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El Gran Hermano Cubano

Desde el pasado 28 de julio, el dictador Nicolás Maduro ha redoblado su apuesta de hundir a Venezuela en un régimen totalitario, donde la represión, las detenciones ilegales, la desaparición forzada de personas y la persecución de opositores, se ha intensificado desde el final del proceso electoral, mientras, las denuncias de fraude de la oposición por un lado, y por otro, las autoridades electorales, el CNE, como una Justicia cooptada y subordinada al gobierno chavista, han dado como “legítimo” el resultado que reconoce a Maduro, en tanto presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que en el ámbito internacional, sólo hasta ahora, ha sido ratificado por los regímenes autocráticos y teocrático de, China, Rusia, Corea del Norte, Cuba y la República Islámica de Irán, mientras gran parte del resto de los países, se han posicionado entre la cautela diplomática de no reconocer el resultado sin el apoyo documentado y el rechazo del mismo.

En este escenario, es indudable que el rol de la dictadura de Cuba, ha sido y es, un factor fundamental en el mantenimiento del régimen chavista en el poder, pues para La Habana es una cuestión existencial, que Nicolás Maduro se mantenga en el poder, lo que trataré de demostrar seguidamente.

El llamado “Período Especial en Tiempos de Paz” en la historia cubana, se inicia tras la caída de la URSS, y donde La Habana, tiene que hacer frente ya no al peligro de una invasión de los EE.UU., sino a la situación planteada por el embargo y las sanciones económicas, y por lo tanto, en la agenda de su política exterior, además de la “exportación del castro-comunismo”, está la necesidad de un nuevo socio comercial, y se hizo imperioso para el régimen.

En el 2005, Fidel Castro en un discurso que dio en Cuba, aseguró que se estaba al umbral de la “invulnerabilidad económica” de la isla, cuando declaró, “tenemos dos puntales económicos, China y Venezuela, no necesitamos más…”, una afirmación que se correspondía con que Beijing y Caracas, se habían convertido en sus principales socios comerciales, relegando a España y al Canadá, pero en el caso del régimen chavista, las relaciones iban mucho más allá del sector comercial, se extendían a los campos de la energía, de los alimentos, de la defensa y el geopolítico, y todo esto, reforzado por la llamada ideología el Socialismo del Siglo XXI, pregonado por Hugo Chávez, quién dos años más tarde diría, “Cuba y Venezuela son una sola nación, pues en el fondo, somos un solo gobierno…”.

La llegada de Chávez al poder en 1999, inicia el proceso de interdependencia cubana-venezolana, y un año más tarde, se constituía en el principal socio comercial de Cuba, superando el intercambio comercial a España, y es así, que se firma un Acuerdo de intercambio de petróleo venezolano por servicios “profesionales” y asesoría estratégica, es decir, médicos, enfermeras, y muy importante, docentes para propagar el adoctrinamiento y asesores militares para las estructuras de seguridad, defensa e inteligencia, de manera tal que para el 2013, la presencia cubana alcanzaba aproximadamente al 75% de aquellos servicios, y esto explica, que un año antes, con un Hugo Chávez en su etapa terminal de cáncer, la figura de Nicolás Maduro como su sucesor, tenía el beneplácito de La Habana, y también explica que tras la muerte de Fidel Castro y Chávez, tanto Miguel Díaz Canel como Maduro, hayan ratificado la alianza entre ambos regímenes.

En el escenario actual, donde Venezuela atraviesa por una crisis aún más grave, que la acontecida en el 2019, cuando el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó como “presidente encargado”, la pregunta no se limita a ¿Qué está en juego para Venezuela?, sino también, ¿Qué se juega para Cuba esta crisis?

Recordemos, que en el 2021 el régimen cubano vivió una de las peores crisis, el 11 de julio miles de personas salieron a protestar en las calles de distintas ciudades, por los cortes de luz y la escases de agua y alimentos, siendo reprimidas por las FF.SS., pero la condena internacional, casi mayoritaria, ha replanteado las políticas de la dictadura debido a lo ocurrido el 11J, lo que ha puesto a Díaz Canel en un brete, pues si no recurre a la represión y el encarcelamiento, y se inclina por calmar a las manifestaciones populares por otros medios, como sería satisfacer las demandas que le propongan, iría en contra de los principios de la dictadura, como ser impedir el disenso.

