El presidente de la comunidad judía de Tucumán expreso su indignación por la actitud de AMIA

“La kehila de Tucumán, repudia la tan vergonzante manifestación de AMIA y los débiles argumentos que aduce su presidente Agustín Zbar, esgrimiendo que el pedido lo hace por él hecho de que se trata de un problema de la Argentina y que solo ella lo debería encarar y si bien es cierto y no dudo de la responsabilidad que tiene nuestro país como primer comprometido, no podemos soslayar que el golpe fue certero en corazón de los judíos, por lo tanto tenemos la doble responsabilidad del reclamo, pero dándole con el gusto al Sr. Presidente de AMIA, voy a expresarme como argentino, aunque lamentablemente para él también soy judío y no puedo en este contexto desembarazarme de mí judeidád”, comento el Dr. Simon Litvak.

“No quiero ser grosero (aunque lo debería ser para responder a una grosería mayor como el mamarracho vertido por AMIA) la entidad actúa de una manera que solo ellos saben hacerlo, en forma rastrera y posiblemente habiendo algo detrás de la actitud que asumieron en contra del accionar de DAIA, la cual me enorgullezco”, continua Litvak y se pregunta: ¿Será que quieren pagar con las víctimas algún futuro o presente favor? ¿Cual es la conveniencia de esta actitud? ¿Qué es lo que no se dice completamente y se debería decir?.

“El acuerdo de Memorándum fue una bofetada a toda la comunidad judía del país y al pueblo argentino en general, sin duda detrás del mismo había algunas concesiones espurias, que deberíamos conocer y solo un juicio podrá determinarlo. Estar en contra del mismo es tomar partido político y mientras tanto las victimas sin poder defenderse deben contar con la obligación moral y ética de todos nosotros judíos y no judíos. Ética y moral que demando de quienes están pidiendo el abandono de la querella por parte de la DAIA”, sentenció el presidente de la comunidad de Tucumán.