La CIDH incorporó a su catálogo de consulta online el tratado de Fishel Szlajen de Eutanasia y Suicidio

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, incorporó a su catálogo de consulta online, el tratado del Rab.

Dr. Fishel Szlajen, “Suicidio y Eutanasia: en la filosofía occidental y en lo normativo y filosófico judío”.

El doctor y Rabino Szlajen, en diálogo con Radio Jai, brindó detalles sobre el contenido de este trabajo y de cómo recibió esta incorporación:

“Fue una alegría que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, haya incorporado a su base de datos de consulta -la que a su vez es accesible a todo público- este tratado, que básicamente es producto de mi tesis doctoral que luego se publicó en dos volúmenes”.

Y explicó que este, lo que hace es recopilar y analizar todas las posturas, todas las concepciones de lo que fue el suicidio y la eutanasia desde el comienzo de la Filosofía, desde las sociedades escandinavas, pasando por las demás civilizaciones de todas las épocas; y que, en el segundo volumen, recopila y analiza todos los casos desde la Torá, pasando por los Profetas, Crónicas, casos talmúdicos, tanto babilónicos como jerosolimitanos.

A eso, se le suman todas las responsas hasta el día de hoy sobre este tema, para luego concluir acerca del aporte de la filosofía y del corpus jurídico judío (Halajá), de temas bioéticos tan importantes. Y aseguró estar convencido de que la Halajá con ello, aporta una solución para lidiar desde lo moral – secular, para resolver el problema de la prohibición del suicidio y de lo que se llama “encarnizamiento terapéutico”, es decir, la acción desmedida en lo terapéutico que produce sufrimiento al paciente artificialmente.

Considera el rabino que lo que aporta la Halajá -y que eso seguramente vio la Corte- es un término medio entre la forma de no incurrir en la transgresión de suicidio, ni la de hacer del personal de salud, un funcionario de los deseos del paciente, cometiendo un homicidio asistido; así como tampoco, cometer la transgresión de hacer sufrir al paciente cuando su cuerpo no sustenta por sí mismo vida. Y  el rabino indica que es ahí donde el corpus jurídico judío, lo que hace es mantenerse fiel a estas dos prohibiciones y resolverlo desde un término medio.

Y cita como ejemplo, lo que se haría frente al caso de un paciente que se encuentra en su fase final de una enfermedad absolutamente irreversible, en un cuerpo en donde prácticamente no sustenta vida por sí mismo.

Y explica: “Lo que se puede hacer para evitar el suicidio, para evitar el compromiso del personal de salud para no llevarlo a cometer un homicidio, ni caer en el encarnizamiento terapéutico, es dejar que la naturaleza obre y siga su curso, pero sin dejarlo al paciente sin los suministros básicos, como suero y oxígeno”. Y continúa: “Se puede desobstaculizar aquello que artificialmente impide la muerte inminente e irreversible del paciente, así como podría ocurrir frente al caso de muerte cerebral, en donde la Halajá permite la desconexión”. Y aclara que, a pesar de que la muerte para la ley judía es el paro cardio-respiratorio, hoy ya la ciencia y la tecnología han demostrado que la muerte cerebral ( y no la muerte vegetativa o coma) es un estado irreversible al que el paro cardio respiratorio deviene en cuestión de tiempo.

Subrayó el doctor Szlajen sobre cómo la Halajá resuelve el problema entre la no transgresión, tanto del suicidio como del encarnizamiento terapéutico, y que esto fue tomado muy a favor por los médicos, más aún porque trasciende lo religioso o lo judío.

Los argumentos no son teológicos, son bio-éticos, no hay argumentos que refieran al alma, al espíritu o a Dios. Tienen que ver con el reconocimiento fisiológico de la muerte, de la vida, la de no cometer homicidio, suicidio, o de que el médico sea un asistente del suicidio de otra persona; y que estas son características no solamente religiosas, sino que se ven desde Pitágoras, Aristóteles, Camus, Sartre y en principios fundamentales en la bioética moderna.

CL/RJ
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