Un amigo

Exclamó: “¿De dónde obtuviste este exquisito perfume?

“
“Por mucho tiempo he estado en compañía de una rosa”, fue la respuesta.

Así como en esta historia, nos cuenta, de la misma forma, la buena compañía, un buen amigo, nos afectan e influencias como la rosa a la hoja de otro árbol, haciendo que adquiera su “olor” por su cercanía, logrando que nos impregne con su ejemplo y apoyo de actuar en la vida.

Hay un dicho popular: “Al que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija”, un buen amigo es el que nos acompaña, nos conoce y nos empuja a seguir, es como un hermano adquirido en la vida.

Iehoshúa hijo Perajiá dice: “Hazte de un maestro, adquiere para ti un amigo y juzga a toda persona para bien”. (Mishná 6 P.A)

Adquiere para ti un amigo, no dice “consigue un amigo”. Este concepto se refiere a que la persona debe adquirirse un amigo, como si estuviera pensando invertir dinero en un negocio que estudia las ventajas y desventajas, así buscar un amigo para que nos ayude a seguir en el camino y apoyarnos y apoyarlo en los objetivos, una buena persona con la cual nos ayudamos mutuamente en nuestros anhelos, sueños, metas, retos……

Una mala influencia puede llevarnos muy sutilmente por un camino que nos haga desviar de nuestras metas, sueños y nos coloque en situaciones que realmente de ningún modo planificamos o soñamos para nosotros.

La Tora no solo nos recomienda adquirir un amigo, sino también nos recomienda evitar al mal vecino y la mala compañía, porque hay muchos procesos conciente e inconscientes que suceden dentro de nuestro ser y que no necesariamente notamos esa influencia que hace que cambiemos y no para bien.

Por otro lado, la buena compañía, una buena amistad nos ayuda con su ejemplo a que comencemos con muy pequeños ajustes o cambios que van surgiendo y cuando nos damos cuenta somos capaces de hacer cosas que no pensamos nunca tener la habilidad, como preparar una presentación o, por el lado malo, engañar a nuestros padres o parejas por “pequeñas” cosas….que no son importante…pero que cuando van sumando, por pequeñas e insignificantes, van influenciándonos y guiándonos por otro camino que no necesariamente son los que realmente pensábamos transitar.

Queridas amigas: ¿cuántos momentos compartimos durante nuestra niñez? las travesuras, las fiestas, las culpas de romper algo ,los pijamas party, las celebraciones , las primeros ilusiones, las decepciones……fuimos al colegio, compartimos escolaridad, exámenes, estudiar juntas, la universidad ,trasnochos, madrugadas estudiando…..y cada una liderizando su camino, las ilusiones, el amor…matrimonio, emprender así una vida nueva, una etapa nueva, con nuestros encuentros de vez en cuando porque había mucho que hacer. Las reuniones e intercambio de información de maestros, colegio y lugares para llevar a los niños, las bodas de los hijos…el primer nieto…, las risas de las anécdotas, los llantos de las pérdidas………

La amistad se basa en la lealtad y el amor. “Jaber”-” amigo”, viene de la palabra hebrea “jibur”, vinculación, porque un amigo permanece unido a nosotros, vinculado en las buenas y en las malas situaciones a través de toda la vida, no importa si hay cercanía o lejanía física.

Un verdadero amigo es el que esta ahí, para apoyarte y compartir una vida, reír, llorar, ver pasar la vida juntos…

una hermana “adoptada” en el camino.

Quiera Di-os que en el camino encuentres las amistades que como hermanos te acompañen en tu recorrido por el sendero de la vida.

En memoria de una linda amiga Judith Mandel Z´L

Fuente: Judaismo Virtual