Desclasificaron documentos sobre la cacería de Mengele

Rafi Eitan, que dirigió el comando que capturó en 1960 al líder nazi Adolf Eichmann en Argentina, relató que durante esta operación él mismo y su equipo descubrieron el escondite de Mengele. “Cuando capturamos a Eichmann, Mengele vivía en Buenos Aires. Hallamos su apartamento, y lo mantuvimos bajo vigilancia”, explicó a la radio pública israelí, en momentos en que los servicios secretos israelíes han desclasificado los documentos sobre las operaciones para capturar a quienes los prisioneros llamaban el “Angel de la Muerte”.

Eitan, de 90 años, afirmó que mientras el Mossad mantenía a Eichmann en un lugar seguro tras haber sido capturado, el jefe de la agencia, Issar Harel, también quiso que se actuara contra Mengele, pero que él se opuso al plan.

“No quería llevar a cabo dos operaciones al mismo tiempo, porque ya habíamos tenido éxito en la primera, y según mi experiencia si se intenta otra operación, se ponen ambas en peligro”, afirmó Eitan.

Pero este agente permaneció en Argentina para no perder el rastro de Mengele, mientras su colegas llevaban a Eichman a Israel, donde luego fue juzgado y condenado a la horca. Mengele desapareció de su apartamento y sus vecinos dijeron que volvería en una semana, relata. “Esperamos una semana, pero entretanto se anunció en todo el mundo la captura (de Eichman), y Mengele nunca volvió a su apartamento en Buenos Aires”.

El Mossad volvió a localizarlo otra vez a finales de 1962 en Brasil, “como granjero cerca de Sao Paulo”, pero la dirección de esta agencia israelí no autorizó la operación contra Mengele, al considerar que tenía otras prioridades en el mundo, explica Eitan. Mengele murió accidentalmente ahogado en Brasil en 1979.

Ronen Bergman, del diario Yediot Aharonot, le contó a la radio del Ejército (Galei Tzáhal) que los archivos del Mossad revelan algunos embarazosos traspiés, tales como agentes en busca de Mengele “durante mucho tiempo en Paraguay, cuando de hecho no estaba allí”, sino en Brasil.
Bergman describió una costosa operación en 1983 en Berlín Occidental para pinchar los teléfonos y seguir a su único hijo Rolf, con la esperanza de que llevara a los agentes hacia su padre.

El Mossad también desplegó una agente “inteligente y atractiva” que se hacía pasar por una secretaria privada para tratar de acercarse a Rolf y obtener información, pero sin éxito.

Eventualmente, el Mossad desconocía que Josef Mengele había muerto ahogado, tras sufrir un ataque cardíaco mientras nadaba, en Brasil en 1979. Su muerte fue confirmada recién en 1985, después de que su cuerpo fuera exhumado.