Niños etíopes se reencuentran con los israelíes que salvaron sus vidas
Yared dirige una escuela para niños desfavorecidos. Robel es cineasta. Betty quiere ser doctora.
Nacidos en Etiopía con defectos cardíacos potencialmente mortales, no hubiesen superado la infancia sin Save a Child’s Heart (SACH), una organización internacional sin fines de lucro con sede en Wolfson Medical Center en Holon, Israel.
Yared, Robel y Betty se encuentran entre más de 700 etíopes y 5.000 niños de otros 61 países, salvados por la atención médica de SACH desde 1995.
La semana pasada, se reunieron más de 100 “ex alumnos” SACH y sus padres para la 25ª reunión de aniversario en el Centro Cardiaco de los Niños en Addis Abeba.
“Fue un momento increíble, ver a estos niños y adultos jóvenes sanos, todos vestidos con remeras de SACH, que alguna vez fueron nuestros pacientes”, dice Tamar Shapira, subdirector ejecutivo de SACH y portavoz internacional.
“Lo más mágico fue el baile”, dijo Shapira.
“Invitamos a una banda local y cuando comenzaron a tocar música alegre, los niños comenzaron a bailar espontáneamente y los médicos se unieron a ellos”.
Otra notable asistente a la reunión fue Gifti. Ella vino con un grupo de otras mujeres jóvenes que se operaron en Israel cuando eran adolescentes. Inspirada por su experiencia en SACH, se convirtió en enfermera de emergencias pediátricas.
La alegre reunión culminó una misión médica de ocho días en la que 30 cirujanos, enfermeras y técnicos de SACH trabajaron con colegas etíopes que habían entrenado.
Juntos realizaron 22 cateterismos cardíacos, nueve cirugías a corazón abierto y 107 evaluaciones y diagnósticos.
Como todos los servicios de SACH en Israel y en el extranjero, los costos fueron cubiertos por donaciones. Los principales donantes israelíes de la organización son Morris Kahn, Sylvan Adams y las Fundaciones Azrieli y Arison.
El primer cardiólogo pediátrico de Etiopía
Varias veces al año, SACH lleva a cabo misiones quirúrgicas y clínicas de detección y diagnóstico de cardiología en cooperación con equipos médicos locales en varios sitios asociados en el mundo en desarrollo.
Pero esta 25ª misión aniversario fue muy especial. No solo porque Etiopía fue el país en el que SACH comenzó su trabajo internacional de beneficencia y no solo por la reunión de pacientes. Era la primera vez que SACH volvía a Etiopía desde el regreso del Dr. Yayehyirad (Yayu) Mekonnen. Después de estudiar en Israel durante cinco años y luego en Melbourne durante 18 meses, Mekonnen regresó a su hogar para convertirse en el primer cirujano cardíaco pediátrico de Etiopía totalmente capacitado.
“Esta misión era ayudarlo a él y a los miembros de su equipo, que también fueron entrenados por SACH, para comenzar a tratar a los niños de forma independiente”, dice Shapira. “Fue un hito muy significativo para nosotros”.
Fue también un esfuerzo significativo de tiempo y recursos.
Los miembros de las unidades quirúrgicas, de cateterismo cardíaco, de cuidados intensivos pediátricos y de cardiología de Wolfson Medical Center participaron de forma voluntaria. A ellos se unieron los líderes de SACH, incluido el director ejecutivo Simon Fisher y el presidente de SACH Africa, Haim Taib.
Ocho miembros de SACH volaron desde los Estados Unidos con el copresidente y con el psicólogo clínico Jeff Hoffman, para ayudar a los niños y sus familias durante su estadía en el hospital.
La compañía global del cuidado de la salud Abbott, a través de su campaña Little Heroes, proporcionó a SACH fondos y dispositivos médicos para esta misión.
Los israelíes trajeron más de 130 cajas con equipos.
“Con Mission Ethiopia”, dijo Fisher, “hemos puesto en marcha los recursos críticamente necesarios para proporcionar atención cardíaca pediátrica de alto nivel, que incluye una sala de operaciones de última generación, laboratorio de cateterismo y clínica de cardiología junto con un sorprendente equipo médico pediátrico, que trabaja en conjunto para realizar procedimientos médicos y diagnósticos en niños necesitados”.
“No se trata de que vamos a ‘salvar a los africanos'”, enfatiza Shapira. “Se trata de unir fuerzas con equipos locales. La capacitación, el conocimiento y las herramientas que brindamos permiten a los médicos locales salvar a muchos más niños”.
Bemnet tiene un corazón sano
Cada uno de los 31 niños tratados durante la misión reciente tiene una historia notable.
La historia de Bemnet comienza con un diagnóstico cardíaco grave a los tres meses de edad. Eso fue hace un año.
“Durante el último año hemos estado viniendo al hospital cada algunas semanas, muy preocupados por lo que sucederá con Bemnet”, nos dijo el padre de la niña uno de los primeros días de la misión SACH.
“Y hoy nos dicen que hay esperanza y que esta semana se someterá a un cateterismo que le salvará la vida. Estoy muy feliz y agradecido”.
Unos días después, Bemnet se fue a su casa. Sus padres dicen que está comiendo y durmiendo bien y que está llena de energía.
Su otra hija de cinco años apenas puede creer que pueda dejar de preocuparse por su hermanita.
“Los padres nos invitaron a su casa a ver a Bemnet. Cuando llegamos, ella estaba caminando alegremente, vestida con un vestido de puntilla blanco y zapatos elegantes que eran un poco demasiado grandes y se le salían constantemente”, recuerda Shapira con una sonrisa.
La abuela de Bemnet abrazó al personal de SACH y les dijo, a través de su hija, que tradujo al inglés, que había rezado todos los días para que alguien pudiera salvar a la niña.
“Pensé para mí mismo que SACH se trataba exactamente de eso”, dice Shapira.
Traducido por Alicia Weiss con información de JTA
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