Vivir en Gaza

“En materia de terrorismo en Argentina estamos mejor preparados que antes”.

Virginia Laino comenzó como voluntaria hace 17 años en el Comité Internacional de la Cruz Roja y realizó varias misiones en al menos 20 países del mundo. De la selva amazónica hasta Gaza, el sudeste asiático y Corea del Norte donde según cuenta “fue como volver al pasado”.

La entrevistamos en el estudio y en el marco de una charla amena y agradable nos contó algunos aspectos que involucran la ardua tarea del voluntariado humanitario en países en permanente conflicto armado. “Me sorprendió mucho en la temporada que estuve trabajando en los territorios ocupados, el nivel de aceptación a que cualquier persona que falleciera en la defensa de la causa, era un mártir,sin importar lo que hubiera hecho. Eso me sorprendió mucho.
Me sigue pareciendo algo que no puedo comprender. Cómo alguien puede perder un hijo con mucho orgullo”, expresó cuando reflexionaba sobre el intrincado fenómeno del terrorismo.

Respecto a la Franja de Gaza, donde vivió 1 año y aseguró que, “es un lugar muy chiquito y tiene mucha gente. Las autoridades israelíes permiten el ingreso de productos para la vida cotidiana y alimentos y en casos de salud que necesitaban atención también son coordinadas entre las partes. Yo estuve hace diez años, y me tenía que cubrir de pies a cabezas en la ciudad. Me pasó lo mismo en Indonesia, en Bangladesh. Y en Gaza uno hace cuarenta kilómetros y está en Tel Aviv, una ciudad occidentalizada donde uno puede hacer lo que quiere. Gaza fue el lugar más difícil donde me tocó estar”. Respecto al publicitado bloqueo a Gaza recordó que no es solamente israelí sino también de la frontera con Egipto, siendo este bloqueo más importante aún. “Hay unos túneles en la frontera con Egipto que, según cuentan, algunos se ven desde el aire y otros ocultos, y pasan cualquier cosa por esos túneles. El bloqueo egipcio tiene menos marketing. Esa frontera está cerrada”. La vida cotidiana en Gaza, es “como en cualquier lado del mundo, hacen compras, estudian, festejan casamientos, etc”.

Aseguró que vivió experiencias que le hicieron sentir miedo.

“Tuve miedo de hacer enojar a alguien porque como uno no conoce los contextos donde llega. En Gaza tuve miedo, en Sudán también, y después estuve en lugares como en Corea del Norte, que fue como un viaje al pasado, no hay internet. Tenía en mis valijas siempre pinturas y telas y sublimaba mis temores pintando. Luego de lo vivido empecé a dedicarme más a desarrollo sostenible y cambio climático que son más amigables. Ahora que tengo una hija no volvería a meterme en el mundo humanitario tanto con el cuerpo”.

En relación al conflicto y la violencia Laino expresó “Los jóvenes ya no saben porque pelean, saben que es así y se da casi como una natural transmisión cultural. Hay lugares en que lo único que los une (les da una identidad nacional) es la confrontación contra el enemigo”. Respecto a posibles caminos para salir de esa dinámica de violencia y muerte, Laino no ve soluciones simples. Los cambios tienen que ver con los líderes políticos pero más aún con las bases. Organizaciones como el de las madres Palestinas e Israelíes que trabajan por la paz son muy significativas.

Respecto del Hamás expresó que sin duda someten a la población de Gaza.

Mencionó la enorme ayuda económica internacional que recibe la franja.

La referente vivenció como en Ramalah, los territorios y Gaza, exaltan a los “mártires” como sus modelos a imitar. Si los niños reciben esa educación es imposible romper con la cadena de odio y violencia.

Cuando se le preguntó sobre la imagen internacional que presenta a Israel como el poderoso y de los Palestinos como los débiles expresó: Israel es el único país en el mundo cuyo ejército se llama “ejército de defensa”, eso ya lo define. “Israel hace lo que tiene que hacer” sentenció.

Opinó también sobre la guerra en las zonas donde le tocó vivir en el contexto de misiones humanitarias y dijo que “la mayoría de la gente no quiere vivir en guerra. Pero no siempre son malas las guerras. Uno cuando ve la historia de la humanidad, hay guerras que cambiaron el rumbo, y que son necesarias para poder acabar con totalitarismos y dictaduras como la segunda guerra Mundial que terminó con el Nazismo. Las generaciones más jóvenes ya no saben por qué están en conflicto”.

El regreso a Argentina fue un cambio crucial en su carrera y en su familia. “Me costó la vuelta porque no hay protocolos y los protocolos salvan vida y ahorran plata”. “Argentina ha avanzado en los últimos dos o tres años en la legislación. Las provincias y Nación han empezado a entender que el mundo debe funcionar en prevención y no en respuesta, y esa prevención debe hacerse de una manera transversal. Que el ciudadano de a pie sepa que hacer cuando hay un alerta meteorológico, por ejemplo. En materia de terrorismo en argentina estamos mejor preparados que antes. Hay mejores protocolos”.

Saliendo del de la guerra y las misiones diplomáticas alrededor del mundo, Laino nos compartió que viene de una familia tradicional de Olivos y que, cuando comenzó padeció las críticas y la oposición de su propia familia quienes por temores razonables de lo que implicaba el nuevo rumbo de Virginia, temían por su seguridad. Sin embargo, luego de un tiempo, logró la aceptación y el reconocimiento de sus allegados. También le surgieron las ganas de ser madre a los 38 años bajo la nueva modalidad de “coparentalidad”. Conoció al padre de su hija Vera a través de conocidos, y hoy en día mantienen un vínculo de padres, sin ser pareja, para la crianza de su hija.

Virginia Laino es experta en Gestión de Riesgos y Emergencias y desarrollo de políticas públicas. Delegada de cooperación del Comité Internacional de la Cruz Roja hasta el año 2013 llevó a cabo misiones en Gaza y territorios Palestinos, Malasia, Filipinas, Pakistán, Sudan, Guinea y Sierra Leona, Sri Lanka, entre otros. Consultora de la Comisión Cascos Blancos entre los años 2014 y 2016 en asuntos de formación para la gestión de riesgos en el caribe anglófono. Fue Directora de Educación de Defensa Civil y Directora Provincial de Gestión de Riesgos y Emergencias de la Provincia de Buenos Aires entre 2014 y 2017 y completo misiones de formación en emergencias con la Comisión Cascos Blancos en Jamaica y Saint Kitts and Nevis.

Actualmente es Directora de Formación del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y consultora permanente del pool de la Unión Europea para asuntos de gestión de riesgo y resiliencia. Con estudios de especialización en gestión de organizaciones sin fines de lucro en Universidad de San Andrés y Desarrollo Organizativo en el ITBA.