Imperdonable y clásico antisemitismo en Argentina

El cantante y actor Nicolás Pauls subió una publicación antisemita a su cuenta de Instagram que fue replicada por el periodista deportivo Martín Souto.

La imagen es la clásica expresión del rancio antisemitismo histórico. La conspiración judía que domina el mundo.

“Para saber quién reina sobre ti, simplemente descubre a quién no puedes criticar”, acompañada por una ilustración en la que se ve cómo una mano grande, poderosa y con un anillo reluciente, oprime a un grupo de personas indefensas y sometidas al poder de su fuerza. En la manga que cubre el brazo opresor con la Estrella de David.

El artista venía publicando “reflexiones” sobre la realidad. Citó el artículo 19 de la Constitución Nacional Argentina, que determina la libertad de expresión: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

¿Cuál es una opinión o crítica válida? Toda aquella que se realice sobre un hecho puntual y desde una argumentación racional y objetiva. Toda aquella en la que se generaliza y se demoniza a un colectivo es simplemente inaceptable.

Claro Pauls seguramente desconocía que en la Argentina hay una ley 23592 que penaliza los actos discriminatorios.  Poco tiene que ver la libertad de expresión con la publicación de imágenes de corte claramente antisemitas.

Una vez desatado el escándalo y las críticas, el actor y el periodista salieron a pedir disculpas.

La publicación de humillante imagen no puede ser considerada un exabrupto ni una expresión desafortunada. Es claramente una expresión del peor antisemitismo. Veremos que acciones emprenden el INADI, la DAIA y otras entidades.

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