes lo operan.
Los misiles han sido especialmente diseñados con espoletas de proximidad y ojivas especiales. La plataforma fue desarrollada sobre el misil aire – aire Python 5 de diseño y fabricación israelí, considerado uno de los mejores en el mercado. Estas armas fueron muy eficientes al abatir blancos móviles muy pequeños, como los drones de ataque lanzados por el grupo terrorista Hezbollah. El Iron Dome forma parte del sistema de defensa antimisiles israelí, donde se integran medios de mayor capacidad como el David Sling. En ambos casos, los sistemas son operados por la Fuerza Aérea de Israel.
El gran desafío, es el enorme arsenal de cohetes y misiles de corto alcance, además de otras municiones, por parte de los grupos terroristas que operan en Líbano y Gaza. Los expertos hablan de miles de municiones, proyectiles diversos y cohetes, que han ido mejorando su alcance y puntería. El costo de lanzamiento de cada misil de Iron Dome, es de unos US$ 75.000 a 100.000. Los terroristas lo saben y buscan con sus acciones, encarecer más las respuestas, con el objetivo de provocar una sangría económica al sistema defensivo israelí. Esto llevó al desarrollo de sistemas láser o “térmicos”. El entonces primer ministro Bennett, en febrero de 2022, señaló que para 2023/2024, el primer sistema de este tipo estaría operativo, conocido como Iron Beam. También en febrero de 2022, la versión naval de Iron Dome, fue desplegada en las corbetas SAAR 6, llevando a cabo interceptaciones exitosas. Esto permitirá mayor flexibilidad en su empleo, obligando a las fuerzas de cohetes de los grupos terroristas en Gaza a dividir fuerzas.
El sistema ha sido objeto de críticas, especialmente por el costo de las interceptaciones. Pero no cabe duda que ha demostrado ser un sistema muy eficaz, desarrollado en un breve lapso de tiempo, y que a pesar del costo de los misiles del Iron Dome, ha logrado reducir drásticamente la amenaza, con sus daños materiales y humanos asociados. El problema, a nuestro entender, no reside en los costos del empleo y despliegue de este magnífico sistema, sino cuestiones políticas, entre ellas, la imposibilidad de actuar directamente sobre las fuerzas terroristas. Esto obliga a Israel a una actitud defensiva, activándose en los casos de ataque, que son respondidos con las contramedidas correspondientes, y ataques muy puntuales sobre la infraestructura militar del enemigo. Los importantes daños materiales, como la muerte de civiles en estos casos, se debe básicamente que las milicias de la YIP como de Hamas, operan en un entorno urbano, con una enorme densidad de población civil. Existe un doble juego. Por un lado, los ataques son para mostrar la vulnerabilidad de Israel; por otra parte, las acciones de represalia, con sus daños colaterales, son mostradas al mundo como acciones contra la población civil palestina.
El gran problema, lo constituye la capacidad de reposición de pérdidas de los terroristas en la Franja de Gaza. Dado el contexto geopolítico en la región, Israel deberá seguir lidiando con el riesgo de nuevos ataques a sus fronteras.
Fuente: LA POLIS
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