El Significado del mes de Elul
JAI – Elul es el último mes del año en el calendario judío. En él empezamos a sentir la cercanía de todas las grandes fiestas que tienen lugar en el mes de Tishrí: Rosh Hashaná (el Comienzo del Año), Iom Kipur (el Día del Perdón), Sucot (la Fiesta de las Cabañas), Sheminí Atzéret y Simjat Torá – la fiesta en la cual finalizamos y recomenzamos la lectura de toda la Torá.
Sin embargo, para el pueblo de Israel, Elul no es un mes particularmente especial por ser el último del año, sino porque es el tiempo en el cual nos preparamos para recibir a los Iamim Hanoraim – los días en los cuales somos juzgados por nuestro Creador; días en los que D-os revisa todas las acciones que hicimos durante el año que finalizó y nos juzga para el año entrante.
Días de Complacencia
Nuestros Sabios nos enseñan que los cuarenta días que median entre Rosh Jódesh Elul (el comienzo del mes) y el día de Iom Kipur, son días de complacencia, pues en ellos D-os escucha los rezos de Su pueblo Israel.
¿Esto significa que el resto del año D-os no acepta nuestro arrepentimiento? No. A pesar de que durante todo el año D-os escucha los rezos del pueblo de Israel y acepta el arrepentimiento sincero y verdadero de Sus hijos, estos días son especiales y más propicios para lograr un acercamiento a Él, pues son días en los cuales la misericordia Divina tiene una influencia especial sobre toda la creación.
Esto lo aprendemos de la misma Torá. Después de que los hijos de Israel recibieron la Torá en el Monte Sinai, Moshé subió a la montaña para recibir las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos. Cuarenta días más tarde el pueblo de Israel comenzó a preocuparse, pues ellos no sabían qué había sucedido con Moshé Rabenu, que aún no había descendido de la montaña. Es por eso que decidieron hacer un becerro de oro para prosternarse delante de él, y cuando Moshé bajo de la montaña con las tablas de piedra y vió aquel siniestro espectáculo, decidió romper las tablas como respuesta al pecado que había cometido el pueblo.
Para ese entonces, el pueblo de Israel corría un serio peligro: toda su continuidad dependía del perdón Divino. Finalmente, el primer día del mes de Elul de ese año (-1313 de la cuenta común; 2448 de la creación), Moshé Rabenu decidió subir nuevamente a la montaña para pedir misericordia por el pueblo y suplicarle a D-os el perdón para ellos. Esta vez, Moshé también permaneció allí durante cuarenta días y finalmente logró cumplir con éxito su objetivo: el pueblo de Israel había sido perdonado. El día diez de Tishrí Moshé descendió del Monte Sinai con las segundas tablas de piedra que contenían nuevamente los Diez Mandamientos, y le dijo al pueblo de Israel que D-os los había perdonado.
Desde aquel año, los cuarenta días que comienzan en Rosh Jódesh Elul y finalizan el diez de Tishrí, fueron consagrados para el arrepentimiento en cada generación y generación, y también el día diez de Tishrí fue consagrado como un día especial, en el cual D-os perdona a su pueblo – el día de Iom Kipur.
Fuente: Judaísmo hoy
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