En líneas generales, las encuestas realizadas tras el 11J, un casi 63% de las personas encuestadas han respondido, que no creen que las FAR, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, tal la denominación de las tres FF.AA., sean aliadas a la ciudadanía, más del 80% ha perdido la confianza en el Partido Comunista Cubano y el 76% tampoco confía en ninguna de las instituciones, quizás se podría hacer un paralelismo con lo que piensa el pueblo venezolano en el presente.

Pero si hablamos de paralelismos, como lo señalé en la columna del 24 de julio pasado, el factor militar, se podría decir, que es la piedra angular sobre la descansan ambas dictaduras, en el caso de Cuba las FAR, tras el colapso del bloque soviético, comenzaron a tener un rol cada vez mayor en la economía, que se ha concretado en gestionar las empresas de valor estratégico, un proceso que se inicia con Fidel Castro, lo continua su hermano Raúl y se prosigue con el actual presidente Díaz Canel, con el objetivo de apuntalar el control y el poder del régimen, más allá de los cambios que se implementaron, pero que de poco han favorecido el crecimiento y el desarrollo económico, como consecuencia de una compleja burocracia y un inmovilismo, producto de una visión clásica de épocas de la Guerra Fría, en lo político, económico y social.

Ahora bien, más allá que con Raúl Castro a partir del 2013, se dieron ciertas libertades a emprendimientos privados que dio lugar a la aparición y desarrollo de cuentapropistas, las FAR controlan más de 840 empresas, como ser en el sector turismo, en el mercado financiero, en particular las casas de cambio, en la explotación minera, en la exportación del tabaco, en el campo de la biomedicina y en la compañía cubana de aviación, y de esta manera, se aseguran las FAR el ingreso de capitales que minimice, la reducción del gasto militar, como producto de las sanciones económicas aplicadas por los EE.UU. y una gran parte de los miembros de la U.E..

Un modelo similar fue aplicado por Hugo Chávez en Venezuela, es por esto, que los militares venezolanos se han hecho con la dirección y las actividades de empresas de los siguientes sectores, el energético, la minería y la producción de alimentos y de medicamentos. En el primero de los mencionados, me refiero a la compañía petrolera estatal PDVSA, que proporcionan más del 90% de los ingresos nacionales, en el caso del segundo, se traduce a través de empresas como, la Camimpeg o Cía. Anónima Militar de Industrias Mineras, Petroleras y Gas, que inició sus actividades en el 2016, habida cuenta que Venezuela posee las reservas más grande a nivel global de diamantes, oro y bauxita, y en menor medida también de uranio, y en con respecto al último sector, los militares controlan la producción, la distribución y comercialización de alimentos, y lo mismo en la cadena de medicamentos, y este sector está directamente bajo la conducción del actual ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, en resumen, cerca de un millar militares, en actividad y en retiro, se encuentran a cargo de diferentes funciones en la dirección de empresas relacionadas con la economía y las finanzas.

En la actualidad, el interés de los militares por el mantenimiento del régimen, pasa más por las ganancias que obtienen en el control de las actividades económicas señaladas, que por razones meramente ideológicas, valga como ejemplo, las pingues ganancias que obtienen a través de las empresas que controlan, beneficiadas por el valor del dólar preferencial, lo que le genera una elevada renta, derivada de la brecha cambiaria, e incluso en aquellos sectores de la actividad económica, como ser las pymes, comercios, telecomunicaciones y la banca, que están en manos de privados, pero están bajo el control y la supervisión a través de entes gubernamentales a cargo de militares, por el caso, la fabricación de juguetes, editoriales de libros escolares e incluso en la producción de artículos de limpieza.

