Un nuevo escándalo de AMIA

El giro se decidió el 15 de enero, durante una reunión de la Comisión Directiva de la AMIA y fue comunicada a DAIA mediante una carta enviada el pasado 22 de enero con las firmas del vicepresidente primero de la AMIA, Ariel Eichbaum, y del secretario General: Darío Fernan Curiel. La orden partió del titular de la institución, Agustín Zbar, quien no firmó el documento porque se encuentra en Israel en un viaje familiar, que le permitió participar del homenaje realizado al fiscal Nisman.

El pedido de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) tomó de sorpresa a varios dirigentes de DAIA y organizaciones comunitarias que criticaron a la Mutual por “usar la causa” del atentado en pos de intereses políticos. Tampoco resulta casual que la carta haya sido difundida por la “Agencia Judía de Noticias” un medio cercano a AMIA y que en muchos casos opera como “satélite” y vocero de la información que pretende hacer trascender la Mutual.
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Primera parte de la carta de AMIA a DAIA

Desde el inicio de su presidencia en AMIA, Agustin Zbar ha pretendido transformarse en el vocero político y único referente de la comunidad judía Argentina, desconociendo, entre otras cosas, el rol y estatutos de la AMIA como asociación Mutual. Por mucho delirio de grandeza y búsqueda de poder que una persona pueda tener, su realidad se debería limitar a los fines estatuarios de la institución a la que pertenece.

A partir del atentado a la AMIA en julio de 1994, la Asociación Mutual tomó un protagonismo inédito en la agenda nacional, y quienes antes eran solo meros dirigentes de una Mutual que administraba los recursos económicos provenientes de los cementerios y legados para realizar obra social y educativa, pasaron a ser recibidos por las más altas esferas políticas a nivel local e internacional.

La representación política de la comunidad judía Argentina es DAIA, entendida como la “asociación de asociaciones”, donde AMIA es una más de ellas. Por esta razón, el “delirio de grandeza” y deseo encarnizado de poder, pasa a convertirse en un “delirium tremens”. La ilusión (y quizás alucinación) tiene mas que ver con el lugar que ha querido ocupar el propio Zbar.

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Segunda parte de la carta de AMIA a DAIA

No hace falta ir muy lejos para comprender la relación de AMIA y su presidente, con DAIA. En el último tiempo, diversas situaciones han generado sospechas de todos los que frecuentan la calle Pasteur.

Jorge Knoblovits, presidente de DAIA, asumió su cargo hace menos de dos meses tras el desarrollo de elecciones cargadas de tensión y clima enrarecido en la cual Zbar, tenía la intención de que no se votara e imponer al candidato de su partido, el (BUR), Bloque Unido Religioso.

Por extraño e impresentable que a alguno pueda resultarle, AMIA viene intentando echar del edificio del barrio de Once a DAIA, con todo tipo de maniobras y fundamentos irreales como por ejemplo que “pagan poco por el alquiler”. De hecho, en esta misma carta, del nuevo escándalo, AMIA le solicitó a DAIA el desalojo del séptimo piso del edificio.

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Pero esto no es todo. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas ha sufrido en el último año extrañas inspecciones de la IGJ que han sido vistas como una “mano oculta y traicionera” generada desde las mismas entrañas de los dirigentes de AMIA.

DAIA, a través de su presidente, ha manifestado que se escucha a todas las entidades afiliadas y “AMIA es una de ellas”. Para esto, dirigentes de DAIA ya han tomado cartas en el asunto para analizar y debatir al respecto, tal como han hecho con todas las causas jurídicas que afectan a la entidad. A su vez, el próximo 6 de mayo habrá una convocatoria a Asamblea donde se les informará a las instituciones afiliadas todas las situaciones jurídicas existentes y las decisiones a tomar con cada una.
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Surge la pregunta, que intención oculta puede tener AMIA en que no se profundice la investigación sobre como se gestó y a qué intereses respondía el Memorándum de entendimiento con Irán, denunciado por el fallecido fiscal Nisman, y la responsabilidad que le podría caber a la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner.

¿Será que nuevamente en el marco de un año electoral en la Argentina se cuelan en la comunidad intereses partidarios que nada tienen que ver con la verdad y el esclarecimiento del atentado y la muerte del fiscal Nisman?, ¿Será que el presidente de Amia tiene alguna situación con los ex gobernantes que quieren volver al poder?. Muchas pueden ser las conjeturas. Lo concreto, es que esta nueva vergüenza no se puede comprender.

En lo que hace a su crítica al juicio en ausencia a los presuntos autores del atentado, los iraníes prófugos de la justicia Argentina, la Mutual tampoco presenta argumentos jurídicos que permitan una reflexión comunitaria al respecto.

Muchas veces escuchamos la frase “no se puede caer más bajo”, sin embargo, no es sorpresa encontrar a aquel que trae una pala para cavar y demostrar que se puede seguir cayendo. AMIA y sus dirigentes así lo demostraron una vez más.

Por J.G.