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El Cuarto Hombre

Por Luis Fuensalida

En días pasados, se conoció la noticia que el ciudadano libanés, naturalizado brasileño en 1987, Farouk Abdul Omairi, de 78 años, quién se hallaba prófugo e imputado de colaborar en las actividades que posibilitaron el atentado terrorista a la sede la AMIA, el 18 de julio de 1994, Buenos Aires, Argentina, será juzgado en Brasil, a raíz de la Captura Internacional, con Circular Roja de INTERPOL, librada en junio ppdo., por el Juez Federal Daniel Rafecas, solicitada por el Fiscal de la Causa AMIA, Sebastián Basso.

Como la Constitución de Brasil, expresamente impide la extradición de nacionales o de aquella persona a la que se le haya sido otorgada la ciudadanía brasileña, en fecha anterior al delito que se le impute y motiva el pedido para ser extraditado, en función del Art. 1ro. incisos 1 y 2, del Tratado de Extradición de 1967, firmado por Argentina y Brasil, se arribó al acuerdo de ser juzgado en el país hermano, tal como se combino el pasado 11 noviembre,  entre el Ministro de Justicia y Seguridad Pública brasileño, Flavio Dino y su igual de Justicia de Argentina, Martin Soria, en el marco de la Cumbre de Ministros de Justicia del MERCOSUR, y con el objetivo del Fortalecimiento de la Cooperación Jurídica Internacional, en lo civil y en lo penal.

En mi columna del 21 de junio ppdo., con el título, EL TERCER HOMBRE, se abordó el caso  del tercer individuo, que junto a los imputados prófugos de la Causa AMIA, el iraní Mohsen Rabbani y el libanés, fallecido en febrero del 2008, Imad Muniyeh, fueron los principales actores en el atentado terrorista, me refiero a Salman Raouf Salman, alias Samuel Salman El Reda, también libanés, y ahora, haré lo propio con este CUARTO HOMBRE, Farouk Abdul Omairi.

Pues bien, de los informes de inteligencia y de testigos de identidad protegida, sindican a Farouk Omairi, Salman Raouf Salman (a) Samuel Salman El Reda y a Mohammad Youssef Abdallah, este último uno de los primeros en instalarse en Ciudad del Este, Paraguay, como los principales activistas y miembros del Hezbollah en la región de la Triple Frontera.

Siempre, a partir de dichos informes, el nombrado Omairi mantuvo un contacto regular con la embajada de IRÁN en Buenos Aires, y también con la mezquita At Tawhid, del barrio de Flores, incluso habría residido en ésta por un breve tiempo, y en 1991 estuvo en Mar del Plata de vacaciones con otros libaneses, y junto Ali Hussein Abdallah, su socio en la Agencia de Turismo PILOTO, se vincularon con la mezquita Husseinia y  con la Asociación de Caridad Islámica, según consta en un informe del fiscal Alberto Nisman, probando la conexión entre Omairi y Mohsen Rabbani, la que sería importante para ayudar en la concreción del atentado a la AMIA, lo que quedó documentado en la causa, con las comunicaciones telefónicas, desde la agencia PILOTO, la que fue abierta con fondos del Hezbollah, y por lo tanto, considerada una empresa pantalla de la organización terrorista libanesa.

La citada agencia de turismo, entre las actividades ilícitas que llevó a cabo, ayudó a operativos de Hezbollah a obtener documentos falsos, pasajes y certificados de residencia apócrifos, con lo cual tenía un rol primordial para facilitar el ingreso de elementos terroristas, sin ser descubiertos, provenientes del Líbano, y también se complementaba, como casa de cambio y proveía el servicio de envíos de dinero.

En su momento, INTERPOL Brasil, informó que las comunidades chiitas residentes en Foz Iguazú y Ciudad del Este, tenían vínculos probados tanto con Hezbollah como con grupos terroristas palestinos.

De acuerdo al testimonio de un testigo protegido, el líder de Hezbollah, el sheik Hassan Nasrallah, le ordenó a Omairi, y a otro individuo, Abbas Hijazi, que proveyeran a los agentes de la red Barakat, pasajes y documentos falsos, como así también, dinero y mapas de la región y de Buenos Aires, particularmente, y la información necesaria para contactarse con elementos en CABA, al menos uno, miembro del personal de la embajada iraní en esta ciudad, asimismo, Omairi habría estado vinculado con el ingreso a Ciudad del Este, de Ibrahim Berro, el atacante suicida en el atentado a la AMIA, que lo hizo con pasaporte europeo falso, y se le facilitó nueva documentación apócrifa para viajar a nuestro país y llevar a cabo el ataque terrorista, lo  que consta en el informe Nisman.

El 1 de julio de 1994, Samuel Salman El Reda recibió en el aeropuerto internacional de Ezeiza, al equipo de Hezbollah, encargado de perpetrar el ataque, y desde esa estación aérea se comunicó a las 10,53 al celular registrado en Foz Iguazú, a nombre de un tal André Marques, línea telefónica que pertenecía a la Agencia de Turismo PILOTO, propiedad de Omairi, incluso esa misma noche del 1 de julio, El Reda comunicó al mismo celular, que los operativos de Hezbollah estaban en las casa seguras que tenía El Reda en Buenos Aires, llamada realizada desde un teléfono público ubicado a 1,5 km del edificio de la AMIA, y luego hizo lo propio, desde el mismo lugar, a la Oficina Central de Hezbollah en Beirut, pero respecto al celular de Marques, no caben dudas que se utilizó para coordinar el atentado desde la Triple Frontera, como consta en el informe Nisman.

