Nuestro Lema: ¿Qué es lo que el Shema Israel realmente proclama y por qué es tan importante?
El judío tiene la obligación de pronunciarlo por lo menos dos veces cada día, una vez en la mañana y la segunda vez en la noche.
Dicha proclamación está escrita en las Mezuzot que fijamos en los marcos de nuestras puertas y está escrita en los Tefilin que colocamos en nuestro brazo y cabeza. Está entre las últimas palabras que uno pronuncia antes de dormir cada noche como también antes de irse de este mundo.
Veamos qué quiere decir y por qué es tan significativa.
Razón de ser
La Carta Fundacional del pueblo judío, la Torá, se basa precisamente en este valor: reconocer a D-os como Creador del mundo y vivir en consonancia con Su voluntad.
Vivimos hoy en una sociedad que ve la fe en D-os con ojos bastante cínicos. Lo ven más como un escape de la realidad que como una percepción más profunda de la realidad. “¡Mirá cuánto daño se ha hecho en nombre de D-os!”, dicen. Creer en D-os o invocar un valor bíblico no es muy “políticamente correcto” hoy en día que digamos. No “vende”.
Este desafío lo tuvimos que enfrentar desde que nuestro patriarca Avraham apareció en escena en Ur de las Caldeas hace unos 3.800 años. Sus ideas fueron muy políticamente incorrectas. Es por esa razón que se llamaba Avraham Haivrí, el “hebreo”, ya que “éiver” quiere decir “orilla” y mientras todo el mundo estaba de un lado, el del politeísmo, Avraham estaba solo del otro lado, el del Monoteísmo. No ser políticamente correcto parece ser parte de nuestra herencia milenaria.
¿Qué es lo que el “Shema Israel” realmente proclama y por qué es tan importante?
Lejos de ser una superstición de los debiluchos o de los “intelectualmente desafiados”, la proclamación de la existencia de un D-os único es una afirmación de una realidad que cada vez se va afirmando más por medio de la propia ciencia.
La esencia de la proclamación del Shemá Israel no es simplemente que hay un único D-os, sino que, en realidad, hay una sola existencia. Todo lo que vemos es nada más que una manifestación visible y limitada de una y la misma energía infinita (que denominamos “D-osâ€).
Es por eso que la proclamación no dice que D-os es “único”, sino que es “uno”; todo lo que parece existir es nada más que una manifestación de ese mismo “uno” todo abarcador.
A medida que la ciencia va avanzando va descubriendo que la realidad es más profunda, complicada y unida de lo que parece.
Con el descubrimiento de los átomos y partículas subatómicas, por ejemplo, aprendimos que el mundo por más que parece sólido al tacto, en realidad consiste mayoritariamente de campos de energía invisibles.
Con la teoría de la mecánica cuántica, logramos una percepción de unión universal que parece ser más una cuestión de fe que de ciencia. No soy experto en el tema, pero de lo poco que he leído al respecto, me da la sensación de que la ciencia va en dirección de afirmar lo que proclamamos durante milenios en el Shemá Israel: que todo es parte del mismo “Uno”.
Tefilín
Uno de los preceptos más emblemáticos del judaísmo es el de los Tefilín. De hecho, el judío celebra la transición de su niñez a su adultez, colocándose los Tefilín por primera vez y a partir de ahí, diariamente.
Los Tefilín contienen cuatro párrafos de la Torá que hablan de la unidad de D-os, su Providencia y nuestro deber de servirlo.
Uno de los cuatro párrafos que los Tefilín contiene es justamente el que comienza con el versículo de Shemá Israel. En dichos párrafos (3) dice que debemos atarlos como señal sobre el brazo y sobre la cabeza.
Todos los días (menos Shabat y días festivos) colocamos los Tefilín en el brazo y sobre la cabeza. Se acostumbra colocar los Tefilín y tenerlos puestos durante la plegaria de la mañana. Si por alguna razón uno no llegó a colocarlos de mañana, puede colocarlos durante cualquier momento del día, hasta la puesta del sol.
El motivo por el cual los colocamos sobre el brazo – a la altura del corazón – y la cabeza es para ayudarnos a canalizar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones hacia el servicio de D-os.
Colocamos los Tefilín primero sobre el brazo y luego sobre la cabeza para reafirmar la proclamación histórica que hicimos cuando D-os nos ofreció la Torá: Naasé Venishmá (4), “Haremos y entenderemos”, o sea asumimos el compromiso de cumplir con los mandatos Divinos aun antes de entenderlos.
Según el Talmud (5) colocarse los Tefilín tiene el poder especial de imponer terror en los enemigos de Israel. Es por esto que previo a la Guerra de los Seis Días, el Rebe inició su famosa Campaña de Tefilín, llamando a todos los hombres judíos a colocarse los Tefilín para así fortificar las defensas de nuestro pueblo en todas partes, especialmente las de nuestros hermanos y hermanas que viven en nuestra querida Tierra de Israel.
¿Qué tiene que ver la colocación de Tefilín en cualquier lugar del mundo con la protección de nuestros hermanos en Israel?
Todo el pueblo judío compone un organismo espiritual. Estamos todos entrelazados e interdependientes. Somos como órganos de un mismo cuerpo. Cuando se inyecta un medicamento en una parte del cuerpo afecta a todo el cuerpo y ayuda a la parte que más lo necesita.
Mezuzá
Otro de los preceptos muy visibles del judaísmo, la Mezuzá, también tiene su origen en la lectura , Eikev, y , Vaetjanan. La Torá (6) nos encomienda que escribamos dos párrafos de la Torá,(7) y que los coloquemos en los marcos de nuestras puertas. En dichos párrafos habla de la unidad de D-os (El Shemá Israel), de nuestro deber de servirlo y de sus consecuencias.
Nuestros sabios explican que la Mezuzá tiene la propiedad de proteger a los habitantes de la casa, tanto mientras estén adentro como afuera de ella.
La Mezuzá no funciona como un amuleto; es el mérito del cumplimiento del precepto Divino lo que genera dicha protección. Para que la Mezuzá funcione tiene que ser “Kasher” o sea en óptimas condiciones. Tiene que cumplir con las normas halájicas referentes a su elaboración y detalles de su escritura. Consulte con su rabino por más detalles.
En estos momentos tan especiales para nuestro pueblo es oportuno revisar y optimizar nuestro cumplimiento de dichos preceptos.
NOTAS AL PIE
1. Deut., 3:23 – 7:11
2. Ibid, 6:4
3. ibid, 6:4 – 9, 11:13-21, Exodo, 13:1-10, 11-16
4. Exodo, 24:7
5. Talmud, Berajot, 6a
6. Deut., 6:9, 11:20
7. Deut., 6:4-9 y 11:13-21
Fuente: Eschabad.org
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