A fines de año se presentará maqueta del nuevo Instituto Hebreo
El proyecto ATID, que considera la construcción de un nuevo colegio sobre una parte de las actuales instalaciones del Estadio Israelita, sigue avanzando de acuerdo a lo programado, y ahora con la renovación de la mitad de los miembros del Vaad Hajinuj.
En 1930 se concretó el anhelo de la Comunidad Judía en Santiago de asegurar la formación educacional de sus jóvenes, dando continuidad a esta comunidad en la diáspora. En dicho año, se inauguró, en la calle Serrano, la Escuela Integral Judía que recibió el nombre de Instituto Hebreo Chaim Weizmann, entidad que fue reconocida y subvencionada por el Gobierno de Chile. Luego se trasladó a calle Santa Rosa y posteriormente a la calle Copiapó. En ese entonces el número de estudiantes era de 230 alumnos. En 1944, el Ministerio de Educación autorizó al Instituto Hebreo para ampliar sus cursos hasta el Primer Ciclo de Humanidades. En 1945 el Vaad Hajinuj de Chile se hizo cargo de la Dirección y Administración del Instituto Hebreo, adquiriendo, en 1947, un gran terreno en la avenida Macul 1242, destinado a construir un complejo educacional, que se inauguró en 1956. Luego de más de tres décadas, el Instituto Hebreo se mudó a sus actuales instalaciones, en Avda. Las Condes 13.450.
Y si proyectamos el relato, habría que decir que en algunos años el nuevo Instituto Hebreo debería estar emplazado en Avda. Chesterton N° 8630, en parte de los terrenos actuales del Estadio Israelita Maccabi (EIM).
En efecto, con ese plan en mente, el Vaad Hajinuj acaba de dar un paso más en el desarrollo del Proyecto ATID, lanzando un llamado a arquitectos chilenos y extranjeros (con sede en Chile), para participar en un concurso para presentar un anteproyecto para el nuevo edificio del Instituto Hebreo.
“El objetivo de este concurso es elegir una oficina de arquitectura que a través de su propuesta refleje las necesidades funcionales y espaciales del programa de nuestro Instituto Hebreo, y responda a las exigencias urbano-ambientales propias de su emplazamiento en el terreno del EIM”, explicó el Vaad a través de un comunicado.
El director del concurso es el arquitecto Erico Luebert y los jurados son Herman Schupper, presidente del Vaad Hajinuj; Alan Guendelman, presidente del Estadio Israelita Maccabi; Andrés Paz, director del Vaad Hajinuj, arquitecto Guillermo Rosende; arquitecto Yves Besançon, representante de la Asociación de Oficinas de Arquitectura; arquitecta Gabriela Manzi, representante del Colegio de Arquitectos; y un arquitecto representante de los participantes.
El concurso comenzó con una convocatoria pública el 2 de septiembre, y la fecha de recepción de anteproyectos será el día 29 de noviembre. El veredicto del jurado será el día 14 de diciembre, tras lo cual serán presentados los proyectos a toda la comunidad.
El primer premio del concurso será de $9.000.000, el segundo de $4.000.000 y el tercero de $2.500.000.
Bases y números
Según explican las bases del concurso, el llamado es una invitación a los arquitectos que cumplan con ciertos requisitos mínimos de superficie construida de establecimientos educacionales, para participar en el desarrollo de un anteproyecto con la más amplia libertad que permitan las normas que regulan el sector donde estará ubicado el futuro edificio, recogiendo el espíritu de la Identidad Judía, la Excelencia Académica y la Formación Valórica como pilares fundamentales de una educación inclusiva, en un clima escolar amigable y de respeto entre todos sus miembros.
El anteproyecto deberá considerar asimismo la construcción y habilitación de un área de canchas deportivas y estacionamientos en terrenos del EIM, en términos tales que permitan combinar la necesaria independencia de ambas instituciones, con el uso compartido y coordinado de esta área.
El objetivo es llegar a un anteproyecto que reúna las características propias de funcionamiento del Instituto Hebreo, desarrollando el programa específico solicitado, en una proposición volumétrica y de organización de los espacios en el terreno, que signifique tanto un diálogo respetuoso con la edificación existente y con las actividades y fines del EIM, como un aporte renovado en el paisaje urbano circundante, con una arquitectura que refleje la importancia de la función educacional en la vida diaria de esta comunidad.
En este contexto, la propuesta arquitectónica solicitada es un edificio destinado a acoger la educación pre-escolar, básica y media, oficinas de las funciones directivas y de administración, salas de clases, talleres y laboratorios, biblioteca, casino, equipamiento deportivo y estacionamientos subterráneos.
