Diplomáticos de todo el mundo listos para comenzar la votación anticipada
La votación para los diplomáticos israelíes y el personal de las embajadas del país en el extranjero está programada para comenzar el miércoles antes de las elecciones del 23 de marzo.
Los primeros votos se emitirán en Wellington, Nueva Zelanda, a las 10 pm, hora de Israel.
Después de Nueva Zelanda, se abrirán otras 103 mesas de votación en alrededor de 100 embajadas y misiones en el extranjero, y las votaciones finales se llevarán a cabo en Los Ángeles y San Francisco.
Las urnas en las embajadas permanecerán abiertas durante dos días, anunció el martes el Comité Central de Elecciones.
Los votos se emitirán en cuatro nuevos puestos diplomáticos: Marruecos, Bahrein y Abu Dhabi y Dubai en los Emiratos Árabes Unidos.
Israel estableció relaciones diplomáticas con los Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Bahréin, así como con Sudán y Bután , desde las últimas elecciones nacionales en marzo de 2020.
Según la ley israelí, los ciudadanos privados que viven en el extranjero no pueden votar a menos que vengan a Israel, pero se hacen excepciones para los diplomáticos y sus familias. Unos 4.000 israelíes podrán votar en las oficinas diplomáticas de todo el mundo esta semana, según el diario Maariv.
La ley contra el voto en el extranjero causó controversia en las últimas semanas después de que Israel detuviera vuelos y prohibiera a los viajeros internacionales debido a la pandemia, dejando varados a miles de ciudadanos en el extranjero antes de las elecciones. Los críticos acusaron a un comité que aprobó algunas entradas de favorecer a los votantes de derecha.
Las próximas elecciones son las segundas de Israel que se llevan a cabo bajo la sombra de la pandemia. La elección anterior, en marzo de 2020, se llevó a cabo poco después de que el coronavirus llegara por primera vez al país, y varios colegios electorales especiales atendieron a las relativamente pocas personas que se sospechaba o confirmaba que habían contraído el virus o habían entrado en contacto con portadores confirmados.
Israel financiará traslados especiales a los colegios electorales para pacientes activos con COVID-19 durante la próxima votación, dijo el lunes un alto funcionario, junto con otras adaptaciones forzadas por la pandemia que convertirán las elecciones en las más caras de la historia del país.
El director del Comité Central de Elecciones, Orly Adas, también dijo a los periodistas que decenas de autobuses se convertirán en estaciones de votación para las personas en cuarentena y para reducir el hacinamiento en ciertas mesas de votación.
El comité está evaluando colocar mesas de votación en el aeropuerto Ben Gurion, de modo que las personas que lleguen al país puedan votar allí antes de entrar en cuarentena domiciliaria.
Actualmente hay cerca de 40.000 casos activos de COVID-19 en el país y decenas de miles de personas están en cuarentena.
El Comité de Asuntos Económicos del parlamento aprobó el presupuesto de la CCA, por un total de 674 millones de NIS (202 millones de dólares), incluidos 237 millones de NIS (71 millones de dólares) para afrontar los desafíos planteados por la crisis del coronavirus.
Habrá unas 15.000 mesas de votación en todo el país, más de las 11.000 normales, dijo Adas, con la esperanza de limitar las posibles infecciones en las mesas abarrotadas.
Pero Adas señaló que todavía había una escasez de miles de empleados para las mesas de votación que atienden a los pacientes de COVID-19 y a los que están en cuarentena. Hizo un llamado a voluntarios de organizaciones de primeros auxilios, trabajadores de la salud y estudiantes de medicina para llenar ese vacío.
Adas agregó que la CCA todavía estaba elaborando un plan sobre cómo contar las boletas y verificar los resultados, y se espera que el número de boletas ausentes sea el doble de lo normal.
El festival de Pascua de una semana también plantea un desafío, que comienza tres días después de las elecciones. Adas dijo que el objetivo es completar el recuento en dos días.
La elección es la cuarta de Israel en menos de dos años, en medio de una crisis política sin precedentes que no logró producir un gobierno después de las dos primeras votaciones en 2019 y produjo un gobierno de unidad de corta duración después de la tercera. La votación se considera en gran medida como un referéndum sobre el liderazgo del primer ministro Benjamin Netanyahu, incluido su manejo de la crisis del coronavirus y su juicio por cargos de corrupción.
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