Acuerdo para apoyar a sinagoga de Concepción

En el corto plazo, este acuerdo se traducirá en la participación de un guía espiritual masortí en las ceremonias de Iamim Noraim en Concepción.

Luego de asumir los destinos de la Comunidad Israelita de Concepción hace algunos meses, el nuevo Directorio de esta institución identificó algunos desafíos que debían ser abordados con urgencia y probablemente con apoyo externo. De hecho, este fue el foco de la reunión sostenida en Santiago, donde participaron el presidente del Círculo, Miguel Infeld, el director ejecutivo, Mario Kiblisky, el presidente de la Comunidad Israelita de Concepción, Carlos Haquin y el director Walter Koserak.

Según explicó Carlos Haquin, esta comunidad enfrenta actualmente un periodo de transición debido a antiguos y complejos desafíos. “El nuevo Directorio de la Comunidad Israelita de Concepción se propuso, recién iniciadas sus funciones, hacer frente a estas situaciones y resolverlas. Empero, estábamos cocientes que estas tareas no las podíamos afrontar de forma aislada, y fue así que nos pusimos en contacto con nuestra comunidad hermana, el Círculo Israelita de Santiago, cuyos dirigentes prontamente y con gran voluntad nos propusieron trabajar en conjunto en torno a estos desafíos. En lo inmediato, nos ayudaron a retomar nuestra tradicional identidad masortí, bajo la cual se fundó nuestra colectividad y gestionar los oficios de un guía espiritual para la celebración de los Iamim Noraim y de los servicios de shabat durante un periodo. Esperamos que este vínculo se fortalezca aún más en el tiempo, en distintas áreas y trascienda a las nuevas generaciones.

-¿Qué importancia tiene este convenio para el desarrollo de la Comunidad Israelita de Concepción?

-Resulta clave. Sabemos de las buenas experiencias del Círculo Israelita de Santiago en las materias que representan actualmente grandes desafíos para nosotros. Además, constituyen un gran respaldo institucional y logístico para dar los pasos que necesitamos. Las herramientas con las que contamos son muy limitadas, y el hecho de habernos apoyado durante las grandes fiestas nos permite no descontinuar el funcionamiento normal de nuestra comunidad, lo cual es trascendental durante un período de transición.

-¿Cómo es y cuáles son los desafíos de la vida judía en Concepción, tanto en lo religioso como cultural y social?

-La Comunidad Israelita de Concepción es una de las colectividades judías más antiguas del país, y la única institución judeo-sionista emplazada en la segunda ciudad más importante de Chile. Se desarrollan en ella servicios regulares de shabat y se celebran todas las fiestas del calendario judío. Pero desde hace algunas décadas a la fecha, la participación de las familias judías ha descendido considerablemente y prácticamente las generaciones jóvenes no asisten hoy en día a la comunidad, lo cual representa naturalmente un gran desafío para la continuidad de nuestra institución. Son estas necesidades las que definieron nuestros objetivos principales como nuevo Directorio.

-¿Qué importancia le asignas a la conexión entre las comunidades de Santiago y la vida judía en regiones?

-Las comunidades en regiones, de manera solitaria, son un ejemplo de aporte judío en las sociedades en las que están asentadas. Esto resulta muy arduo, si se tiene en cuenta la ausencia de redes de apoyo para adaptarse a los nuevos cambios y sobrellevar a veces situaciones hostiles. El contar con canales de comunicación y de información directos y expeditos con las diversas instituciones en Santiago, y viceversa, permite a las comunidades de regiones poder salir de este aislamiento con nuevas perspectivas y a las organizaciones metropolitanas poder ampliar su rango de contribución cultural y profesional a niveles nacionales.