Editorial: ¿Cómo apagar las revueltas en Chile?

En política cuando se cometen errores las consecuencias son enormes e impredecibles. Un estadista piensa con rapidez, evalúa lo que significa cada movimiento y la respuesta que ello implicará. También como un ajedrecista ya tiene pensada las próximas jugadas.

Cuando Piñera declaró el estado de queda y sacó a los militares a la calle terminó de incendiar Chile, con los 20 muertos, decenas de heridos y miles de arrestados. Luego de ir a una medida extrema y declarar el estado de guerra, no hay vuelta atrás. Cuando estarán dadas las condiciones para terminar con la medida? Cuántos manifestantes desbordados es el número que se requiere para sacar a los militares de la calle? 10, 100, 1000? En democracia medidas extremas y violentas conllevan respuestas extremas y violentas.

En un parangón cuando se pusieron los pilotes delante de las instituciones después del atentado a la Amia que condiciones se requerirían para levantarlos y asumir el potencia riesgo y costo político?

Viendo las comprometidas medidas sociales de mejoras que anunció Piñera y la continuidad de las manifestaciones no hay duda que ha perdido la gobernabilidad. Como no solo me dedico a la crítica, sino a intentar aportar alguna idea para que puedan salir de este círculo vicioso de violencia, muerte y destrucción creo humildemente que la única opción de frenar esta dinámica, es una urgente convocatoria a los referentes sociales más queridos y de mayor llegada a las masas ( Futbolistas, humoristas, cantantes, comunicadores,etc.) que llamen a la población a parar y volver a la normalidad. Esperemos lo hagan pronto porque cada hora que pasa sólo suma muerte, dolor y destrucción.

Miguel Steuermann.