La comunidad judía de Chile acusa al Presidente Boric de importar el conflicto de Medio Oriente
Como Comunidad Judía de Chile expresamos nuestro repudio ante la reciente decisión del gobierno chileno de sumarse a la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Israel. Esta acusación, es un grave error desde el punto de vista jurídico y de política exterior que no solo polariza, sino que también ignora las verdaderas necesidades y deseos del pueblo chileno.
Como judíos chilenos, nos sentimos profundamente afectados por decisiones que parecen priorizar intereses ideológicos sobre el bienestar de todos los ciudadanos. Estas decisiones no solo distorsionan la realidad y alimentan la polarización, sino que también han contribuido al preocupante aumento del antisemitismo en nuestro país. Los discursos y acciones que demonizan a Israel son injustos, fomentan el odio y la discriminación, poniendo en peligro la seguridad y la integridad de nuestra comunidad. El incremento de incidentes antisemitas, desde vandalismo hasta agresiones verbales y físicas, es una clara señal de que estas políticas están teniendo un impacto negativo en la convivencia y la cohesión social en Chile.
Nos preocupa que el presidente no se haya manifestado contra el antisemitismo ni haya condenado los actos de agresión y discriminación que se han dado en nuestro país. Es el único mandatario en la historia de Chile que jamás se ha reunido con la comunidad judía.
El Presidente Gabriel Boric, quien frecuentemente habla de paz, ha importado el conflicto del Medio Oriente a Chile desde el inicio de su mandato. Esta intervención activa en un conflicto externo, utilizando recursos fiscales, se percibe claramente como una acción que prioriza sus propios intereses personales sobre los de la nación, mostrando un claro sesgo frente al tema y no representando en absoluto los intereses de la ciudadanía.
Resulta extraño que el presidente quien dice escandalizarse por la situación de Nicaragua, Venezuela o Ucrania, mantenga una actitud absolutamente contemplativa hacia esos países, a diferencia de cuando se trata de Israel.
Gabriel Boric ha decidido ignorar deliberadamente las necesidades y deseos de su población al anteponer sus propios intereses por encima de las relaciones diplomáticas históricas. Esta postura ha llevado a un intento deliberado de poner fin a décadas de cooperación fructífera entre Chile e Israel. En lugar de valorar los beneficios mutuos obtenidos en áreas cruciales como la tecnología, la salud y la seguridad, ha preferido seguir una agenda personal que amenaza con deshacer años de colaboración y progreso. Chile desea vivir en paz y prosperar.
Como Comunidad Judía de Chile, emplazamos al Presidente a enfocar sus esfuerzos y recursos públicos en mejorar el bienestar de todos los chilenos y respecto al conflicto de Medio Oriente bogar por el diálogo y la paz para toda la región.
Desarrollo histórico del antisemitismo en Chile – Mario Sznajder – Radio JAI
“DDHH sí, menos a los judíos”: La reacción del embajador de Israel en Chile tras anuncio de Boric
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