Purim Sameaj: La hazaña de una mujer judía

El relato del texto de Esther es conocido, la versión judía de las mil y una noches.

Es interesante que la fiesta más alegre del año tenga que ver con una historia “no muy kasher”.

Conocemos de los apetitos sexuales y exabruptos criminales del no judío rey de Persia Ajashverosh, del decreto urdido por el antisemita de turno llamado Amán para exterminar a la comunidad judía local y del tío de Esther, Mordejai, que encuentra en los encantos de su sobrina el camino para salvar a la comunidad. Cualquier telenovela, turca en lo posible, recrea ese clima palaciego lleno lujo, banquetes, excentricidad y sensualidad.

Es interesante como el coraje, la entrega y generosidad “de una mujer” que estuvo dispuesta a sacrificarse por su pueblo, permitió trocar un decreto de exterminio. También es llamativo como ésta “sheine meidele” logró que todo el pueblo, sin excepción, ayunara por ella y por el éxito de su misión.

En épocas donde el empoderamiento de la mujer es la gran revolución del siglo XXI, es bueno recordar la hazaña de Esther y tantas otras mujeres de nuestro pueblo.

Seguramente cuando en Irán, la Persia de hoy, las terriblemente oprimidas mujeres del régimen de los Ayatolas, encuentren una Esther o muchas, que pueda romper con el yugo de la esclavitud y los decretos del mal, seremos testigos nuevamente de como ellas vuelven a salvarnos de los que nos persiguen.