Declararon dos policías en el juicio por encubrimiento del atentado a la AMIA

El primero en presentarse ante los jueces Gorini, Perilli (quien presidió la audiencia) y Costabel esta mañana fue Oscar Felix Guerrero, un sargento retirado de la Policía Federal, ya jubilado.

En julio y agosto de 1994, según afirmó, trabajaba en la División de Operaciones Federales de Drogas Peligrosas de la Federal bajo el mando del Fino Palacios, y realizaba tareas “investigativas” entre las que se encontraba la recepción de casetes que le entregaban en la oficina de Observaciones Judiciales de la SIDE, muchos de los cuales se relacionaban con la causa AMIA.

Tras recibir ese material, dijo Guerrero, firmaba un recibo con el listado de los casetes entregados y los contaba para cerciorarse de que coincidiera la cantidad escrita en la constancia. “Es mi firma”, reconoció cuando le mostraron los recibos.

Ese papel, contestó tras las preguntas de la fiscalía, era el único control al respecto ya que luego se dejaban los casetes en la oficina de administración de Operaciones Federales y “cada brigada retiraba el suyo” sin dejar constancia alguna.

“Por ahí se dejaba sobre el escritorio y cada uno lo retiraba. Nadie dejaba firma de retiro. No había control más que la lista que entregaba la SIDE”, contó Guerrero al describir su cotidianeidad en la Policía.

En el mismo sentido, Ricardo Altieri, otro retirado de la fuerza con primario completo, contó que por el 94 se desempeñaba como chofer de Operaciones Federales, también bajo la autoridad de Palacios, y trasladaba a los oficiales para que buscaran los casetes de varias dependencias, aunque no pudo recordar cuales.

Si bien primero afirmó con énfasis que él “Sólo manejaba la camioneta y se quedaba a esperar al oficial”, cuando le mostraron los recibos de casetes con su firma, se desdijo con un: “Puede ser que alguna vez haya bajado a retirar por orden del oficial”.

Al refrescar su memoria, el testigo contó que le entregaban los casetes en un sobre que cerraban una vez que se contaban las unidades y coincidían con el listado del recibo.

En ningún momento, le contestó al juez Néstor Costabel, tuvieron problemas en el traslado de los casetes hacia la Policía Federal ni se desviaron del camino.

Además, recordó haber visto en algunas ocasiones a los agentes policiales escuchando en “los aparatos” las cintas que habían ido a buscar y que algunos incluso “se los llevaban a escuchar a sus casas”.

Sin más preguntas, la jueza Karina Perilli dio por terminada la audiencia hasta el próximo jueves, cuando el imputado Víctor Stinfale presente su declaración indagatoria.