Todo lo anterior considera una superficie aproximada de 18.500 m2 para las funciones educativas, 13.000 m2 de estacionamientos e instalaciones deportivas subterráneas para uso compartido entre el Instituto Hebreo y el EIM, y 15.000 m2 de canchas deportivas sobre los estacionamientos.
Gestión del Proyecto ATID
Todo el desarrollo de este proyecto de construcción de un nuevo colegio está coordinado por la Comisión ATID, cuyo presidente, Andrés Paz, dialogó con La Palabra Israelita.
-¿Con qué ánimo están trabajando los integrantes de la Comisión ATID?
-Estamos muy entusiasmados con el avance del Proyecto ATID. Creemos que es un proyecto ícono para la comunidad que va a marcar un antes y un después, y beneficiará de aquí en adelante a todas las generaciones venideras. Nos impulsa un espíritu de gran sinergia y creatividad.
-¿Cómo se ha organizado el trabajo de la Comisión hasta ahora?
-El proyecto ATID involucra cinco áreas de trabajo. La primera es de desarrollo y construcción del nuevo colegio. En esta área se trabaja en todo lo que tiene relación con la arquitectura y la construcción per se. La segunda área de trabajo se relaciona con la venta actual del colegio.
Se está evaluando cuál es el mejor mecanismo para una óptima transacción y así maximizar el precio del terreno. La tercera área es la de operación entre el IH y el EIM. Se trata de visualizar y canalizar todos los temas que se relacionan con la cooperación entre ambas instituciones y la operación diaria. Existe una cuarta área que se relaciona con el fundraising y la necesidad de levantar recursos adicionales a través de las donaciones. Si bien el proyecto ATID es autosustentable, este no va a ser capaz por sí solo de financiar la alta demanda de becas que requiere el colegio. La quinta y última área está trabajando en la estructuración del endowment y las reglas que tendrá el futuro fondo, que permitirán usar los recursos para financiar parte de las becas que anualmente otorga el IH.
-¿Y hay otro temas?
-Independiente de estas cinco áreas, existen temas transversales del proyecto, tales como la gestión financiera, la comunicación y el involucramiento de la comunidad, temas tributarios y legales que se tienen que abordar. Cada uno de estos aspectos está liderado por algún miembro del comité, que a la vez solicita el apoyo de personas expertas en cada uno de los temas para ir avanzando.
-¿Qué feedback han tenido de la comunidad escolar y comunidad judía en general?
-El feedback ha sido espectacular, tanto de la comunidad escolar como del resto de la comunidad judía. Existe un férreo apoyo transversal al Proyecto ATID, pues no sólo es un proyecto que va a beneficiar al colegio y al EIM, sino que también tendrá un efecto cascada muy positivo en el quehacer diario de todos. Hemos recibido muchas palabras de aliento y motivación.
-¿En qué etapa del proyecto estamos y cuáles son los próximos pasos?
-En estos momentos nos encontramos iniciando el concurso de arquitectura. Durante los próximos dos meses y medio, los arquitectos que se inscriban en dicho concurso van a trabajar en el diseño del nuevo colegio y van a terminar entregando a fines de noviembre una propuesta de anteproyecto. Una vez recibidas todas las propuestas, el jurado elegirá cuál es el proyecto ganador. A partir de ese momento se empezará a trabajar junto con el arquitecto elegido en el plan definitivo. Esperamos que a fines del próximo año tengamos el proyecto de arquitectura terminado.
-¿Qué finalidad tiene definir la arquitectura a través de un concurso?
-Es un sistema tradicional y probado, que permite mucha transparencia de cara a la comunidad. Este mecanismo a la vez te da acceso a los mejores arquitectos que hay en el país, incluso pueden concursar oficinas del exterior, y tienes la oportunidad de elegir el proyecto que mejor represente los valores que tiene nuestro colegio.
-Más allá de los aspectos técnicos, ¿qué se busca conceptualmente para este proyecto de arquitectura?
-En primer lugar, el nuevo colegio desde el punto de vista arquitectónico tiene que conversar con el PEI -nuestro Proyecto Educativo Institucional-, y los pilares de excelencia académica, formación valórica e identidad judía que de él se desprenden, más los nuevos que se definirán. Además, tiene que responder a una educación del siglo XXI donde se privilegia la flexibilidad, la transparencia y calidad de los espacios, junto a un ambiente cálido e inclusivo. Debe fomentar y reflejar la interacción y la colaboración, espacios que privilegien el “aprender haciendo”, y la diversidad.
