Resentimiento Artificial
Hace horas que se entregaron los premios al cine nacional. Reconocimiento a la vida que vemos en las grandes pantallas, reflejo de la mirada que los artistas en sus diferentes roles muestran en ese mundo mágico de la proyección que en lo personal tanto me agrada.
Se escucharon muchos discursos. Los que no estábamos en el estrado como si asistiéramos a un resumen de todas la obras y sus protagonistas quedamos identificados, perplejos o entristecidos pasando por el enojo y el desagrado, frente a los que nos mostraron los galardonados.
El Señor Norman B, desaprovecho una oportunidad única en su status de judío. Defender realmente a ambos estados, Israel y Palestina. Defender la paz.
Cuantos “olvidos” hubo en lo que dijo.
Cuanto silencio cómplice de la muerte y el horror. No condeno la matanza de cientos de Israelíes acribillados el 7 de octubre, la crueldad de los actos cometidos a inocentes, el cautiverio de personas que siguen en túneles en condiciones inhumanas, entre ellos niños, adolescentes, seres humanos, judíos o no, de todas las edades, israelíes o argentino o de la nacionalidad que sean.
Gaza?, qué sabe usted señor?. ¿Honrar a sus antepasados? ¿Es un chiste? De muy mal gusto, por cierto.
El resentimiento es honrar? o es el desprecio por el origen, el suyo, lo que en sus palabras se escucha.
Cuántas denuncias de maltrato tiene usted? Es por eso que tal vez como psicólogo pueda dar algo de luz, si cabe la expresión, a palabras tan cargadas de odio y oscuridad, teñidas de maliciosa supuesta ignorancia.
Quienes han pasado aunque mas no sea mínimamente por su “escuelita” de teatro, bien pueden dar testimonio de la violencia ejercida a sus incautos alumnos y la desvalorización del semejante con la que usted esta acostumbrado en su mundo perturbado a manejarse.
Confundido en sus ideas, en su odio al gobierno de turno se enloda y también su judeidad.
En una democracia, que no es lo que se vive en “su defendida Gaza”, la derecha y la izquierda conviven. No vence una a la otra, se alternan, se combinan, viven, no se matan. Usted se enrosca en su cesta aturdido en sus mezquindades.
Señor Norman, la diversidad de pensamiento y tolerancia que hay en el judaísmo, y por ende en su aborrecido Israel, es algo que evidentemente le resulta incomprensible a quien apoya el ideal de la muerte.
Seriamos varios los que con gentileza aportaríamos a una colecta para que vaya a Gaza. Allí junto a sus ideas reivindicativas de Perogrullo pensadas para el empobrecido público seguramente será recibido con gran afecto.
Así podría como judío ejercer el bello arte de la actuación tan valorado por el occidente judeo-cristiano que usted ataca, reivindicando el terrorismo despiadado y bestial.
En Gaza tal vez encuentre algún disidente con quien pueda conversar sobre las oportunidades de disentir, y así podríamos saber por mano directa lo que es pensar distinto en ese lugar, sino lo mataron antes.
Por favor no se olvide si se cruza a alguna persona de diversidad sexual que no haya sido enterrada o sacrificada viva, en preguntarle por la libertad de acostarse con quien quiera.
Hay muchos creativos y actores como en tantos rubros, también en el cine, que no son heterosexuales y tal vez sea bueno el intercambio de experiencias. Avise si encuentra alguno.
Seguro va a ver varias mujeres muy contentas de vestirse libremente y sentirse par con sus compatriotas hombres con quienes le sugiero organice un gran encuentro de camaradería, así podrán intercambiar ideas muy satisfactorias de convivencia y amor en la igualdad. Gracias a Dios que eso pase, ay, perdón es que soy creyente. Aunque mi Dios no me pide que mate a nadie para que él sea grande. Algo que usted parece en su cerebro sin inteligencia ni siquiera artificial no compartir.
Ah ya que va le pido si ve por ahí a los secuestrados, a las chicas violadas y ultrajada y muchachos a los que les robaron más de un año, a los niños robados, a todos, dígales de nuestra parte que los seguimos esperando y lo haremos hasta que estén en casa.
Si se encuentra a ciudadanos civiles gazatíes coménteles que lamentamos que se hallen en un régimen que los oprime y que nos resulta incomprensible como personas de bien que alguno de ellos celebre la matanza de otros civiles. Que las muertes nos duelen siempre.
Recuérdeles, si puede y su agenda con los terroristas se lo permite, que nuestro ideal es la vida, mientras que la que les imponen sus líderes es el ideal de la muerte. Solo si puede, es que sabemos el terrorismo tiene urgencias por matar infieles.
Sabe, estaba pensando; en su nombre se encuentra la palabra NORMA, singular, pero sabemos que las normas están hechas para ser rotas o respetadas. Hay algunas de las que mas valoramos que no deben ser rotas nunca, menos desde los estrados incentivando el odio, a nadie por supuesto y aun con mas seguridad a lo propio. Eso hacen los sádicos, los perversos y los cobardes. Afortunadamente usted no es ninguno de esos.
Sabe a lo que hago referencia. NO ASESINAR, NO MENTIR, NO ROBAR (secuestrar es robar vidas)
Eso sí, la que no está cumpliendo, y perdone que se lo señale, es la de AMAR, Tikún Olam, escuchó alguna vez el concepto, significa sanar el mundo. Eso implica no cultivar el odio.
El peor de los movimientos evolutivamente de las corrientes psíquicas que conlleva el sadismo, que es la proyección sobre algo externo de lo violento propio de la especie, es quizás el rodeo que haga que recaiga sobre el sí mismo, masoquistamente. Un mecanismo lamentable y enfermo.
Entiéndase, sobre sí mismo, con ampliación también sobre lo propio, sobre lo familiar que en este caso sería despreciado, algo así como ir contra natura.
Todo eso, incluida la propia persona, que en un psiquismo sano lo que debería de amarse, cuidarse, quererse, los analistas le llamamos objeto de amor.
Teniendo en cuenta el trato que se da como judío, con brillos de bijouterie, muy por sentado en su progresismo barato, vuelvo a mis antepasados que seguro no necesitaban de la inteligencia artificial a la cual en su lugar le hubiera hecho caso.
(Cuando no se tiene neurona propia mejor recurrir a la artificial al menos es algo.)
Como le decía en el párrafo anterior, recurro a mis antepasados que estarían muy de acuerdo con los suyos seguramente me permito pensar. Y junto a ellos, al escucharlo, siento vergüenza ajena.
Bueno que para sentirlo hay que tener moral y principios nobles no enturbiados por el odio y el resentimiento nada artificial.
Una cosa más.
Que la buena suerte lo acompañe en Gaza. De todo corazón, la va a necesitar.
Lic en Psicología Rodrigo Reynoso
MN 42905 [email protected]
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