“Estudiar dientes sueltos, sin ADN y que eso demuestre que Hitler se suicidó, suena disparatado”

“En mi libro “El Exilio de Hitler” me explayo sobre las falsas pruebas para demostrar que Hitler se pegó un tiro en su búnker en 1945.

Entre esas farsas está la de los supuestos dientes”, comienza relatando Basti.

“Llama la atención que no hay una mandíbula con dientes, sino que hay dientes sueltos y puentes dentales con un origen incierto. Lo lógico sería un cráneo, con quijadas y dientes encastrados, sean prótesis o dietes originales.

Eso permitiría evaluar una pieza completa, pero no entendemos porque las piezas están separadas, esto dificulta cualquier tipo de investigación.”

A su vez, el historiador asegura que hay dientes “cuyo origen se desconoce, que se le atribuyen a Hitler. Uno se pregunta desde cuándo tener o investigar dientes sueltos, permiten afirmar taxativamente que la persona que los tenía, se suicidó en un Bunker en Berlin en 1945”.

“Un dato interesante es que a esta gente que investigó estos dientes, no pudieron hacer un estudio de ADN. Solo se le pudo hacer a un pedazo de cráneo que tienen los rusos, que dicen que es de Hitler. Un grupo americano dijo que el cráneo era de un cuerpo femenino, algo que ya de por si no era compatible con Hitler por el sexo. En este caso lo extraño es porque no se pudo hacer un estudio de ADN a esos dientes”, afirma Basti con total seguridad.

“Como conclusión a priori, sin tener los estudios en la mano, no se entiende ni está claro la cuestión de no tener un cráneo completo, la quijada y los dientes. Es la forma normal de analizar un cadáver. Estudiar dientes sueltos, sin ADN y que eso demuestre que Hitler se suicidó, suena disparatado. Es un intento de rompecabezas, de rejuntar piezas para tratar de armar algo que no se puede armar”, finalizó.

Agregó además otro dato que llama la atención: “Por la sustancia de cianuro que ingirió Hitler. Es prácticamente imposible que una persona tome cianuro y después se pegue un tiro. La reacción del cianuro es tan inmediata que no le da el tiempo a nadie para después matarse, no hay antecedentes. Hay tantas diferencias que me llevó un capítulo entero de un libro para seguir explicando las incongruencias de estas historias.”