Además de lo señalado, hay dos elementos más a tener en cuenta, uno es la presencia y actividad de ciertos personajes de la cúpula militar y funcionarios del gobierno chavista, en actividades ilícitas como ser, el narcotráfico a través del Cártel de los Soles, el contrabando de armas y de combustible, la minería ilegal y los vínculos con organizaciones terroristas como las FARC Disidentes y el ELN, el otro elemento es la presencia y la actividad, en las FF.SS., en las FF.AA. y en la estructura de Inteligencia y Contrainteligencia, de militares cubanos y efectivos de las FAR, una incidencia del régimen castro-comunista de La Habana, que no se inició con la llegada de Hugo Chávez al poder, pues la intervención cubana en Venezuela data de la segunda mitad del siglo pasado, cuando un contingente conformado por miembros del PC de Venezuela entrenados en Cuba, junto a efectivos militares cubanos al mando del entonces coronel Arnaldo Ochoa, quién años después fuera fusilado por orden de Castro, expedición ésta que fracasó, y luego, con el desembarco de un grupo guerrillero también procedente de Cuba, en la playa de Machurucuto, a unos 160 km de Caracas, en mayo de 1967, y ese grupo estaba integrado, además de efectivos cubanos, por miembros del partido MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionario de Venezuela, finalmente, esta intervención militar pergeñada por el propio Fidel Castro, fue abortada por la Armada venezolana y derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos Estados.

Esos eventos, junto a otras intervenciones militares cubanas, en el marco del llamado Período de Exportación de la Revolución como ser, Panamá en abril de 1959, en junio de ese mismo año Nicaragua, en donde con el tiempo fue el embrión del Ejército Sandinista de Liberación Nacional, en paralelo, también en junio de ese año, se llevó a cabo una operación con elementos aerotransportados en República Dominicana, que fracasó, luego en agosto se intentó algo similar en Haití, y no olvidemos, que en 1962 Ernesto CHE Guevara, planificó crear un foco guerrillero en la provincia de Salta, Argentina, que se materializó en 1963 con el grupo liderado por el argentino Jorge Massetti, que pese a ser desbaratado ese grupo guerrillero rural, es la génesis del Ejército Revolucionario del Pueblo, el ERP.

Además de las intervenciones precitadas, Fidel Castro adoptó la estrategia de atraer a jóvenes de la izquierda de países latinoamericanos, para darles entrenamiento y capacitación en tácticas de guerrilla urbana y rural, para que después volvieran y las aplicaran en sus propios países de origen, como sucedió con elementos del Movimiento Montonero, pero con el fracaso de imponer a través de acciones armadas, gobiernos afines al ideario castro-comunista, y tras el fin del imperio soviético, el dictador cubano adoptó la estrategia por la cual, a través de procesos democráticos, personajes como Hugo Chávez llegaran al poder e impusieran el llamado Socialismo del Siglo XXI, una versión travestida del socialismo de Estado.

Finalizando la columna de hoy, mis reflexiones son las siguientes: 1.- pienso que la actual crisis que vive Venezuela, mucho más grave que las anteriores, y teniendo en cuenta el escenario internacional, con Rusia complicada en la guerra en Ucrania e Irán con el recrudecimiento del conflicto de Medio Oriente, para el régimen de La Habana la continuidad en el poder de Nicolás Maduro, es una cuestión existencial, 2.- para el chavismo, la presencia de militares cubanos y el apoyo de La Habana para mantener el régimen, también es importante, y 3.- a mi criterio, lo más determinante en como decantará la actual crisis venezolana, pasa por el rol de las FF.AA. bolivarianas, habida cuenta, la presencia y control militar en el entramado complejo político-económico ya señalado, como asimismo, cuál será el futuro de las mismas, en un proceso de transición a mediano plazo, y de acuerdo, a como se articulen las estrategias que determinen el control del poder civil sobre el sector militar, como corresponde en toda democracia genuina y consolidada, pues mientras no se prevean estas contingencias, los militares seguirían apoyando al actual régimen, por todo lo analizado, la frase final es la expresada por Abraham Lincoln, el 19 de noviembre de 1863, “La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…”.-

 

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