“Detrás de cada Jaial y de cada voluntario, hay una historia y una familia” – Daniel Simelman

Daniel Simelman vive con su familia, su mujer Dafne, sus seis hijos y cinco nietos en Israel desde hace treinta años cuando llegó desde la Argentina.

Orgulloso de que tres de sus hijos estén en este momento sirviendo en el Ejército, “participando de esta justa guerra, defendiendo a Israel, a nuestras casas y nuestras vidas, nuestras familias”, dialogó con Radio Jai en donde brindó un panorama de la situación allí y de todo lo que se ha puesto en marcha para asistir a todos quienes lo requieran es estos momentos tan difíciles.

Uno de sus hijos, Jaim es comandante de las Fuerzas de Golani participó en los días posteriores al feroz ataque del 7 de octubre, y hoy continúa sirviendo en el sur. Kfir, es Mayor en el Ejército, y está en el Norte desde hace un mes y medio. El hijo mayor, que está casado, está sirviendo como reservista en la zona de Hebrón.
“Mis hijos hace un mes y medio que no se sacan las botas, que no se bañan, que no duermen en una cama, están en el descampado, cuidando, preparados”, grafica Dani, y subraya que “esa es la vida en Israel, estar contentos y dándolo todo. “

Explica que cuando hablamos de soldados, de los que esperamos tanto, estamos hablando de chicos de 20 años. Para ellos pide nuestra ayuda, nuestras oraciones, y remarca en ellos el espíritu y la fuerza que inspiran confianza en cada israelí.

Respecto de cómo se vive como padres tener a sus hijos en lugares tan peligrosos Dani asegura que “son ellos los que nos dan fuerza a nosotros”.

Esta situación también genera acción, y es eso lo que están realizando, con el firme propósito de hacer el bien. Así es como juntamente con la fundación “Ayuda a Nuestra Argentina”, liderada por Ariel Cohen Sabban, han formado un grupo de 15 voluntarios, quienes trabajan ayudando a los demás, visitando enfermos, llevando comida, alegrando a niños con regalos y juegos.

Destaca Simelman como muy importante, el hecho de hacer hasbará (esclarecimiento), cada uno en su entorno, entre personas de la comunidad o fuera de ella. Dijo que es necesario que la gente sepa realmente lo que pasó ese fatídico 7 de octubre, que fue real, aunque pueda parecer una película de terror. Lo que por supuesto también se requiere ayuda económica, porque en estos momentos las necesidades en Israel son infinitas.

Dani cuenta que apenas dos días después del ataque del 7 de octubre, comenzaron con el proyecto de asistencia. En su caso contrataron una cocina industrial y comenzaron a repartir enorme cantidad de comida a los soldados, porque era imposible que el Ejército pudiera afrontar de repente (e inesperadamente) una demanda de 300 mil jaialim y llegar a cada punto del país con comida caliente Ya en este momento el Tzahal está armado, ya normalizado.
Subraya Dani el compromiso de los soldados frente a esta situación, quienes salen a cumplir con su deber al primer llamado, listos para luchar y defendernos. “Detrás de cada Jaial y de cada voluntario, hay una historia y una familia”, subrayó.

Después del atentado ha quedado también mucha gente desplazada, que han perdido su casa, o que debieron evacuar la zona. Dani nos pide imaginar como si de repente viviéramos en el barrio de Belgrano y nos trasladan a Mar del Plata o a Formosa, con toda la familia en una habitación sin sus cosas, sin juguetes para los niños, y sin escuela; el caso de miles de familias, y que entonces cada granito de arena es importante. Por eso cada ayuda es significativa: actividades lúdicas, compañía, comida, asistencia psicológica y hasta una sesión de masajes para mitigar el estrés en estos momentos tan duros.

Para quien desee colaborar, pueden hacerlo a través de Instagram @ayudaranuestraargentina, en donde responderán inmediatamente a los mensajes o por mail a [email protected]

Redacción: Prof Cita Litvak

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