El día en el que a Bibi le prendieron el ventilador
Filber, que según el acuerdo no será juzgado ni encarcelado, declarará que Netanyahu le encargó personalmente proporcionarle a Shaul Alowitz, jefe de la empresa de comunicaciones Bezeq, beneficios reguladores.
Por su “buena voluntad” Bibi, y su esposa Sara, recibirían a cambio “notas de excelente imagen y sin críticas” publicadas en el sitio informativo “Walla”, también de propiedad de Alowitz, uno de los más populares e influyentes de Israel.
Y yo pregunto: ¿Qué van a hacer todos sus seguidores cuando Bibi sea juzgado, condenado y encarcelado por soborno y deslealtad al cargo en varias causas?
Espero que en Metzudat Zeev, el edificio central del Likud en Tel Aviv, empiecen a cavar 8 o 9 subsuelos más.
No les va a alcanzar el espacio para esconder a tanta gente avergonzada y desilusionada que por lo menos en una década no querrá mostrar la cara.
Y vuelvo a preguntar: ¿De dónde sacarán energía decenas de miles de padres y abuelos judíos de Israel y la diáspora para contarles a hijos y nietos: “Uri yo apoyé ciegamente a un dirigente corrupto sinvergüenza que fue primer ministro y se cagó en su pueblo”?
La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos; y el peor castigo del culpable es que su conciencia lo juzga y no lo absuelve nunca.
Hoy, después de 23 años, Rabin, en su tumba en Jerusalén, esbozó una tranquilizadora sonrisa.
Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN