Uruguay reconoció que se equivocó al no condenar a Hamas
Modi Ephraim conoce América Latina como pocos diplomáticos de la cancillería israelí. Estuvo en Perú, en Buenos Aires, en México y Guatemala y por eso desde hace cuatro años que encabeza la dirección de la Cancillería israelí para América Latina y el Caribe.
Este domingo culminó una visita de tres días a Uruguay en la que se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa. En conversación con el diario “El Observador” de Uruguay, dijo que el gobierno uruguayo le reconoció a Israel que no apoyar una condena contra Hamas votada en junio de 2018 en Naciones Unidas fue un “error”.
– ¿Cómo están las relaciones entre Israel y Latinoamérica?
– En los últimos cuatro años estamos haciendo los esfuerzos para proveer las relaciones de Israel con América Latina tanto a nivel bilateral como regional. A nivel regional queremos un acercamiento con la Alianza Pacífico y ahora queremos renovar el Tratado de Libre Comercio con el Mercosur. A nivel bilateral renovamos la relación con Nicaragua en marzo pasado -uno de los cuatro países que no teníamos relaciones diplomáticas-. Todavía nos queda con Bolivia, Venezuela y Cuba. Fidel Castro cortó las relaciones en 1973. Y ahora que estamos al frente de otro conflicto en la Franja de Gaza hay que recordar también que Hugo Chavez y Evo Morales cortaron las relaciones en 2009 después de un conflicto en Gaza, apoyando a los terroristas del Hamas y otros grupos radicales. En el último conflicto de 2014, cinco países latinoamericanos -y nadie más que ellos- llamaron a los embajadores en consulta. Ni un país árabe llamó a sus embajadores. Pero desde ahí se puede ver un proceso de mejoramiento de las relaciones en todos los ámbitos. Israel está ahora con presencia muy activa en algunos sectores y procesos que son de interés de desarrollo de muchos países: la seguridad pública y también estamos apoyando en el avance de todo el ecosistema de emprendimiento e innovación que varios países quieren empujar. Y por supuesto a nivel político que tiene suma importancia. Se nota una mejora en las votaciones. Los que más nos apoyan en los organismos internacionales son los países más pequeños, por ejemplo: Guatemala, Honduras, Paraguay y ojalá que así sea también con Uruguay.
En cuanto a los países más grandes, estamos viendo cambios muy positivos con México y Argentina.
– Usted hizo una expresión de deseo respecto a Uruguay.
– Por supuesto porque con Uruguay hay una amistad histórica entre ambos países.
– Pero no daría por sentado el apoyo uruguayo en virtud de esa amistad histórica.
– Siempre recordamos el apoyo del embajador Fabregat, por supuesto el rol de la comunidad judía en el país, hay bastantes uruguayos en Israel. Pero más que eso creo que con Uruguay siempre compartimos valores de la democracia. Coincidimos en la lucha contra el terrorismo y por supuesto en los temas de derechos humanos. Y por eso en el transcurso de los años hubo un apoyo. Siempre hay diferencias de opiniones en algunos temas. Sin duda, entre amigos siempre pasa. Tenemos la esperanza que ahora va a mejorar el apoyo en organismos internacionales.
– ¿Le sorprendió que Uruguay haya votado la resolución 2334 del Consejo de Seguridad que condenó la construcción de asentamientos en Cisjordania?
– En esta entrevista no voy a criticar al gobierno. Tenemos un diálogo abierto. Mañana (por el viernes 10) vamos a ver al canciller (Rodolfo Nin Novoa). Yo lo recibí en su visita a Israel y por eso, para nosotros, con total franqueza fue una sorpresa (el voto de Uruguay). Y por eso queremos fortalecer este entendimiento que siempre existió entre ambos países. Entre amigos siempre hay logros y decepciones, como fue en este caso. A pesar de eso hubo una buena colaboración a nivel del Consejo de Seguridad en otros ámbitos y en otras resoluciones.
– ¿Usted diría que Uruguay tiene una política establecida y coherente de condena al terrorismo?
– Espero que sí. Se mostró en algunos lugares. Hay veces que, como en otros países pequeños, que hay presión de otros lados. Entonces por eso nuestra frustración con esta resolución del Consejo de Seguridad de no apoyar y de no mostrar el entendimiento y la cercanía con la posición israelí, un país que lucha contra el terrorismo. Pero es un caso en el transcurso de una relación muy positiva.
