Las películas de Stanley Kubrick tienen algo en común: lo judío
El legendario director Stanley Kubrick era conocido por haber dicho que él no era realmente judío, que lo que ocurría era que sólo tenía dos padres judíos. Pero aunque haya intentado desviarse de este hecho, Kubrick, que falleció en 1999 a la edad de 70 años, nació y murió como judío, y lo judío cruza y se apuntala a lo largo de 13 de sus películas. Las películas de Kubrick no eran sólo sobre judíos, lo judío y judaísmo, son mucho más amplias que cualquier tema en particular.
Pero a pesar de que él mismo intentó desviarse de sus raíces judías, no se puede negar que parte de este material fue seguramente intencional. Kubrick fue famoso por guardar silencio sobre el significado de sus películas, por lo que sus mensajes están abiertos a interpretación en varios niveles. Cubrió muchos géneros y temas, comenzando con la película de guerra Miedo y Deseo en 1953, y terminando con el drama marital en Ojos Bien Cerrados (1999), sus películas abrieron nuevos caminos en el estilo cinematográfico.
Pero Kubrick, que posiblemente sea el director de cine sobre el que más se ha escrito después de Alfred Hitchcock, rara vez ha sido considerado un director judío. Kubrick tenía un historial de trabajar con actores y actrices judías como sus protagonistas. Notablemente Paul Mazursky, Joe Turkel (tres veces), Kirk Douglas (dos veces), Peter Sellers (dos veces), Shelley Winters, Aubrey Morris, Miriam Karlin y Sydney Pollack. También trabajó con escritores judíos, incluidos Howard Fast, Michael Herr y Frederic Raphael, y consideró la posibilidad de adaptar el trabajo de autores judíos como Arthur Schnitzler, Stefan Zweig y Louis Begley. Adoraba el trabajo de Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, y al escritor Franz Kafka también. Pero esto solo no lo convierte en un cineasta judío.
Aunque Kubrick nunca fue un judío practicante y las referencias y puntos de vista judíos no son explícitos ni obvios en sus películas, una vez que se consideran sus películas desde el punto de vista de su origen étnico, así como su entorno cultural e intelectual, surgen algunos temas resonantes.
Aunque como es bien sabido Kubrick trabajó en una película sobre el Holocausto, Los Documentos Arios, que nunca llegó a finalizarse, su obra fue mucho más allá en términos de referencias judías.
Su primer largometraje, Miedo y Deseo (1953) es su versión de las películas de pelotones de la Segunda Guerra Mundial, que por lo general contenían una variedad de etnias y razas. Fiel a su forma, Kubrick eligió a Mazursky como el recluta miedoso (judío) del soldado Sidney. El Beso del Asesino de 1955 está muy moldeada en la tradición de la película judía de boxeo, con características como las de Cuerpo y Alma (1947), dirigida por Robert Rossen. El film noir de Kubrick, Casta de Malditos (1956), bien podría tener como lema el proverbio idish, “El hombre planea, Dios se ríe”. Estas tres primeras películas también podrían describirse como existencialistas, una filosofía popular entre los intelectuales judíos en la época de la posguerra, especialmente en Greenwich Village, en la ciudad de Nueva York, donde Kubrick vivía entonces.
Al tratar un incidente importante de la injusticia militar francesa durante la Primera Guerra Mundial, La Patrulla Infernal (1957), recuerda el caso antisemita Dreyfus, uno de los más famosos del siglo XIX. La película épica Espartaco (1960) postula a un libertador similar a Moisés que saca a los esclavos romanos de la servidumbre a la vez que aborda temas como el McCarthysmo, la lista negra de Hollywood, los derechos civiles, el Holocausto y el nacimiento del Estado de Israel: todas las cuestiones de interés judío en la década de 1950.
En 1964, el Dr. Strangelove mezcló el holocausto nuclear con el Holocausto, particularmente a través de su personaje principal, el ex nazi Dr.
Strangelove, en un momento en que el juicio de Adolf Eichmann estaba fresco en la memoria de la gente.
En cuanto a las últimas películas de Kubrick, 2001: Odisea al Espacio, que celebra su 50 aniversario este año, juega con la Biblia hebrea, la liturgia judía, así como con la Cabalá, el misticismo judío. Está lleno de referencias numerológicas recurriendo frecuentemente al número cuatro. Naranja Mecánica (1971) explora las ideas judeocristianas de elección y transmite un punto de vista judío muy tradicional sobre el tema del libre albedrío. Y Barry Lyndon (1975) advierte sobre los peligros de escalar socialmente en lugares a los que uno no pertenece, un miedo judío tradicional, particularmente en los siglos XIX y XX.
El Resplandor (1980), la contribución de Kubrick al género de terror, aborda el tema muy bíblico del sacrificio del hijo por el padre, como se encuentra en Génesis 22. Y Cara de Guerra (1987), mientras que ostensiblemente es sobre Vietnam, es, en un nivel, sobre el Holocausto y la propensión del hombre hacia el mal y el genocidio.
Todo esto está coronado por Ojos Bien Cerrados, posiblemente la película más judía de Kubrick, dado que fue adaptada de la obra del autor judío Arthur Schnitzler y fuertemente influida por las teorías de su contemporáneo judío Sigmund Freud. También contiene el personaje más explícitamente judío en cualquier película de Kubrick, Victor Ziegler (interpretado por Sydney Pollack).
Las películas de Kubrick nunca ofrecen nada fácil u obvio. Hizo algunas declaraciones sobre ellas. Pero pasó mucho tiempo trabajando en sus películas.
Fue meticuloso y prestó gran atención al detalle. Era extremadamente culto, bien leído y cultivado. Ciertamente tenía puntos de vista que quería compartir, pero lo hizo de la manera menos obvia. Quería hacer que los espectadores trabajaran para entender sus mensajes más profundos.
Las películas de Kubrick no eran sólo sobre judíos, lo judío y el judaísmo, son mucho más amplias que cualquier tema en particular. Pero a pesar de que él mismo intentó desviarse de sus raíces judías, no se puede negar que parte de este material fue seguramente intencional.
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