Así funciona la fábrica iraní de “banderas israelíes para quemar”

Que Irán dedica gran parte de sus esfuerzos en producción vinculada a atentar contra israelíes no es ninguna novedad pero sus niveles de desarrollo para esto no dejan de sorprender. Es así, que en la ciudad de Khomein, poseen una fábrica que produce 2.000 banderas de Israel, EE.UU y el Reino Unido al mes con el objetivo de que sean utilizadas en manifestaciones y como suele ocurrir, finalmente quemadas por los manifestantes.

En una entrevista con Ghasem Ghanjani, propietario de la empresa “anti imperialista”, como se hacen llamar, el dueño manifestó que no tienen ningún problema con el pueblo estadounidense y británico… “Tenemos un problema con sus gobernantes. Tenemos problemas con sus presidentes, con la política equivocada que tienen”.

Un gerente de control de calidad de la fábrica apellidado Rezaei señaló que, “en comparación con las acciones cobardes de Estados Unidos, como el asesinato del general Soleimani, esto [quemar una bandera estadounidense] es lo mínimo que se puede hacer en su contra”.

El general iraní Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, unidad exterior de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, fue asesinado en un ataque aéreo estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad el pasado 3 de enero.

Su muerte desencadenó una nueva escalada de tensión entre Washington y Teherán.

Por su parte, desde 1948 y hasta 1979, Irán e Israel mantuvieron una relación cercana, que llegó a los lazos diplomáticos, militares y comerciales, además del hecho de que el país persa ha sido hogar de una antigua comunidad judía.

Israel veía a Irán como un apoyo contra los países árabes, e Irán veía a Israel como amigo por su alianza con Estados Unidos para ganar ventaja en su rivalidad con sus vecinos árabes.

En 1979 una revolución acabó con el gobierno de Irán cercano a Israel, el ayatola Ruhollah Jomeini se hizo del poder en el país e instauró un gobierno teocrático, dando origen a la “República Islámica de Irán”, que se opuso a la existencia de Israel y sostuvo un abierto apoyo a la causa palestina como una de sus prioridades.

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