Crítricas a la Knesset por debatir el presupuesto 2019

“Estamos ante un terremoto. No sabemos a dónde van a ir las cosas, pero está claro que Israel, después de las recomendaciones, no puede comportarse como lo hizo Israel antes de las recomendaciones”, decía Nahman Shai, integrante del partido Unión Sionista, y daba a conocer el pensamiento de muchos.

Es que el escándalo surgió cuando un opositor, se preguntaba, a la luz de las recomendaciones inminentes, por qué todavía estaban dando a lugar de hablar sobre el 2019 cuando acababa de comenzar el 2018 y parecía incierto que la actual Knesset pudiera terminar el actual el año.

“Este es un intento patético e irrelevante del gobierno”, dijo Itzik Shmuli, miembro también de Unión Sionista.

La legisladora de Meretz, Tamar Zandberg, se preguntó: “¿Creen que podemos aprobar un presupuesto con un año de anticipación bajo un primer ministro corrupto que tiene que irse a casa? Vamos a dispersar esta reunión. Este presupuesto no tiene sentido, política y moralmente”.

Pero para el gobierno, el presupuesto para 2019 es el objetivo. Y dado que el presupuesto estaba listo para la primera lectura el martes por la noche, las partes de la coalición pueden competir por fondos adicionales para sus ministerios y tratar de aprovechar la debilidad de Netanyahu en las semanas subsiguientes antes de la votación final.

Los diputados de la coalición sabían que esto podía suceder, por lo que aún podemos ver el presupuesto de 2019 como una declaración de intentar que las cosas funcionen.
Tener un presupuesto listo con un año de anticipación, uno que durará hasta noviembre de 2019, momento en el que se requeriría una elección legal, tenía la intención de eliminar una causa de fricción entre las partes de la coalición.

Netanyahu ha dicho más de una vez que este presupuesto traerá estabilidad a Israel, y parte de eso es la estabilidad política.

Lo que queda es ver si todos los socios en este plan cuidadosamente incumplido se apegan a él.