Avances israelíes en la cura de un tipo de cáncer
Mesotelioma (o mesotelioma maligno) es una forma rara de cáncer que se desarrolla a partir de células transformadas originarias del mesotelio, el revestimiento protector que cubre muchos de los órganos internos del cuerpo. El Mesotelioma Pleural es una placa dura, blanquecina grisacea. Generalmente es causada por la exposición al amianto o asbesto.
La mayoría de las personas que desarrollan un mesotelioma han trabajado en actividades donde se inhala el amianto, o estuvieron expuestas al polvo del amianto y sus fibras de otras maneras, por lo que se la considera una enfermedad profesional. También se ha sugerido que lavar la ropa de un miembro de la familia que trabajaba con asbesto aumenta el riesgo de desarrollar mesotelioma.
El mesotelioma es un cáncer que se desarrolla en el mesotelio, una membrana delgada que protege los órganos internos del tórax y el abdomen.
En la mayoría de los casos, la enfermedad es causada por la exposición al amianto. Esta malignidad es resistente a la mayoría de los medicamentos contra el cáncer y actualmente no tiene un tratamiento efectivo, por lo que existe un alto nivel de interés e importancia para el estudio conjunto publicado en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer (JNCI).
El estudio fue realizado bajo la guía del Prof. Israel Vlodavsky del Technion y su colega, el Prof. Harvey Pass de la Universidad de Nueva York.
Al analizar las muestras de mesotelioma recogidas por el Prof. Pass a lo largo de los años, los investigadores de la NYU validaron la importancia clínica de la heparanasa en la patogénesis del mesotelioma.
El grupo de investigación conjunto (Technion-NYU Langone) descubrió que las células cancerosas del mesotelioma utilizan la enzima heparanasa para romper las barreras tisulares que rodean al tumor en desarrollo y atraer los vasos sanguíneos para alimentarlo.
Además, la disolución de la matriz extracelular provoca la liberación de proteínas promotoras del crecimiento y, por lo tanto, acelera el desarrollo del tumor.
La heparanasa secretada por las células cancerosas y el microambiente del tumor desencadena un círculo vicioso en el que la inflamación y el crecimiento se fortalecen mutuamente.
Los investigadores lograron interrumpir este círculo vicioso, combatiendo el mesotelioma por medio de inhibidores de heparanasa.
El estudio mostró, en primer lugar, que la heparanasa acelera la progresión de la enfermedad en pacientes con mesotelioma: cuanto mayor es la cantidad de heparanasa en el paciente, menor es la esperanza de vida.
También mostró, en experimentos con modelos de ratón, que la inhibición de la expresión génica de heparanasa inhibe el crecimiento tumoral.
Los inhibidores de heparanasa (PG545 y defibrotida) inhibieron significativamente el crecimiento tumoral y ampliaron en gran medida la capacidad de supervivencia de los ratones tratados.
El uso de inhibidores de heparanasa fue más efectivo que la quimioterapia convencional, como el cisplatino, que se usa actualmente para tratar esta neoplasia maligna.
Los hallazgos brindan cierta esperanza para los pacientes de mesotelioma en todo el mundo, y los investigadores pronto realizarán un ensayo clínico para examinar el potencial terapéutico de inhibidores de heparanasa en esta enfermedad mortal.
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