Cruzar el Kineret haciendo rafting

Arte y rafting

Para cumplir con ese desafío, se les brindó a los participantes una playa para ellos solos a la orilla del Kineret, 750 chicos, de todas partes de Israel y el resto del mundo, y un equipo especializado para la construcción de las balsas. Ellos aportaron energía, buena onda y la voluntad de trabajar duro. El resultado fue una colorida carrera de balsas, de tres horas de duración, y el lazo especial que se creó entre los adolescentes que compartieron un gran esfuerzo y una enorme emoción.
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Roee Marciano del programa MAOF, del departamento de educación del KKL
dijo: “Al ver el entusiasmo en los ojos de estos jóvenes, y cómo a pesar
de las condiciones difíciles de trabajar en el exterior, estaban tan
concentrados y comprometidos en la tarea y la manera en que asumieron la
responsabilidad, me di cuenta de que el pueblo judío en la diáspora y el
pueblo en Israel pueden sentirse orgullosos de esta maravillosa
generación de jóvenes.”
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La actividad del KKL tuvo lugar durante el 12 y 13 de julio de 2017, en
la playa Yossi Beach, en el Kineret. Entre los cientos de participantes
israelíes había jóvenes de entre 16 y 18 años del programa de líderes,
nuevos inmigrantes de la ex Unión Soviética y participantes del programa
ATSIL en Dimona, Ashkelon y Ashdod en el sur del país; Gush Etzion de la
zona central; y Tiberias, Yokneam y Beit Jan, en el norte.
Del exterior, vinieron jóvenes de 18 años de un amplio espectro de
movimientos juveniles tales como HaNoar HaTzioni, Juventud Judia, Jazit
Hanoar, Habonim Dror y Hashomer Hatzair.
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Llegaron desde los EE.UU., Canadá, Argentina, Brasil, Uruguay y Perú. El
propósito del evento fue estrechar lazos entre los adolescentes
israelíes y los del resto del mundo, basándose en la experiencia
compartida: la de construir una balsa para atravesar en rafting el
Kineret. Esta es una actividad deportiva única, en la que los miembros
de los distintos movimientos se ven en la necesidad de trabajar en
equipo y asumir gran responsabilidad en cada una de las diferentes
etapas de la actividad, desde la construcción misma de la balsa, hasta
la colocación de la vela, y el desarmado de las embarcaciones. Además,
las condiciones no eran sencillas: dormir al aire libre y trabajar
durante el calor y las altas temperaturas.
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Al llegar al lugar, cada grupo comenzó a trasladar su equipo hacia la
costa.
Después de recibir las instrucciones por parte de instructores
profesionales, comenzó la construcción de las balsas. Los grupos
trabajaron sin interrupción más de 6 hs. Al terminar, cenaron todos
juntos y disfrutaron de música y otras actividades recreativas.

Nisan Cialic, uno de los directores del KKL asistió al evento, saludó a
los participantes y agradeció su participación. También estuvieron
presentes otros representantes del KKL tales como Simon Elbaz,
vice-director del Departamento de Educación del KKL; Yitzhak Arbiv,
director nacional del Programa MAOF; y Hani Desa, gerente del
Departamento de Juventud y Educación en el extranjero.
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Yitzhak Arbiv dijo: “Esta oportunidad especial que les brindamos a los
jóvenes adultos de la periferia de Israel de encontrarse con judíos de
la diáspora para compartir un proyecto es solo una de las muchas
oportunidades que les ofrecemos a nuestros jóvenes, enseñándoles valores
sionistas de liderazgo, al mismo tiempo que les mostramos la diversidad
que existe dentro del pueblo judío. Vimos el resultado en todo lo que
hicieron durante el evento.”

Y salimos a navegar…

Al día siguiente, los participantes retomaron la tarea con entusiasmo,
construyendo la balsa y pintando las velas, haciendo caso omiso al
calor.
A las dos de la tarde, llegó el momento esperado: ¡cruzar el Kineret
haciendo rafting! Durante 3 horas los jóvenes navegaron a bordo de 25
balsas hacia la playa Golan Beach en el lado oriental del mismo. A pesar
del viento norte, que hizo más grande el desafío, los participantes
llegaron a destino.

Uno de los participantes de Ashkelon dijo que fue una “experiencia
inolvidable” y que disfrutó cada minuto. Le encantó conocer gente nueva
y “navegar con tranquilidad” en el lago.

Dos jóvenes de Canadá reflexionaron sobre el proceso de construcción de
las balsas y lo exultante de navegar por el Kineret. “No sabíamos que
éramos capaces de hacer algo así. Hubo trabajo en equipo y lo logramos.
Fue un logro personal de cada uno pero también del grupo.”

Nina de Argentina vive en Israel desde hace 10 años. Es miembro de
Habonim Dror.
Dijo que están aprendiendo nuevas actividades y que cuando volvieran a
la Argentina tendrían un nuevo “conjunto de actividades” para enseñarles
a los chicos de Habonim Dror en ese país.
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Valentina de Uruguay simplemente agradeció al KKL por la actividad
especial.

Hani Desa del KKL concluyó: “La conexión entre los jóvenes judíos de la
diáspora e Israel, en una actividad tan empoderadora como esta, es una
herramienta de suma importancia para el estado de Israel y la visión del
sionismo.”