Jai (18 de) Elul: día del nacimiento del Baal Shem Tov y del Alter Rebe
2. En las enseñanzas del Arízal (Rabí Itzjak Luria) hay un comentario sobre el versículo: “Y estos días son recordados y naasím (lit.: -hechos, celebrados-)”: Cuando cada año llegan los días que marcan sucesos especiales, y uno recuerda esos eventos (“estos días son recordados”) tal como lo prescribe la Torá, se materializa el naasím; es decir, en aquel día vuelve a irradiar la misma emanación original. Así, -por ejemplo,- el 15 de Nisán -en sentido espiritual- vuelve a tener lugar el Exodo de Egipto, etc.
Lo mismo es válido para Jai Elul: Al recordar lo acontecido ese día, todas las cuestiones vinculadas al Baal Shem Tov y al Alter Rebe vuelven a ocurrir cada año en ese momento.
En este contexto podemos entender el dicho de mi suegro, el Rebe -anterior-, que Jai Elul introduce vitalidad al mes de Elul. También citaba otra versión: Jai Elul transmite vitalidad en la avodá de Aní LeDodí veDodí Li (“Yo soy para mi Amado y mi Amado es para mí”), cuyas letras hebreas iniciales forman la palabra “Elul”.
En Igueret HaKodesh se menciona que en cada Rosh HaShaná se produce la emanación de una nueva luz Divina que jamás antes había estado presente. Esto se aplica también a Jai Elul: sus conceptos se renuevan y elevan cada año. En realidad ello no se ve a nivel empírico, de hecho, parecería que estos aspectos se debilitan con el paso del tiempo. Sin embargo, la verdad es que en el nivel interno – que eventualmente debe emerger y hacerse manifiesto – todos los aspectos son renovados y cada vez más excelsos.
3. Existe una famosa parábola que se cita en la Filosofía Jasídica acerca de una persona que posee un tesoro que está cerrado y no lo ha visto. No obstante, ella sabe que le pertenece y que posee la llave para verlo cuando lo desee. Por eso, aunque ella no lo vea en el presente, se siente muy contenta por el hecho de poseerlo.
Lo mismo se aplica a nuestro contexto. Nosotros poseemos la llave y podemos abrir el candado cuando lo deseemos – “este mismo día” – “si habrás de escuchar Su voz”, en un solo instante. Aunque esto no sea percibido, la sola conciencia y certeza de que uno lo posee dentro de sí, debe provocar un estado de elevación -espiritual-.
4. Mi suegro, el Rebe -anterior-, relató que Jai Elul solía ser una de las “fiestas secretas”. El Tzemaj Tzedek se lo reveló a sus santos hijos, y el Rebe Maharash pronunciaba un Maamar del Alter Rebe en Jai Elul cuando acaecía en Shabat, o en el Shabat que lo antecedía. En épocas posteriores, Jai Elul pasó a ser una fiesta abierta.
Esto debe fortalecer a cada uno a fin de que pueda exteriorizar los aspectos que se hallan en estado oculto. Como mencionamos antes, Jai Elul introduce vitalidad en Elul y en la avodá de -Ani Ledodi Vedodi Li-, y esto se convierte en una fuente de la cual se extrae vitalidad para todos los aspectos espirituales del año. A su vez, esto también se manifestará en todo el año en las cuestiones materiales -de la persona- materializándose en “hijos, salud y sustento” en abundancia.
(De una Sijá de Shabat Parshat Tavó, Jai Elul, 5716)
Fuente: Eschabad.org
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