¿Podrán acercarse China y Europa en tiempos de coronavirus?

Por: Ezequiel Naidich.

Hace varios años la Unión Europea busca mejorar su relación con la República Popular China, especialmente desde que Trump es presidente de los Estados Unidos, dejando una marca anti globalista en la Casa Blanca. Pero el Coronavirus puede cambiar la tendencia. El miércoles los 27 embajadores europeos en China enviaron una carta para ser publicada por el diario China’s Daily con motivo del 45 aniversario de las relaciones entre Beijing y Bruselas, pero esta fue modificada por la censura china sin consultar a los autores. Aunque la modificación es mínima, ayudó a recordar a la Unión Europea que los últimos meses China promovió una fuerte campaña de desinformación y propaganda para limpiar su nombre en relación con la pandemia.

La carta se enfoca en la necesidad de cooperación entre las partes, no solo en el combate contra la pandemia, sino en la recuperación de la economía, en la lucha contra el cambio climático y en el sostenimiento de la multilateralidad internacional. Europa buscaba para este año conseguir un acercamiento a China que permita dos grandes cosas. En primer lugar, de fortalecerse los vínculos sino-europeos, China podría adoptar, lentamente, los principios liberales en materia de transparencia y respeto por los derechos humanos. El segundo objetivo es la independencia Europea de la influencia norteamericana.

Estos dos objetivos se mantienen, y si bien la cumbre sino-europea fue cancelada en marzo, el encuentro entre los lideres chino y europeos a realizarse en septiembre aún se mantiene en pie. En un momento donde la pandemia alejó a los Estados Unidos aún más de la multilateralidad, quien critica y amenaza con desfinanciar a la Organización Mundial de la Salud por ayudar a China a encubrir el surgimiento de la enfermedad, quedando ‘vacante’ el liderazgo internacional dentro de las instituciones de las Naciones Unidas.

Pero el episodio de la censura no es anecdótico. Las pocas palabras eliminadas tienen relevancia simbólica. Demuestran que Europa no puede confiar tanto en la República Popular China. A muchos les recordó el documento publicado por la Comisión Europea en marzo del 2019 que califica a China como un “rival sistémico que promueve modelos alternativos de gobernanza”. Pero aún así, los objetivos europeos antes mencionados tienen gran peso, y además, no se puede prescindir de China en un momento donde su capital es de gran utilidad para reconstruir la economía mundial luego de la pandemia.