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¿Por qué las celebridades judías en Hollywood tienen tanto miedo de hablar sobre el antisemitismo?

Radio Jai-¿Por qué las celebridades judías en Hollywood tienen tanto miedo de hablar sobre el antisemitismo?

Por Steven Zeitchik

Me encanta Jesse Eisenberg. Desde sus papeles de niño prodigio hasta su actuación nerviosa en el film RED SOCIAL —y también en entrevistas con quien esto escribe y otros periodistas— siempre ha sido una inyección de energía. Rara vez una celebridad se esfuerza tanto por dar una respuesta honesta, o por deslizar un chiste hilarante. Pero Jesse Eisenberg también me ha desconcertado. Con su film UN DOLOR REAL Eisenberg ha hecho una película sobre el Holocausto. Sin embargo, en el circuito de premios, ha parecido notablemente reacio, por decir lo menos, a pronunciar una palabra sobre el antisemitismo actual, alejándose mucho del tema incluso en largas entrevistas televisivas.

Cuando volví a cubrir Hollywood el año pasado después de varios años de informar principalmente sobre otros temas, les dije a mis amigos lo agradecido que me sentía de estar de vuelta. Después de ocupar espacios donde hablar de la identidad judía no siempre era bienvenido, qué alivio, dije, ocupar un mundo que sí lo era. Esa ciudad de Los Angeles es, después de todo, el lugar del Centro Simon Wiesenthal y de las galas que organizan la United Jewish Appeal” (Apelación Judía Unida) y la Fundación Shoah. Los judíos en esta industria se sentirían cómodos hablando de los problemas judíos contemporáneos, muchos de los cuales tenían una resonancia particular después del 7 de octubre de 2023, ¿verdad?

Y, sin embargo, lo que he encontrado es incomodidad. Cuando el rapero y productor discográfico conocido como Ye… desató un torrente de publicaciones antisemitas y luego subió a un escenario para vender mercancía con esvásticas, un puñado de artistas judíos se pronunciaron sobre esta aberración, entre los que se contaron Gwyneth Paltrow, Michael Rapaport y David Schwimmer. Todo encomiable. Pero lo más notable fue cuántos no reaccionaron. Una celebridad que si hizo su aparición fue Adam Sandler, quien ha conseguido casi como ningún otro actor que el judaísmo sea entrañable para una amplia audiencia con películas como LA CANCIÓN DE JÁNUCA, NO TE METAS CON ZOHAN y NO ESTÁS INVITADO A MI BAT MITZVA.

En un momento en que la identidad judía se enfrenta a amenazas de tantos flancos, muy pocas personas de alto perfil en el entretenimiento parecen como obligadas a salir en defensa, siendo que a menudo están dispuestas a prestar su voz a otras causas. Y en un momento en que muchos judíos no afiliados han comenzado en privado a interesarse más por su identidad judía, sus análogos famosos en Hollywood han estado mucho menos dispuestos a describir sus propios viajes interiores.

Demasiados artistas judíos parecen incapaces de tener el coraje para involucrarse con el significado judío o identificarse con orgullo como judíos. En el último año, las andanadas antijudías han venido de todos los lados del espectro político, desatando odio en las redes sociales y también manifestantes ondeando esvásticas y banderas palestinas en las universidades estadounidenses.

Que los hollywoodenses argumenten en nombre de los judíos es un desarrollo bienvenido. Pero lo hacen de forma anónima, lo que solo subraya el problema. ¿Cuándo se convirtió hablar en defensa de las causas judías en algo que se hace en las sombras? Ninguna celebridad individual le debe nada a nadie, por supuesto. Sin embargo, en un momento de urgencia moral para tantos grupos, pero especialmente para los judíos, los antisemitas se están volviendo más ruidosos mientras que aquellos que defenderían a los judíos se están volviendo más silenciosos. Casi no se necesita un título de historia avanzado para ver lo peligrosa que puede ser esa combinación.

Debra Messing, la actriz que se hiciera famosa con la serie WILL & GRACE, ha producido un documental sobre el antisemitismo titulado 8 de octubre. Ella ha sido una de las pocas excepciones intensamente admirables de Hollywood, denunciando el odio antijudío con una constancia feroz durante los últimos 16 meses. (Rapaport, Amy Schumer y Jerry Seinfeld también, y a menudo se enfrentaron a abucheos por ello). Messing ha establecido su valentía desde que se levantó en una manifestación pro-judía y pro-Israel en Washington en noviembre de 2023 y le dijo a la multitud: “Sé que se sienten solos y abandonados por personas que pensaban que eran sus amigos… Lo sé porque yo también”.

Vale la pena preguntarse por qué el comportamiento de Debra Messing es tan raro que evoca una admiración intensa en primer lugar. Algunas de las declaraciones públicas más definitivas de orgullo judío últimamente, de hecho, han venido de algunas personalidades no judías.

Por un lado, esta es una edad de oro para la representación judía en la pantalla. Sin embargo, un estudio publicado en diciembre por el Proyecto de Impacto de Medios del Centro Norman Lear de la Universidad del Sur de California encontró que entre 108 personajes de televisión judíos en programas que se emitieron entre 2021 y 2022, solo el 18 por ciento de ellos hicieron referencia a su judaísmo.

Aún así, en un mundo posterior a la serie israelí Shtisel, vemos algunos signos orgullosos de identidad judía, como en el personaje que se enfrenta al antisemitismo en la película de STEVEN SPIELBERG LOS FABLEMANS, o judíos de la posguerra emprendiendo un viaje a Israel en EL BRUTALISTA.

El alcance del problema que estoy exponiendo me quedó claro cuando, en una entrevista previa a una entrega de premios hace varios meses, le pregunté a Hannah Einbinder, la actriz y guionista que últimamente se ha hecho conocida por la premiada serie HACKS, que canta “Jerusalén de Oro” en su especial de HBO y tenía una menorá en el escenario, si había experimentado algún cambio al ser una judía abierta y orgullosa. Le costó contestar, como si ya hubiera dicho todo desde el escenario y no quisiera seguir hablando del tema.

Mientras escribo esto, judíos demacrados son exhibidos ante las cámaras para besar el anillo de sus captores y niños judíos que habían sido mantenidos como rehenes están siendo enterrados, evocando el mismo espectro de horror que el film UN DOLOR REAL recrea.

El circuito de premios nos ha mostrado que mientras un latino, negro o asiático habla sobre lo que su identidad significa para ellos, como deberían hacerlo, por supuesto, la judeidad es el único aspecto de la identidad moderna que simplemente no se menciona.

Por qué es así, no lo sé. Auto-odio, paranoia, indiferencia, inseguridad… Dejemos tales explicaciones a los sociólogos. Lo que toda persona judía o no judía tolerante debería querer ver es un coro completo de personas que no tengan miedo de hablar sobre lo que significa ser judío para ellos, y cuán inaceptable es cuando ese significado es atacado.

Porque, seamos sinceros: si vas a hacer una película sobre un judío en Polonia o cantar una canción sobre judíos en Jerusalén, lo mínimo que podrías hacer es levantarte y reconocerte fuertemente como un judío en Hollywood.

 

Fuente: Hollywood reporter

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

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