Los últimos días del Presidente Donald Trump
Una de las películas más impactantes que he visto se llama “Los últimos días” de Steven Spielberg, un documental donde 5 sobrevivientes hablan acerca del exterminio de los judíos húngaros durante la Shoah. En mayo de 1944 comenzó la deportación de los judíos de Hungría a Auschwitz. En solo ocho semanas, más de 420.000 judíos fueron deportados y asesinados. Las cifras y la velocidad a la que se llevó a cabo esta masacre es absolutamente incomprensible. En un día normal, había tres o cuatro trenes, con entre 3.000 y 4.000 personas en cada tren. Cada día llegaban unos 12.000 judíos a los campos de exterminio. Winston Churchill dijo sobre los judíos húngaros que sufrieron “… probablemente el crimen más grande y horrible que jamás se haya cometido en toda la historia del mundo …”.
¿Por qué la película se llama “Los últimos días”? Al comienzo del documental unos historiadores explican que Hitler quería llevar a cabo el exterminio de la población judía de Hungría a pesar de saber acerca de la alta probabilidad de que Alemania fuera derrotada en esa etapa de la guerra; y en lugar de desplegar más tropas para reforzar los frentes donde estaba perdiendo, en “Los últimos días” del Tercer Reich, el genocidio de judíos fue la prioridad para los nazis.
PAZ: SOLO EN TUS SUEÑOS
Los judíos hemos estado rezando por la paz desde el principio de los tiempos. Vivir en paz es nuestra mayor aspiración. La Torá menciona la paz como el objetivo máximo de la bendición sacerdotal (Birkat Kohanim). “Bendícenos con la paz” es el contenido de la bendición final de la oración más importante, la Amida. Nuestra máxima aspiración para los tiempos mesiánicos no es el “dominio mundial” o la “conversión masiva” como sucede en otras religiones. El mayor milagro al que aspiramos, es vivir en paz con las naciones vecinas, aquellas que siempre vieron a Israel como una valiosa presa que hay que destruir. Maimónides explica que este es el significado de la famosa profecía del profeta Yesha’ayahu 11: 6: וגר זאב עם כבש ונמר עם גדי ירבץ. “El lobo vivirá en paz con el cordero; y el leopardo y el cabrito juntos pastarán …”, significa que los depredadores (= las naciones que buscar destruir a Israel) y la presa (= Israel) vivirán juntos y en paz. Pero la paz con nuestros depredadores / enemigos siempre pareció una utopía irrealizable. Un ideal imaginario que siempre estuvo más allá de nuestros sueños.
LO SIENTO AL RESPIRAR…
Y sin embargo ahora, milagrosamente, la paz se está gestando.
Lo que está ocurriendo entre Israel y los países árabes es una de las mayores maravillas de nuestro tiempo. Deberíamos estar llamándonos por teléfono durante todo el día con un asombro sin fin y no hablar de otra cosa que no sea los nuevos tratados de paz entre Israel y el mundo árabe. Deberíamos escribirlo en el cielo, con una flotilla de aviones, y con un gran signo de exclamación que diga “¡La paz por la que tanto rezamos durante siglos, finalmente está aquí!”. Me parece que nosotros, los privilegiados protagonistas de este milagro, no nos damos cuenta del alcance de lo que se está desarrollando frente a nuestros ojos. En quizás una de las ideas más profundas que capturan la complejidad de la psicología humana nuestros rabinos afirmaron que “en ba’al hanes makor benisó, “nuestras mentes no nos permiten apreciar los milagros mientras suceden”. Tal vez porque los milagros, inalcanzables, se visualizan con nuestra imaginación. Pero cuando finalmente suceden los procesamos con nuestra lógica, que los muestra como parte de una realidad realizable, y no como un milagro.
