“Nos dejaron solos”: El testimonio de una argentina en Israel sobre el ataque del 7-10

Ana Rajmilevich, una argentina que vive en Israel desde hace 25 años, recuerda el ataque del 7 de octubre con una mezcla de horror y resignación. Ese día, por casualidad, no se encontraba en su kibutz Mefalsim, ubicado a solo 1.3 km de Gaza, sino en el Mar Muerto. Al regresar, se encontró con el devastador relato de cómo más de 1,000 terroristas intentaron ingresar al kibutz, aunque gracias a un aviso se logró reducir su número. Aun así, 400 atacantes entraron por los campos, enfrentándose a solo 10 habitantes armados, mientras los generadores eran saboteados, dejando a la comunidad sin luz ni comunicación.

Ana sospecha que trabajadores palestinos que tenían acceso al kibutz pudieron haber pasado información a los atacantes. Relata que, un día antes del ataque, uno de estos trabajadores se marchó sin explicaciones, lo que refuerza sus dudas sobre una posible complicidad. Tras la masacre, los 800 habitantes del kibutz fueron evacuados a hoteles en otras ciudades. En marzo, cuando intentó regresar, encontró su hogar convertido en una base militar, con apenas 120 personas viviendo en condiciones extremas debido a los ataques constantes.

Su testimonio también refleja una fuerte crítica al gobierno de Israel. Ana siente que los habitantes de la zona cercana a Gaza han sido abandonados y calificados como ciudadanos de “cuarta categoría”. Afirma que el ataque pudo haberse evitado, ya que había advertencias previas que no fueron tomadas en serio. Además, menciona la profunda división que existía en la sociedad israelí antes del 7 de octubre y que persiste y cómo este ataque ha cambiado la percepción de la seguridad en el país.

Un testimonio en carne viva de una ciudadana israelí que vive el trauma pero que señala, ahí está mi casa. Mañana regreso a Mefalsim. Esa es nuestra vida y resignada no tiene esperanza en un cambio de realidad en esa dinámica de odio.

Respecto a la reacción del mundo y el antisemitismo nos dice: Estamos solos.

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