Chocolate para diabéticos

Su innovación radica en que, en lugar de sustituir azúcar real con edulcorantes artificiales, los dulces de la compañía están hechos con ingredientes tradicionales como harina y azúcar, con la adición de una “formula” que reduce su índice glucémico.

La compañía fue fundada por Ran Hirsch, un abogado de impuestos y empresario, y por Mariela Glandt, una médica endocrinóloga. La hija de Hirsch fue diagnosticada con diabetes y Glandt fue la médica que la trató.

El fundador de la compañía contó que la primera vez que llevó a su hija a ver a su actual socia, le indicó que eliminara por completo los carbohidratos de su dieta, y luego, para su sorpresa, le ofreció un trozo de chocolate.

La Dra. Glandt desarrolló el chocolate en la cocina de su casa para su padre con diabetes. Su sueño, le dijo a Hirsch, era producir masivamente ese chocolate. “Inmediatamente me ofrecí a asociarme con ella”, recalcó Hirsch.

“Desarticulamos el chocolate hasta que pudimos aislar las características específicas para manipularlas y así disminuir el índice glucémico”, explicó el directivo. “Es una fórmula similar a la de un medicamento y, por lo tanto, podemos patentarla.

Ya presentamos solicitudes preliminares”, aclaró.

Con tal descubrimiento, el empresario comentó que la compañía está en proceso de recaudar una ronda de inversión de 2 millones de dólares.

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.