11 camiones, 40 fleteros y 12 horas de “trabajo” silenciaron a Radio Jai

La denuncia judicial encarada por Amia hace tres años se llevó a cabo de manera oculta mientras en cordiales reuniones con los Dres. Monner Sans, Richarte, Sykuler, Golab, Catarino y la directora de relaciones institucionales de la emisora, Marta Gerzkowicz, entre otros, planteaban la necesidad de relocalizar las instalaciones de la emisora con el propósito de hacerse con fines inmobiliarios del edificio que les fuera “legado” por los comedores.

Radio Jai desde el primer momento ofreció toda su colaboración e incluso presentó alternativas plausibles llegando a acuerdos verbales favorables para ambas partes que fueron luego desestimados por las autoridades de la Mutual.

La emisora se instaló en el predio de calle Valentín Gómez bajo la modalidad de un comodato con los comedores populares a los cuales ayudaba gratuitamente incluso antes de mudarse a su edificio. Acordada la instalación de Radio Jai, la emisora construyó todo un piso de estudios, oficinas, espacios de producción y técnica, para desarrollar su actividad periodística. Obviamente continuó e incrementó la colaboración para con la obra benéfica de los comedores.

Hace aproximadamente cinco años una nueva comisión directiva de los Comedores decide cerrar esta señera institución que por más de 80 años brindo asistencia a los más desposeídos. De acuerdo con los estatutos de la entidad benéfica si la misma dejaba de operar los bienes (el edificio de Valentín Gómez) debían ser legado al Hogar de Burzaco (Desparecido) y la Amia. Se desarrolló una extraña y poco publicitada asamblea y el edificio pasó a ser propiedad de la Amia. Las autoridades de los comedores jamás le informaron a Radio Jai de esta asamblea ni solicitaron cosa alguna.

La actual conducción de Amia recibe el proceso judicial en marcha y más allá de plantear el deseo de arribar a un pronto acuerdo, continúan con las acciones judiciales que arriban a una sentencia de desalojo que han ejecutado en esta traicionera acción. Se mantuvieron reuniones durante los últimos cuatro meses donde la mutual planteaba que no ejecutarían lo que “supuestamente veían” como un perjuicio para la vida judía.

En las últimas semanas se había arribado a un acuerdo verbal donde se firmaría un convenio de desocupación dando un plazo de seis meses para que la emisora encontrara un nuevo espacio para instalarse, la Amia colaboraría con los costos de la obra civil y contrataría una pauta publicitaria que cubriera el alquiler de las nuevas instalaciones.

Cabe mencionar que la Mutual tiene alquilado desde hace dos años el espacio contiguo al edificio, donde se llevaba a cabo el servicio de los comedores, a unos empresarios chinos que utilizan el lugar como depósito.

Finalmente, y para no agregar cientos de detalles que dan para una novela de terror, las autoridades de Amia habían planteado una reunión sobre el particular en el mismo momento en que ejecutaban el desalojo. Un solo llamado por parte del ejecutivo de la Mutual hubiera dejado suspendida la medida. Tristemente el llamado, aunque solicitado por las autoridades de la Radio, nunca llegó.

Radio Jai agradece las infinitas muestras de solidaridad y sólo puede expresar profundo dolor e indignación. Desea hacer saber que si su voz deja de existir luego de 25 años de una labor reconocida públicamente a nivel nacional e internacional por entidades y miles de oyentes, será sólo por la responsabilidad de Amia y sus dirigentes de turno.