“Pittsburgh es la mezcla perfecta de todas las comunidades. Esto era impensado”

“Desde 1968 que vivo en Pittsburgh. La ciudad es bastante grande, pero funciona como un sthetl chico. Todos se conocen, ayudan al vecino, si es judío o no. Es muy especial la ciudad. Cuando llegamos fuimos a un suburbio, pero en la ciudad está toda la parte intelectual, teatros, cines. Es una comunidad muy activa, hay 50.000 judíos y el 70% vive en Square Hill, que es el barrio en donde fue atacada la sinagoga. Si bien hay muchas, están todas muy unidas, hacen actividades juntas”, comenzó explicando Amalia.

Consultada sobre la comunidad atacada, dijo: “Yo vivo a 15km. de ahí, pero fui muchas veces a “Tree of Life” para bar mitzva, para fiestas judías. Muchas amigas eran miembros de la comunidad, es una congregación muy grande. Jewish Pittsburgh, como lo decimos, es distinto a cualquier ciudad del país. A medida que la gente iba avanzando, se fueron moviendo, pero los judíos de Pittsburgh siempre se quedaron, querían estar cerca de los vecinos. Es la mezcla perfecta de todas las comunidades. Todo el país sabe que es muy especial y nunca hubo una amenaza como esta ni como ninguna, pero el problema de las armas en Estados Unidos es que hay tiroteos en cualquier lugar, ahora un ataque en una sinagoga en Pittsburgh era impensado para todos”.

Amalia, quien se encuentra en Argentina de visita, contó que “los rabinos piden seguir siendo judío y seguir con puertas abiertas para rezar, pero hay que darse cuenta que la realidad no va a permitir todo eso. Es increíble como la policía y las autoridades mandaron seguridad a todas las sinagogas de la zona. A la que voy yo, ya tenía seguridad desde ese mismo día, y este fin de semana que va a haber servicio de Shabat, una iglesia pidió a sus congregantes que vayan a hacer una “guardia de amigos”. La manera de cómo la gente en Pittsburgh, la no judía, se plegó a esta desgracia, es increíble”.

Por último, hizo referencia a la tenencia legal de armas en los Estados Unidos, especialmente porque el atacante tenía 21 armas registradas legalmente a su nombre: “La NRA (Asociación Nacional del Rifle) da miles de millones de dólares a los políticos republicanos para que la ley no se cambie.

Entonces no se puede cambiar la ley de armas. Es la gran desgracia de este país, del que estoy viviendo. Estoy muy alterada personalmente por lo que pasó”.