EL PRESIDENTE TRUMP
Lo que está sucediendo con el presidente Donald Trump es absolutamente increíble, milagroso. Me encanta leer historia, y la historia de nuestro pueblo es mi gran pasión. Y puedo decir con mucha seguridad que no ha existido en la historia un líder político no-judío que haya hecho tanto por el pueblo judío como Donald Trump. Cuando recuerdo la larga lista de cosas que hizo por Israel no puedo dejar de pensar en la bendición que decimos en Purim luego de leer la Meguilá: HARAB ET RIBENU en la cual agradecemos a Dios por “luchar nuestras luchas; enfrentar a nuestros enemigos y hacer justicia con todos aquellos que buscan destruirnos”. Donald Trump ha hecho exactamente eso: ha defendido al pueblo judío en las Naciones Unidas; se ha opuesto a los infames grupos antisemitas internaciones que se disfrazan de defensores de derechos humanos; ha suspendido los fondos de aquellas organizaciones que alientan el terror contra Israel como UNRWA; ha dejado en la debacle económica a países como Irán que buscan destruirnos; ha desenmascarado a los líderes palestinos, mostrando que no quieren la paz sino el conflicto; y ha forjado la paz con países que fueron históricamente hostiles hacia Israel… etc., etc,. Y ahora, este viernes, Sudán.
SUDAN
Lo que ocurre con Sudan es realmente atípico. ¿Por qué? Porque los Emiratos o Bahrein, si bien no mantenían relaciones diplomáticas abiertas, nunca estuvieron en guerra contra Israel. Sudán, sin embargo 1. Participó en la primera guerra contra Israel, en 1948, enviando 6 divisiones de su ejército a luchar contra nuestro incipiente estado judío. 2. En 1967 la famosa declaración de la “Liga de Naciones Árabes” con los 3 famosos NOS: “NO a la negociación, NO al reconocimiento y NO a la paz con Israel”, se firmó en Khartum, la capital de Sudán. En 2016 Sudán era uno de los enemigos más peligrosos de Israel. Asistía militarmente a Irán y ayudaba a contrabandear armas a los terroristas palestinos de Gaza.
LOS ULTIMOS DIAS DE TRUMP
Según los últimos sondeos, es muy posible que el presidente Donald Trump pierda las elecciones presidenciales. Personalmente, yo no lo creo (o no lo quiero creer…). Pero de cualquier manera, hay que aceptar la posibilidad de que estos sean “Los últimos días” de Trump como presidente de los EEUU. Y en los últimos días, donde Trump tiene tantos frentes abiertos y tantos enemigos en su contra, sus gestiones diplomáticas parecen están milagrosamente enfocados en “Israel”, en lograr que más países firmen la paz con el estado judío: Arabia Saudita, Omán, Marruecos, están en la lista de espera de la paz (quien suponga que esto le va a dar al presidente Trump alguna ventaja electoral, no conoce este país…).
Y el viernes mientras me informaba acerca de la paz con Sudan y leía las últimas encuestas electorales me vino a la cabeza la tristísima idea de que estos podían ser “los últimos días” de este increíble presidente. Y sin quererlo, me emocioné hasta las lágrimas porque me acordé del documental y no pude evitar la comparación entre los dos extremos más radicales que puedan ser concebidos…
Para apreciar mejor lo que hace Trump no hay que olvidar lo que hizo el presidente Obama literalmente, en sus últimos días como presidente norteamericano: mandó miles de millones de dólares en cash al peor enemigo de Israel, Irán; y en una acción sin precedentes, se encargó de que EEUU no vetara las resoluciones en la ONU que acusaban a Israel de ser la “potencia ocupante” en Yerushalayim.
TRUMP Y CIRO
El Tanaj, la Biblia hebrea, concluye con la declaración de otro gran benefactor de Israel: Ciro (Koresh), el primer emperador Persa, que auspició el regreso de los judíos a Israel y ayudó a financiar la construcción del Segundo Bet haMiqdash en Yerushalayim. Allí dice el pasuq: HASHEM HE’IR ET RUAJ KORESH MELEJ PARAS” “HaShem, el Eterno, despertó / movilizó el espíritu de Koresh, rey de Persia… “. No tengo duda que tal como sucedió con Koresh, es el Creador quien anima el espíritu de este gran presidente. Y que debemos estarle infinitamente agradecidos por estar viviendo estos hermosos momentos (¿mesiánicos?) que anticipan tiempos “sin precedentes” de paz y prosperidad para nuestra querida Medinat Israel.
Rab Yosef Bitton
desde Nueva York.
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