Es relevante señalar, que el 12 de julio se realizó un llamado desde un teléfono público  aproximadamente a unos 4 km. del edificio de la AMIA, a un número en New York, y minutos más tarde, se hizo lo propio al celular del falso Marques, esta operación se repitió el día 17 de julio, y cabe señalar que desde el mismo teléfono público se realizaron llamadas al Centro de Comunicaciones de Hezbollah en Beirut, lo que prueba un sistema de control y comunicación entre, Buenos Aires, la Triple Frontera, New York y Beirut, lo que también está documentado en el citado informe Nisman.

Ahora bien, el celular del tal André Marques, recibió llamadas  desde Buenos Aires, desde el 1 de julio hasta el mismo día 18, tras lo cual nunca más se utilizó la línea, la última llamada se realizó a las 07,41 del 18 julio, es decir, aproximadamente dos horas antes de producirse el atentado, y unos 40 minutos antes que Samuel Salman El Reda y el equipo de Hezbollah abordaran el vuelo que partió desde el aeroparque Jorge Newberry con destino a Iguazú.

Tanto Farouk Omairi, Samuel Salman El Reda y Assad Ahmad Barakat, fueron figuras claves en las actividades no sólo de la organización terrorista Hezbollah en la Triple Frontera, sino también de conformar una red criminal dedicada al contrabando, la piratería informática, el tráfico de armas y lavado de activos, valiéndose de agencias de turismo y empresas comerciales de importación y exportación, sin embargo, el negocio más lucrativo lo constituyó el narcotráfico a partir de los años 80 en esa región, pues a finales de la década anterior, el Hezbollah comenzó a utilizar el comercio ilegal de drogas como resultado del crecimiento de la producción y comercialización ilícita de éstas en el Valle del Bekká, Líbano, según un informe de la DEA, además a raíz de sus vínculos con los grupos libaneses en Latinoamérica, se conectaron con los Cárteles colombianos y en el presente con los brasileños, como el caso del Comando Vermelho.

En el caso particular de quién nos ocupa, Farouk Omairi, en el 2006, la Policía Federal de Brasil, lo arrestó en el marco de la llamada Operación Camello, por la utilización de su agencia de turismo y de cambio de divisas, para la falsificación de documentos y lavado de dinero del narcotráfico, en esta investigación colaboró el Depto. del Tesoro de los EE.UU., con un informe donde se identificó a Omairi y su socio Abdallah, como agentes de Hezbollah, como así también, Omairi operaba como coordinador regional de la organización terrorista libanesa, en el suministro de documentación falsa, brasileña y paraguaya, con el fin que se obtuvieran ilegalmente ciudadanías brasileñas, y por los delitos de narcotráfico y falsificación de documentos, la Juzgado Federal de Foz Iguazú, a cargo de Rafaela Santos Martins,  lo condenó a la pena de 11 años y 8 meses de prisión.

Omairi, también estuvo relacionado en otras operaciones de narcotráfico entre Latinoamérica, Europa y Oriente Medio, junto a su socio Abdallah, que actuaba como responsable del giro de dinero al Líbano y de la operativa inversa, recibir fondos para financiar las actividades de Hezbollah en la región, por lo cual no quedan dudas que ambos eran piezas importantes en la red criminal del Clan Barakat, y por ende de Hezbollah.

La pertenencia de Omairi al Hezbollah, se remonta al año 1988, cuando en agosto de dicho año, fue detenido un operativo de la organización terrorista libanesa, Mohammed Abdel Taki, en Costa de Marfil, África, quién intentó embarcar con destino a Francia, cerca de 70 kg. de explosivos, detonadores, granadas, lanza misiles y armas portátiles, y entre sus pertenencias se encontró una agenda en la que figuraba como miembro activo y contacto, Farouk Omairi con su número telefónico y la dirección, Av. Brasil 421, Foz Iguazú, Brasil.

Ahora, si realizamos una síntesis en relación a las Capturas Internacionales libradas por la Justicia Federal Argentina, que han dado lugar a las Circulares Rojas de INTERPOL, renovadas hasta el 2027, respecto a las personas imputadas por el atentado a la sede de la AMIA, el 18 de Julio de 1994, con distintos grados de participación, la lista la componen: los ciudadanos iraníes, Mohsen Rabbani, Ahmad Vahidi, Alí Fallijian, Mohsen Rezai, Ahmad Asghari, los libaneses, Salman Raouf Salman, alias Samuel Salman El Reda, su hermano Abdallah Salman, alias José El Reda, Hussein Mounir Mouzannar y Farouk Abdul Omairi, haciendo la salvedad que la correspondiente captura internacional y circular roja sobre Imad Muniyed quedó sin efecto por su deceso en el 2008, al igual que la de Alí Hussein Abdallah, alias EL Tawil, quién falleció por Covid.

Finalizando la columna, la conclusión es: tras casi 30 años del atentado a la sede de la AMIA, uno de los considerados participes necesarios y el gran coordinador, Farouk Abdul Omairi, que según la Justicia Federal de nuestro país, fue declarado en “rebeldía”, y se halla suficientemente probada su pertenencia y/o cooperación con “de el brazo armado Hezbollah”, como partícipe secundario, será juzgado, lo que constituye un hecho más que relevante, pues es el primer acusado prófugo que puesto a derecho afrontará un juicio en relación al ataque terrorista más sangriento sufrido por nuestro país, y a quién el asesinado fiscal federal Alberto Nisman, consideró como el real y mayor representante de Hezbollah en la región de la Triple Frontera, por eso la frase elegida para el cierre de esta columna es del libro de Devarim o Deuteronomio 12, versículo 20, “Tzedek, Tzedek, Tirdof”, “Justicia, Justicia, perseguirás”. AM ISRAEL JAI!!!

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