La importancia de DONAR en el judaísmo

“Si no duele, no es Tzedaká”.

Son tiempos difíciles Para todos. Sin embargo, por la heterogeneidad que presenta la sociedad en general y la comunidad en particular, existen muchas personas que necesitan ser ayudados y otros que tienen la bendición de poder ayudar.

No son momentos propicios para recaudar. Es mejor hacerlo cuando la economía crece y los negocios de los donantes no pierden dinero. Es mucho más complicado dar, cuando hay que recurrir a los ahorros.

Lamentablemente lo aprendí en 2001.

La Tzedaká es un deber para nuestras fuentes y así está expresado en el Talmud. Nuestro pueblo se distingue por la capacidad de dar a lo largo de su rica historia.

Pero el aspecto más relevante de la Tzedaká es que apunta a la equidad y la justicia. Es el impuesto (un deber) de los que más tienen para ayudar a los más vulnerables. Opuesto al concepto de limosna, que alude a aquello que nos sobra.

Por eso, en estos tiempos considero muy importante agradecer y celebrar el compromiso de quienes en estas complejas circunstancias han decidido solidarizarse y cumplir con la mitzvá de la donación.

Cualquiera haya sido la causa y motivo.

A los que quizás pueden y aún no lo hicieron, o a los que ya lo hicieron y pueden más, apelamos a que lo puedan hacer. Este es el momento. La necesidad es mucha.

El judaísmo es hacer, comprometerse, dar, colaborar y sin lugar a dudas, DONAR.. Shabat Shalom.

Alejandro Kladniew