Para todo ello se está trabajando codo a codo con los estamentos del colegio, recabando información y determinando altos estándares de exigencia para tener un espacio de excelencia que sea un referente para la comunidad.
Nuevo Vaad Hajinuj
El lanzamiento de este concurso y los avances en el Proyecto ATID coinciden con la renovación del Vaad Hajinuj, que incorporó nuevos miembros y nominó como su presidente a Herman Schupper, quien conversó con La Palabra Israelita.
“Asumo la presidencia del Vaad con responsabilidad, humildad y entusiasmo. Responsabilidad, porque nuestro colegio es la institución principal para garantizar la continuidad del pueblo judío en Chile. Soy consciente que esta misión no es solo del presidente del Vaad Hajinuj, ni de mi equipo de directores solamente. Esta misión debe ser compartida por todos y cada uno de los integrantes de la colonia. Humildad, porque estoy aquí para servir a algo más importante que mi persona. Darle lo mejor a nuestros niños, que son lo más valioso que tenemos y el futuro de la comunidad. Y, por último, ¡cómo no entusiasmarse con la gran tarea que nos espera!”, señaló el dirigente.
-¿Cómo se ha instalado el nuevo directorio?
-Como sabes, formo parte del Vaad desde hace 6 años. En ese periodo entendí que el colegio es muy sofisticado y con muchas aristas. En esa línea, durante los años que el directorio fue liderado por Alejandro Fosk, a quien aprovecho a reconocer por su labor, se reformaron los estatutos y el Vaad se renueva por mitades cada dos años, para que los procesos sean consistentes. Dado que soy el más antiguo del equipo, tomé la decisión que debemos pasar por un proceso de inducción en que los 9 integrantes del Vaad conozcamos cada una de las áreas de nuestro colegio. Ya hemos tenido más de 10 horas de presentaciones o reuniones con el equipo de gestión que lidera cotidianamente el Instituto Hebreo. Seguiremos avanzando por este camino. Por otra parte, se están conformando subcomisiones que apoyarán a los profesionales que lidera Sergio Herskovits.
-¿Cuáles serán los objetivos principales de este Vaad?
-El colegio marcó en el año 2011 su hoja de ruta que es el PEI (Proyecto Educativo Institucional). Allí determinamos que nuestros pilares son la formación valórica, la excelencia académica y la identidad judía sionista y plural. Continuaremos con estos pilares. Hoy están entrando en vigencia el plan que nos guiará hasta el año 2024. En los próximos años pondremos el énfasis en ser más inclusivos. Esto, que es tan fácil de decir, es sumamente desafiante. Aprenderemos de nuestra vasta experiencia al respecto y de las mejores prácticas en Chile y en otras partes del mundo. Hace pocas semanas fuimos huéspedes y líderes de 25 colegios que visitaron nuestro colegio para abordar estrategias de inclusión.
“Otra área fundamental es la de formación valórica. El mundo está cada vez más complicado para los niños y jóvenes, y los padres necesitan de apoyo y guía para acompañar a sus hijos en su crecimiento. En este sentido, el énfasis estará en construir una sociedad potente entre apoderados y colegio por el bien de nuestros alumnos”.
“En el área judaica profundizaremos el gran éxito que es Torat Jaim en enseñanza media y lo extenderemos en su espíritu al programa de renombre internacional Talam, que enseñamos en básica. Me enorgullece el programa israelí Jalav Udvash que aplicamos en el Gan. Los niños y sus familias crecen y aprenden durante 17 años en su identidad y vida judía. Los haremos judíos orgullosos e íntegros. Todo este entramado de sueños se concretará bajo el gran axioma que es acompañar a nuestros alumnos para que desarrollen su máximo potencial”.
-Finalmente, ¿qué desafíos ven para la educación judía en los próximos años en Chile?
-El futuro entusiasma. El colegio tiene cada vez más alumnos, mejora en todos los indicadores académicos, somos un modelo para en educación judía pluralista en el mundo, y los padres junto al colegio seremos cada vez socios más sólidos en acompañar a nuestros hijos en un mundo desafiante.
“Tendremos un colegio nuevo que será la casa en que seguiremos la construcción del mejor colegio de Chile. En particular me enorgullece que un móvil central para edificar el nuevo colegio sea crear el fondo para que todos puedan estudiar en el Hebreo, sin exclusiones basadas en motivos económicos. Me emociona liderar una comunidad preocupada por los que más necesitan. Soy hijo de un sobreviviente de la Shoá. De él aprendí a vivir la vida con pasión y compromiso. Eso trataré de entregar durante mi gestión”.
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