Entre la tragedia y la vida: Un recorrido por el memorial de Nova

Israel vive, se resiste, pero no olvida. Esta frase resuena con fuerza luego de una visita profundamente conmovedora que realizó Ianai Silberstein al memorial de Nova, el lugar donde ocurrió una de las masacres más impactantes en la historia reciente del país. En un encuentro de alta carga emocional, nuestro columnista relató su experiencia al recorrer el sitio donde, el 7 de octubre de 2023, el festival electrónico Nova se transformó en un escenario de horror, cobrando la vida de decenas de jóvenes.

El festival, que originalmente reunía a miles de personas para celebrar la música electrónica en una zona tranquila cerca de Gaza, se convirtió en un campo de terror cuando los terroristas de Hamas atacaron a los asistentes, matando a más de 200 personas. Hoy, el lugar, conocido por su belleza natural, ha sido transformado en un espacio de recuerdo y homenaje a los caídos. Árboles han sido plantados en honor a las víctimas, y varias fotografías de los jóvenes fallecidos cuelgan en distintos soportes, conservando sus rostros sonrientes y llenos de vida.

A pesar de la serenidad que parece rodear el memorial, el dolor y la tragedia siguen palpables. “Es un lugar de profunda belleza”, comentó Silberstein, “pero esa belleza está teñida por el sufrimiento, la magnitud de lo inesperado”. Cada rincón del memorial está impregnado de la memoria de aquellos que perdieron la vida, muchos de ellos jóvenes que buscaban simplemente disfrutar de una noche de música y diversión, lejos de las tensiones de la región.

A lo largo del recorrido, Silberstein relata cómo el sonido de las detonaciones aún resuena en la memoria colectiva. Las columnas de humo que se alzan desde Gaza, a poca distancia del memorial, y las alarmas de seguridad que interrumpen la calma en el centro de Israel, son recordatorios de la guerra que aún azota al país. El relato también incluyó la visita a un pequeño monumento que homenajea a las jóvenes observadoras que, al tratar de alertar sobre el peligro inminente, no recibieron la atención necesaria, lo que agravó la tragedia.

La experiencia vivida en Nova “resume la dimensión trágica de estos últimos años para Israel y el pueblo judío”. Sin embargo, y a pesar de las dificultades, el mensaje es claro: el pueblo de Israel sigue viviendo, y lo hará siempre.