– Se lo preguntaba porque en junio de 2018 hubo otra votación, esta vez en la Asamblea General de la ONU, donde hubo dos resoluciones. Una que condenaba a Israel en el marco de los nuevos enfrentamientos con Gaza y otra, propuesta por Estados Unidos, que condenaba a Hamas. Para sorpresa de la oposición política aquí, la representación uruguaya no votó la condena a Hamas. ¿Cómo lo tomaron ustedes?
– Ya de una manera u otra (el gobierno) nos dio la explicación que se podría analizar que fue un error, que se equivocaron. Esa fue otra sorpresa, sí. Sabemos que la línea del gobierno uruguayo contra el terrorismo es muy clara y ese fue otro punto de diferencia de opiniones. Cualquier gobierno puede cometer errores en sus decisiones en la política exterior. También vemos que los países latinoamericanos están tomando decisiones con mucho coraje sobre Jerusalem. Es muy obvio que la capital nuestra es Jerusalem como que la capital de Uruguay es Montevideo. Guatemala, Paraguay y Honduras apoyaron esta resolución y pensamos y queremos que otro país amistoso que tiene larga historia con Jerusalem y con Israel entienda que es la capital. Cuando el presidente Vázquez visitó Israel en su primer mandato fue a la casa de gobierno que está en Jerusalem. Nuestra esperanza es que se entienda la importancia de esto.
– Más allá de la soberanía de cada país de elegir su capital, se podría decir que en este caso específico se despierta el debate porque Jerusalem es uno de los puntos problemáticos para la resolución del conflicto. En ese sentido, ¿no cree que el caso de Jerusalem merecería un tratamiento especial?
– Lo que siempre se escucha de países amigos como Uruguay es que siempre quieren apoyar el diálogo de paz y las negociaciones. Y nuestro pedido es que hay que llamar claramente a los palestinos -los países Latinoamericanos tienen buen diálogo con ellos- a renovar las negociaciones directas y ahí se van a tocar los temas de Jerusalem. Pero esto no tiene nada que ver con no reconocer. Se puede reconocer y al mismo tiempo dar toda la presión a ambos lados de seguir la negociación directa. A través de las Naciones Unidas no vamos a conseguir la paz ni un estado soberano palestino. Desde 2014 no hay negociaciones.
– ¿Por qué?
– Eso tiene que ver con lo que está pasando en el mundo palestino. Están divididos entre los radicales de Hamas y Yihad Islámico en Gaza y por el otro lado está la Autoridad Palestina en Cisjordania con el liderazgo de Abu Mazen (Mahmoud Abbas). Esa división nos llegó a este conflicto también porque lo que vemos es que no existe un socio en tanto que nadie puede tomar una decisión. Cada vez que estamos cercanos a un acuerdo aparece un episodio de violencia nuevo.
– ¿Estaban cercanos a un acuerdo ahora?
– Veníamos negociando con el apoyo de los egipcios. Primero entre la Autoridad Palestina y Hamas pero a través de los egipcios se había establecido un canal de comunicación.
Cuando nos acercamos a un punto de entendimiento aparecen los radicales.
– Está el conflicto real y después el mediatizado. Y algunos tienen la percepción que hace mucho tiempo que Israel pierde el partido que se juega en la opinión pública. ¿Ustedes lo ven así?
– Si se ven las encuestas en Estados Unidos la gran mayoría de la población estadounidense está apoyando a Israel. Quizás no necesariamente a este primer ministro, o algún otro primer ministro, pero están con la línea israelí. Es cierto que en algunos países hay más solidaridad con grupos que luchan por su soberanía, no solamente los palestinos. Y por eso se crea esa simpatía. Con toda franqueza le tengo que decir es que en los lugares donde hay más ignorancia es más fácil incitar contra algo. Pero es importante saber también que hoy, dentro del mundo árabe, hay países moderados que apoyan la posición israelí.
– ¿Por ejemplo?
– Egipto, Arabia Saudita, los países del Golfo. Compartimos los enemigos y compartimos el deseo de luchar contra el terrorismo, ya sea de ISIS, de Hezbollah o de un estado como Irán que amenaza a todo el Golfo.
– ¿Cree que la ley de estado nación juega en contra de la imagen pública de Israel y del goce de su legitimidad como democracia?
– Israel no tiene una Constitución como tienen otros países. Entonces la Constitución se crea básicamente a partir de la declaración de independencia y de las leyes básicas que cubren el tema de los derechos individuales, las minorías, la separación de los poderes pero también la identidad del estado. Hay que reconocer que Israel es un estado judío pero eso no significa que la ley tenga una intención de dañar los derechos de las minorías. Con el paso del tiempo se verá que ninguna minoría sufrirá a causa de esta norma.
*Fuente: elobservador.com.uy
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