“Me enamoró la inteligencia de Alberto” – Sandra Arroyo Salgado

La jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer del fiscal Alberto Nisman, compartió en una extenso y distendido diálogo en Radio Jai aspectos de su vínculo como pareja y madre de las dos hijas del asesinado fiscal de la causa por el atentado a la AMIA, a 10 años del magnicidio que conmovió a toda la Argentina y tuvo alto impacto internacional.

Desde su posición como madre y profesional de la justicia, compartió el profundo dolor personal que significó la pérdida de Nisman y la lucha por proteger a sus hijas en medio de una campaña de desprestigio y acoso mediático. “El peso de ser su exmujer fue difícil, pero nunca me paralicé. La verdad es un deber moral.”

Sandra recordó cómo se enamoró de Nisman, sus 17 años de convivencia, el carácter obsesivo y perfeccionista de ambos, la vocación por la tarea judicial y lo que eso trajo como conflicto que tal vez fue el detonante de su separación. Cabe recordar que los padres de Iara y Kala se encontraban separados 4 años antes del magnicidio. Pasar del enojo, la depresión, los miedos, a tomar el desafío de poner verdad cuando todo el aparato del gobierno de turno operaba para el encubrimiento y desprestigio fue un acto de compromiso supremo que asumió Arroyo Salgado por el padre de sus hijas, las niñas y de alguna manera por la república.

Arroyo Salgado destacó la solidaridad de la comunidad judía como un pilar fundamental en momentos críticos. Recordó su participación en las Macabeadas de Chile 2015, donde encontró apoyo para ella y sus hijas: “Ese encuentro fue un faro de esperanza en medio del dolor. La comunidad estuvo allí cuando más lo necesitábamos.” Este respaldo, aseguró, fue un ejemplo del compromiso con los valores de memoria, justicia y verdad que siempre caracterizaron la vida de Nisman. Agradeció al director de Radio Jai que fue gestor de ese momento al igual que al año siguiente de un viaje para un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano y luego a Israel, donde fueron recibidas entre otros, por el presidente Rivlin.

Para la jueza, el asesinato de Nisman simboliza una batalla más amplia contra el miedo y la injusticia. Afirmó que es necesario recordar su legado para evitar que el terror condicione las acciones futuras: “No podemos permitir que el miedo gobierne nuestras vidas ni nuestras decisiones”. Con firmeza, hizo un llamado a la resiliencia ya seguir luchando por la verdad.

“Este crimen fue un ataque no solo contra una persona, sino contra los valores democráticos y la justicia”, concluyó.

Para escuchar su testimonio completo, visite la entrevista en nuestro canal de YouTube.

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