Las jugadoras pedían la suspensión de una regulación del Ministerio de Cultura y Deportes que limitaba la financiación a deportes que tuvieran al menos tres divisiones, lo que de facto las discriminaba frente a los equipos de varones.
El compromiso de igualdad, sin embargo, tiene una validez únicamente de un año, durante el que el Estado revisará el criterio de financiación deportiva.
Así, este año, cualquier equipo en la Primera Liga de Mujeres recibirá entre 150.000 y 200.000 shéqueles (entre 40.000 y 49.000 dólares) más de lo que recibe ahora, lo que supone un incremento en algunos casos de más del 100%, y permitirá su crecimiento y desarrollo.
“Este ha sido el disparo de salida en una carrera hacia el cambio necesario”, declaró la futbolista, Oshrat Eni, que consideró que el cambio supone “el reconocimiento de haber cometido un error durante años” y aseguró que “es necesario cambiar el criterio para destinar fondos.
Es necesario desarrollar el fútbol femenino a través de financiación extra, mayor visibilidad, mejores infraestructuras y un cambio en la gestión”.
Una gestión profesional de la liga traerá, según Eni, “un cambio en el reconocimiento social que llevará a que más chicas jueguen al fútbol en todo el país y se desarrollen como jugadoras profesionales”.
El abogado de los equipos femeninos, Uri Kahana, señaló que, con esta sentencia, la Corte demuestra que “es el agente legal más importante para lograr el cambio en el campo de batalla feminista”.
Fuente: Be Soccer